𝐋𝐎𝐍𝐆 𝐋𝐈𝐕𝐄 >> 𝐌𝐀𝐑𝐂𝐎𝐒 𝐍𝐎𝐕𝐎𝐀

017

───── ❝ Persiguiendo
luciérnagas ❞ ─────

ENTRO EN LA CLASE DE HECTOR y me siento al lado de Hugo, que me sonríe como saludo.

— Hector, ¿has leído el nuevo código de conducta? — le pregunta Victoria. Al parecer Elsa, que ahora es la directora ha cambiado las normas.

— Si, lo he leído. Página 23 y... — le responde Hector y toda la clase empieza a quejarse. — Un momento todo el mundo. Ese código ha sido una exigencia de vuestros padres.

— Yo flipo, no solo nos pierden de vista si no que además nos quieren putear, o que? — salta Roque.

— Es que si fuera por mi viejo no volveríamos a casa ni en navidades. — Le sigue alguien.

— Nos has dejado tiraos — le dice Ivan.

— Ah si, tú crees? — Ivan hace como que se lo piensa antes de contestar.

— Si.

— Carolina Leal, Candela e Ivan Noiret, Marcos Novoa, Roque Sanchez y Victoria Martinez acudan inmediatamente a dirección. — La voz de Elsa resuena en los altavoces, los seis vamos a su despacho.

— Ivan, Carolina, Roque, Victoria, Candela, estáis expulsados. Lo único que espero es que esto os sirva para que en el futuro valoréis las consecuencias de consumir drogas.

— Perdón, ¿Y yo? — Pregunta Marcos.

— Debido a tu situación familiar, Marcos, se te va a permitir que permanezcas en el colegio para no separarte de tu hermana. Se te aplicará un castigo que aún está por ver.

— Vuestros padres vendrán a recogeros mañana por la mañana, eso es todo.

Miró a Ivan inmediatamente, ¿a donde vamos a ir? ¿A una casa de acogida? Salgo detrás de Roque.

— Supongo que todo se ha acabado. — Dice Carol

— Adiós beca y adiós todo. Me voy de cabeza al público de mi barrio.

— Y yo a los curas, pero vamos fijo. Me alegro por ti, y por tu hermana.

— Esto no va a ser lo mismo sin vosotros.

— Que tierno, me voy a poner a llorar. — dice Ivan con sarcasmo. Todos se quedan mirándole, voy a ir detrás de él, pero Carolina lo hace antes que yo.

— Chicos tenemos que ir al bosque, es ahora o nunca.

— Lo siento, pero yo ahora mismo no puedo. — Les digo antes de irme a buscar a Hugo. — Luego nos vemos.

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Encuentro a Hugo sentado en la biblioteca, estudiando casi me da pena interrumpirle. Me siento a su lado con sigilo.

— Hola Cande.— Me saluda sin siquiera mirarme.

— Como sabes que soy yo? — le digo poniendo voz grave.

— Porque te he visto entrar tal vez?

— A bueno, que estudias?

— Latín, deberías estudiar tú también, tenemos examen la semana que viene.

— Hugo, no voy a estar aquí para el examen. — El me mira confundido, suspiro antes de seguir hablando. — Nos van a expulsar — Suelto directamente, cuánto antes se lo diga mejor.

— Que?

— Pues eso, no te lo puedo explicar ahora, pero han encontrado droga en nuestro cuarto, no era mia, no se como ha llegado ahí, pero se creen que es nuestra y nos van a expulsar.

— ¿Y como explicas que haya droga en tu habitación y no sea vuestra?

— Mira Hugo, si quisiese un interrogatorio volvería con Hector, no te estoy mintiendo sino ni te lo habría contado. He venido a despedirme.

Se levanta y me abraza, le devuelvo el abrazo con fuerza.

— Has sido la mejor amiga que he tenido aquí.

— Y tu para mi.

— Esto no va a ser lo mismo sin ti.

— Venga ya, no llores que seguro que viene alguien mejor que yo. Además estaremos en contacto.

— Mejor que tú nunca. — me responde, le sonrió con tristeza. — Candela, yo...

Una música rock suena por todos los altavoces interrumpiendo lo que iba a decir,  Hugo y yo nos miramos extrañados. Sigo el origen del ruido hasta la entrada con hugo detrás. Hay frases de colores por todas las paredes. "Expulsarnos a todos" es la que más se lee. Salen todos los padres por el pasillo, acompañados de los profesores.

— ¿Pero se puede saber que es todo esto? Idos a vuestras habitaciones, vamos.

— Elena, obedece ahora mismo — Le ordena un padre a su hija, esta le ignora. Lo mismo pasa con varios padres.

— Alicia, te la estás ganando.

— A mi que me expulsen. — le responde ella a su padre.

— Expulsión! Expulsión! Expulsión! — gritan todos a coro, una sonrisa involuntaria se me escapa de los labios, miró a mis amigos que están en las escaleras. Hugo me pasa el brazo por los hombros, también sonríe y se ha puesto a gritar a coro con todos los demás.

— Esto es indignante. — Le dice un padre a Hector.

— Desde luego. Expulsadnos se escribe con D de Dinamarca.

— ¿Le parece gracioso? Haga algo

— ¿Yo? No. Yo ya no soy el director. — termina la conversación Hector. Rio al escucharle.

Mi mirada se desvía hacia Marcos, que está mirando el brazo de Hugo sobre mis hombros. Resoplo cansada. No quito el brazo y Marcos tensa su mandíbula. Intento ignorarle y disfrutar del momento.