Vanessa, I Found You | Vampire |

Capítulo 4: Us

'¿Rebecca?'

Una chica pelinegra, casi tan pálida como Nathalie, estaba frente a nosotras. Tenía un vestido de tirantes, con un escote bastante pronunciado y una abertura hasta la mitad de su muslo en la pierna izquierda. Su vestido era negro y hacía contraste con su piel, pero combinaba perfecto con su cabello que era del mismo color. Claro, también acompañaba su vestido con unos tacones altos de un color vino que la hacían ver más alta y sexy, robando miradas a nuestro alrededor.

La chica empujó a Nathalie, sentándose a mi lado y pasando su brazo sobre mis hombros para acercar un poco más su cuerpo al mío. Miré a Nathalie y ella parecía bastante molesta con la chica, que parecía ignorar su humor hacia ella por completo.

—Mucho gusto, querida. Mi nombre es Rebecca. —extendió su otra mano para saludarme.

—Vanessa. —acepté su saludo.

—Nathalie y yo somos muy buenas amigas, ¿verdad, cariño?

Miré a Nathalie, pero ella se mantuvo seria sin decir ni una palabra. Me había dado cuenta de esa apariencia amigable que tenía Rebecca, aunque con su forzado tono de voz podía saber enseguida que estaba fingiendo. No me agradó para nada, y mucho menos la tensión que sentía entre ellas.

—Nathalie me ha hablado mucho de ti —continuó—. Pareces ser muy... linda.

Sonreí.

—¿Ah, sí? Pues yo no sabía que existías hasta hace cinco minutos.

Ella me miró y sonrió forzadamente. Yo le devolví la mejor sonrisa que pude y mantuve su mirada, lo cual no fue sencillo, porque sus ojos negros eran tan intensos y profundos que honestamente me hacían sentir un tanto inquieta.

Nathalie tomó mi muñeca con fuerza y tiró de mí para levantarme. Yo la miré confundida, pero Rebecca parecía bastante divertida con la situación, lo cual me hizo sentir muy molesta. ¿Qué era tan divertido?

—Tenemos prisa, así que ya nos vamos. —dijo Nathalie con un tono firme.

—Por cierto —Rebecca cruzó sus brazos y miró a Nathalie de arriba a abajo—, ¿por qué estás vestida así? No me gusta.

—Vamos. —la ignoró y se dió media vuelta, aún sujetando mi muñeca.

—¿A dónde la llevas, Nathalie? Nos estamos conociendo.

Su comportamiento estaba siendo extraño. Parecía que le asustaba lo que haría o diría Rebecca, así que me pareció que irnos ahora no estaba bien. Aparté mi brazo de su agarre y ella me miró sin entender, luego volví a sentarme junto a Rebecca y esta sonrió victoriosa.

—Estoy conociendo a tu amiga. ¿Acaso hay algún problema?

Nathalie negó con la cabeza, mirando el suelo un tanto ansiosa.

—Entonces, Vanessa, ¿cómo estás? ¿Nathalie te ha tratado bien? Imagino que sí.

—Así es. Y... ¿desde cuándo se conocen? —quería terminar rápido con eso. Comprobar si había algo más.

—Un par de años.

—Ah, imagino que deben ser buenas amigas.

—Amantes, en realidad.

Me hubiese gustado reaccionar, pero mi cuerpo se quedó helado y las palabras no salían de mi boca. Nathalie en seguida interrumpió, negando completamente lo que Rebecca había dicho. Parecía desesperada por convencerme de que era una mentira, pero esto solo lo empeoró.

—¡Rebecca! —su voz sonó exigente, entonces la mencionada rodó los ojos y se dirigió a mí.

—Somos amigas. Quiero decir, éramos amantes, pero los sentimientos cambian, ¿o no?