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───── ❝ los monstruos no hacen cosquillas ❞ ─────

A LA MAÑANA SIGUIENTE nos encontrábamos todos desayunando en el comedor, estaba untando mi tostada con mantequilla cuando Paula se acercó a Marcos con una sonrisa

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A LA MAÑANA SIGUIENTE nos encontrábamos todos desayunando en el comedor, estaba untando mi tostada con mantequilla cuando Paula se acercó a Marcos con una sonrisa.

— Hazle hueco a mi hermana — le exigió el gallego a mi hermano, Iván obedeció dejándole hueco a la más pequeña. Observe con las chicas como le daba de comer y las tres nos miramos con ternura, haciendo que Ivan se enfadase.
Elsa vino a nuestra mesa y echó a Paula de esta, todos escuchamos decir a Marcos que sus padres habían desaparecido, miré a mi hermano instintivamente, su cara se iluminó como si hubiese tenido una idea.
"No hagas nada" le dije con los labios, pero obviamente me ignoró y se levantó yendo a no se donde.

— Esa profesora es un poquito zorra no? — dijo el gallego a lo que negué con una sonrisa casi imperceptible.

Ivan volvió un rato después, con una mirada sospechosa — Marcos, te llaman tus padres en el teléfono del pasillo — Este se levantó y con su hermana fue a buscar el teléfono.

— ¿Que has hecho? — le pregunté

— Nada — me respondió encogiéndose de hombros, pero Marcos entró corriendo y puso a Ivan sobre la mesa para empezar a pegarle.

— Eh! Eh! Para! — me acerque por detrás enfadada haciendo que el gallego me diese un codazo fuerte, caí al suelo por en impacto tocándome la zona, que palpitaba— Joder! — exclamé al aire, esperando a que alguien detuviera a Marcos, Hector lo hizo.

— Quieto! — Le dijo a Marcos y luego se giró hacia Ivan — ¿Tu no sabrás por qué te ha pegado no? — Este se tocaba la cara enfadado — ¿No tenéis nada que decir?

— Si quieres darme otro golpe hazlo, no me importa pero a mí, no a mi hermana, yo estoy en contra de la violencia y de la venganza — Marcos me miró rápidamente, yo le miraba fulminante.

— Una semana de cuadras, el salvajismo no se permite en este colegio — cuando Marcos se fue, Hector se dirigió a mi hermano — Y tú, siéntate.
































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— Entonces los tres cerditos vivieron felices sin el lobo — me encontraba con Paula, me la había encontrado en el pasillo y me había dicho que echaba de menos a sus padres, por lo que se había ido con ella a la biblioteca y le estaba contando un cuento.

— ¿Quieres hacer otra cosa?

— Me caes muy bien Cande— me dijo sin responder a mi pregunta.

— Cande?

𝐋𝐎𝐍𝐆 𝐋𝐈𝐕𝐄 >> 𝐌𝐀𝐑𝐂𝐎𝐒 𝐍𝐎𝐕𝐎𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora