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───── ❝ los monstruos no hacen cosquillas ❞ ─────

BAJÉ DEL COCHE JUNTO A MI HERMANO, inspirando el olor a bosque con una sonrisa, mi padre estaba hablando por teléfono con una persona que seguramente no me interesaba conocer

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BAJÉ DEL COCHE JUNTO A MI HERMANO, inspirando el olor a bosque con una sonrisa, mi padre estaba hablando por teléfono con una persona que seguramente no me interesaba conocer.

— Bueno papá... — empezó a decir Ivan pero mi padre ya estaba arrancando el coche, dejándole con la palabra en la boca. Así había sido siempre, al menos con nosotros, siempre tratándonos como si no mereciésemos un mínimo de su cariño, si es que eso existía en él.

— Hasta luego eh! — le grité esperando que no lo escuchase — Capullo.

— Candela!— sonreí cuando vi a mis amigas venir hacia mi y abrazarme, Vicky y Carol son mis mejores amigas, al igual que Caye y Roque, hemos sido amigos desde siempre.

— Os había hechado de menos, ¿Que tal el verano? — pregunté

— Como siempre, en la frutería de mi madre — me dijo Victoria antes de codearme para que viese a Carolina abrazar a Ivan, miré a Vicky con una sonrisa cómplice y ambas reímos.

— Ese es nuevo no? — Preguntó Carolina señalando hacia un chico que estaba junto a su hermana pequeña, las tres nos miramos con sonrisas. El chico era rubio y alto, de su mano caminaba una niña pequeña, también rubia.

— Que guapo — me gané una mala mirada de mi hermano y unas sonrisas pícaras de mis amigas.

Todos nos dirigimos a nuestras habitaciones escuchando la voz del director por el altavoz:
—La dirección del colegio Laguna Negra les da la bienvenida a un nuevo curso para la buena convivencia de todos dentro los alumnos deberán ser puntuales respectó al horario de clase y desayunos, comida y cena cualquier retraso se castigará con...

— Una semana de cuadra — imitamos las tres al unísono mientras reíamos. Empezamos a hablar sobre nuestro verano mientras nos poníamos los uniformes y desempacabamos las maletas.

— Oye chicas, que tengo un libro de la biblioteca desde el año pasado, voy a dejarlo a ver si no se han dado cuenta — comenté sacando el objeto de mi mochila.
Una vez dejé el libro fui a subir otra vez a mi cuarto cuando me encontré a la niña pequeña que estaba con el nuevo.

— Hola ¿Te has perdido? — le pregunté con una sonrisa acercándome a ella — Soy Candela, ¿Eres una de las nuevas no?

— Soy Paula, me he perdido — me morí de ternura al oír su voz, que sonaba tímida. La acompañé por el pasillo a su dormitorio, y hablé un poco con ella, haciéndonos amigas.

— Si necesitas cualquier cosa me puedes buscar — le dije antes de marcharme a mi clase, sabiendo que seguramente estaba llegando tarde.
























𝐋𝐎𝐍𝐆 𝐋𝐈𝐕𝐄 >> 𝐌𝐀𝐑𝐂𝐎𝐒 𝐍𝐎𝐕𝐎𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora