El silencio era insoportable. Generalmente, cuando estaba con Nathalie, los silencios eran perfectos, pero ahora estaba siendo increíblemente incómodo. Estaba comenzando a sentirme ansiosa y sé que Nathalie también, pero tampoco decía nada. Solo estaba ahí mirando a su alrededor evitando mi mirada. Supongo que no sabía cómo comenzar.
Pasé las manos por mis bolsillos hasta sentir la cajetilla de cigarros en uno. La abrí, sacando un cigarrillo para ponerlo en mis labios bajo la mirada atenta de Nathalie. No la veía, pero sabía que seguramente me dedicaba una mirada de reprobación.
—Vanessa...
—¿Hum? —por fin nuestros ojos se encontraron. Sí tenía esa mirada— ¿No quieres que fume?
—No quiero que dañes tu cuerpo.
—Está bien. De cualquier forma voy a morir, ¿no?
Nathalie bajó la mirada y negó con la cabeza un par de veces antes de volver a mirarme. Quitó el cigarrillo de mis labios y se acercó unos pasos hacia mí, acortando la distancia que nos había estado separando desde que ella apareció. Pensé que me besaría y acabaría con esto, pero no fue así.
—Sé que te presionamos mucho hoy —comenzó a hablar en voz baja—, y sé que todo esto está sobrepasándote... Me gustaría proponerte algo.
—¿Proponer algo?
—Estoy consciente de que será difícil... pero puedo irme.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando?
—Puedo alejarme de ti y permitirte vivir tu vida.
—¿Cómo? No, espera...
—Voy a alejarme hasta que estés lista. Y si nunca lo estás, entonces también seré capaz de entenderlo.
—¿De qué estás hablando?
—Solo quiero que seas feliz, te lo dije desde el principio. Y entiendo que no necesitas estar atada a mí para serlo.
—Nathalie, lo que dije no es...
—No. Sé que probablemente ahora te arrepientes de lo que dijiste, pero fue todo verdad.
—No, no. Nathalie, escúchame, por favor.
—Lo siento mucho, mi amor. Juro que no quería que las cosas salieran de este m-
Tomé su rostro entre mis manos y no lo pensé dos veces antes de acercarme para plantar un firme beso en sus labios. Estaba tan perdida lamentándose y disculpándose conmigo, que no veía que ya no necesitaba seguir haciéndolo.
Nathalie no reaccionó, no correspondió a mi beso, así que yo me aparté despacio y la miré. Ella tenía los ojos cerrados, pero en cuanto me separé los abrió poco a poco, mostrándome sus pupilas ligeramente dilatadas. Mantenía todavía una expresión triste.
—No me quiero separar de ti —hablé, depositando un corto beso en la comisura de sus labios—. Sé que tenemos mucho de qué hablar, pero no importa lo que pase, no quiero alejarme.
—¿Estás segura?
—Lamento mucho lo que dije. De verdad lo hago.
—Lo sé.
—Lo siento.
Nathalie me dedicó una hermosa sonrisa y se acercó de nuevo para envolverme entre sus brazos. Oculté mi rostro en su pecho y ella plantó un corto beso en mi frente para luego apretar un poco más su agarre a mi alrededor. Me sentía tan cómoda y segura entre sus brazos.
El claxon de un auto sonó detrás mío, haciéndome saltar en mi lugar. Miré en esa dirección y Rebecca estaba bajando del auto, tan elegante y sensual como siempre. Rodé los ojos con diversión cuando lanzó un beso en nuestra dirección.
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Vanessa, I Found You | Vampire |
Lãng mạnVanessa, una chica de diecisiete años que vive con su padre mientras ahorra lo suficiente para irse de casa, conoce a una misteriosa joven, que hace que su vida y la forma en que quiere vivirla cambie por completo. Nathalie, una hermosa vampiro de...