Capítulo 7: She

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4 años después.


















































Cuando era pequeña, mi sueño solía ser tener un castillo y vivir con un príncipe azul felices para siempre. Cuando crecí mi sueño no cambió, simplemente desapareció, porque ya no tenía tiempo de soñar, debía sobrevivir. Pero entonces, cuando conocí a Nathalie, ese sueño que había enterrado en lo más profundo de mi corazón, volvió a salir. Quería estar con ella y ser felices para siempre.

¿Entonces por qué me sentía tan ansiosa y esa punzada en el pecho no se iba? Estaba encantada por al fin verla otra vez, pero sentía un terror como nunca antes lo había sentido. Había pasado años mentalizándome para ese momento, y después de todo, seguía sin procesarlo. Porque cuando Nathalie estaba cerca parecía la mejor idea, pero cuando ella no lo estaba, simplemente parecía no serlo.

¿Quería pasar toda mi vida con ella? Sí. ¿Quería pasar toda la eternidad con ella?... ¿Sí? Se sentía horrible pensarlo de esa manera, porque sentía que no la estaba queriendo lo suficiente. Y los años habían pasado tan rápido que me hacía dudar de si realmente eran suficientes. Pero también me hacía pensar que luego de un tiempo todo sería siempre... lo mismo, y eso me aterraba.

¿Y cómo le diría que tengo miedo? Lo entendería, sé que lo haría, pero era solo porque ella siempre lo hacía. Me encantaba estar con ella y amaba cada aspecto de su personalidad, pero su fuerte necesidad de complacerme en todo no era una de mis cosas favoritas. No le permitía ayudarme en esa situación, porque ella jamás querría que lo hiciera porque ella así lo quería.

Pasé tanto tiempo pensando en eso que las mesas comenzaron a rechinar y las personas a mi alrededor se levantaban para salir del salón. Miré a todos lados confundida, intentando recuperar mis sentidos para levantarme y salir, cosa que luego de unos minutos conseguí.

Guardé todo en mi mochila y me levanté con pereza de la silla. No tenía si quiera una idea de en qué clase estaba, mucho menos de qué habían hablado. Hace semanas atrás que no me sentía bien, así que desde el primer momento solicité mi baja, para así no tener que preocuparme por eso. Pero incluso se había vuelto peor al hacerlo, porque lo hacía sentir cada vez más real y más cerca.

Apenas había dado un par de pasos fuera del salón cuando escuché unos pasos apresurados correr hacia mí. Podía hacerme a la idea de quién era, entonces giré con una sonrisa para encontrar a mi amiga delante de mí, con una expresión alegre en su rostro.

—¡Vanessa!

—¡Hola! ¿Qué pasa?

—¿De verdad te darás de baja? —preguntó, cruzándose de brazos con intriga.

Annie y yo habíamos sido cercanas desde el principio. En cuanto llegué ella se acercó a mí para hablar, y después comenzó a acercarse a muchos otros e incluirme en su grupo. En realidad, tener amigos no era parte relevante para mí, pero agradecía que por ella es que podía decir que era amiga de muchas personas. Algo poco común en mi realidad.

—Solo un año, pero sí.

—¿Y quién me va a pasar los apuntes cuando no entre a la clase?

—Ya sé, no lo lograrás sin mí, Annie. —respondí con una corta risa que ella devolvió, fingiendo indignación.

—No, quien no lo logrará es Sam —ella me tomó del brazo para acercarme más—. Escuché que hoy te va a invitar a salir.

—No me gusta —me separé—. Ya se los dije muchas veces.

Vanessa, I Found You | Vampire |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora