Capítulo 8 - De vuelta al mundo moderno

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Xia Qian'an abrió los ojos y miró al techo.

Su corazón se sentía como si aún estuviera siendo perforado por la flecha y su expresión de desesperación no podía ser disipada. Debajo de él estaba el familiar y extraño colchón de resortes.

¿Estaba de vuelta? ¿Era todo lo que había sucedido un sueño? No, no puede ser. El miedo en su corazón roto le dijo que no era un sueño. ¿Por qué estaba de vuelta?

De todos modos, ya no existiría en el otro mundo. Xia Qian'an yacía inmóvil en la cama con los ojos abiertos, como una delicada Barbie adulta sin vida.

—Joven maestro, hay un hombre con cabello largo y ropa negra cubierto de sangre en el jardín. ¿Llamamos la policía? —llamaron a la puerta y sonó la ansiedad y el miedo en la voz de la niñera.

La niñera sabía que el joven maestro se había levantado en este momento. Aunque ella no sabía cómo el hombre del jardín llegó a estar allí, después de todo, él estaba dentro de los terrenos de la casa del joven maestro, por lo que era justo de ella informarle.

La niñera pensó que el joven maestro no le prestaría atención, y luego llamaría a la policía, pero no esperaba que el joven maestro hiciera un sonido. No sabía si era su ilusión, pero sintió que el tono del joven maestro era un poco incómodo y expectante.

Bueno, ella debería haberlo escuchado mal. La expresión y el estado de ánimo del joven maestro eran monótonos todo el tiempo. 

Cuando Xia Qian'an escuchó las palabras de la niñera, el pensamiento que cruzó por su mente era que el hombre era An Jiu, lo que hizo que su corazón latiera muy rápido.

Xia Qian'an detuvo de inmediato a la niñera. Si era An Jiu, no podía llamar a la policía ni ir al hospital. De lo contrario, se sospecharía la identidad de An Jiu. Ahora tenía que confirmar si era él primero.

Xia Qian'an se levantó de la cama y se puso los zapatos. Salió de la habitación sin lavarse los dientes ni la cara. Estaba familiarizado con todo lo que tenía delante, pero no tenía tiempo para pensarlo. Él trotó escaleras abajo. La niñera le dijo varias veces que "disminuya la velocidad, no se caiga", pero no la escuchó.

Debido a que había muchas heridas y sangre en el cuerpo del hombre, la niñera no se atrevió a moverlo, por lo que la posición del hombre de negro tendido en el suelo ahora era la misma que cuando la niñera lo encontró.

Cuando Xia Qian'an vio al hombre tendido en el suelo del jardín, sus ojos se pusieron rojos. No fue un sueño, el hombre era An Jiu. Incluso si Xia Qian'an no viera su rostro, con solo su espalda, podría reconocerlo de inmediato.

Todas las ansiedades y temores en el corazón de Xia Qian'an desaparecieron cuando vio a An Jiu. Cuando Xia Qian'an vio que An Jiu estaba inconsciente en el suelo, tuvo un momento de asfixia y no pudo respirar. Xia Qian'an respiró hondo y se calmó. Corrió y le pidió a la niñera que lo ayudara a llevar a la persona a la casa. Xia Qian'an constantemente pensaba en su corazón que An Jiu estaría bien. Era tan poderoso y la medicina moderna era muy buena.

—Sra. Li, tráeme un recipiente con agua caliente, y luego ve a mi habitación a buscarme unas pijamas sueltas.

—¿Ah? Oh, está bien, joven maestro. —la niñera salió apresuradamente a preparar las cosas. Xia Qian'an fue al gabinete en la sala de estar para tomar una caja de medicina.

Cuando todo estuvo listo, Xia Qian'an le pidió a la niñera que saliera. Después de cerrar la puerta, Xia Qian'an quitó cuidadosamente la ropa negra de An Jiu. En algunos lugares, la ropa estaba pegada a las heridas. Al quitar la ropa, las heridas sangraron nuevamente.

Él no es mi guardia sombra, es mi amante [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora