Capítulo 7

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Años después...

- mamá, ¿dónde dejaste mi mochila?

- esta arriba en tu cuarto cariño, la deje encima de la silla de tu computadora — volví a subir las escaleras para llegar a mi habitación y ahí estaba mi mochila, rodé mis ojos y la tomé, ya iba tarde para el colegio, siempre era lo mismo.

- ya vamos tarde — se quejó mi padre.

- lo siento papá, otra vez la mochila — mi papá comenzó a reírse y me dio un beso en la frente.

- no te preocupes cariño, no hay problema con eso — comenzó a conducir y me llevó al colegio — ya sabes Carolina, a las 3 frente a la escuela

- si papá — me bajé del auto y comencé a caminar hacia el colé.

Mis padres eran un poco protectores conmigo, bueno, digamos que eran súper protectores conmigo. No me dejaban ir a fiestas, de la escuela a la casa, mis amistades solo podían visitarme en mi casa, no me dejaban tener redes sociales, en fin, era horrible, y si, ya tenía mis 16 años y no podía hacer nada típico de las chicas de mi edad, ¿tener novio? Menos todavía, estaba decidida a que luego del colegio me iban a enviar a un convento para ser monja. La realidad es que mi mejor amiga Verónica, siempre me peleaba, decía que tenía que dejar de ser tan buena hija y pedir perdón antes que permiso, por como mis padres eran conmigo.

Verónica se fue conmigo para la casa, sus padres le habían dado permiso, por lo que mi papá nos buscó a las dos a la hora de la salida.

Estábamos en mi habitación escuchando música. Me encontraba acostada en mi cama y Verónica estaba sentada en el sofá que quedaba frente a mi cama en su celular.

- oye, vamos a crearte Facebook

- ¿estas loca? Será para que mis padres me maten

- no tienes que poner tu información real, vamos a crearte un perfil falso, le pones otra foto y ya, no tienen porque enterarse

- es una muy mala idea Verónica, si mis padres se enteran...

- no va a pasar, créeme, ven, vamos a crearla — se levantó del sofá y se acostó a mi lado, comenzó a crear mi Facebook, estaba que moría de los nervios, no me gustaba llevarle la contraria a mis padres, pero no le veía nada malo — listo, ya tu red social esta creada, ahora, apaga las notificaciones para que tus padres no se den cuenta

- te juro que si se llegan a enterar, la culpable de mi muerte vas a ser tú — comenzamos a reírnos como dos tontas.

Tocaron la puerta de mi habitación, era Wesley, mi hermanito menor, venía con su bola de baloncesto, quería que bajáramos a jugar con él un rato, Verónica era loca con él, decía que mi hermano era un niño muy guapo y que algún día ella sería su "sugar mommy".

Estuvimos un buen rato jugando con Wesley, los padres de Verónica llegaron por ella, por lo que nos despedimos y se fue con sus padres. Me di un baño y me recosté en la cama, estaba muy cansada, por lo que busqué mi celular y me metí en el Facebook que me había creado Verónica. La realidad es que no entendía absolutamente nada, por lo que comencé a explorar, busqué páginas de mis artistas favoritos, conseguí una página de memes y así estuve toda la noche, muriendo de la risa con todos los memes que estaban apareciendo en mi perfil.

Comencé a añadir personas para tener amigos en mi cuenta, y hubo una persona que llamó mucho mi atención, era un chico, y literalmente se veía muy guapo. Seguido a eso, recibí una solicitud de amistad, nada más y nada menos que mi amiga Verónica.

Comenzó a escribirme y estuvimos un par de horas platicando tonterías. Recibí una notificación, el chico que había visto antes me había aceptado.

Segundos después, recibí un mensaje, era el chico.

- hola, ¿te conozco?

- hola, no, no me conoces, y yo a ti tampoco, lo siento si te molestó que te haya añadido

- no te preocupes... no es ninguna molestia, es que me estuvo raro que una chica que no tiene amigos en su red social me estuviera añadiendo — envió un emoji riéndose, claro, que tonta había sido, había creado mi cuenta y no tenía a nadie agregado, solamente a Verónica — pensé que eras un perfil falso de esos que crean para averiguar la vida de los demás

- bueno, si, es raro, eres mi primer amigo en Facebook, y bueno... ¿te puedo decir algo?

- dime

- prácticamente es un perfil falso, pero no soy nadie que quiera averiguar la vida de alguien más, simplemente, no puedo tener mi foto real porque mis padres me matarían

- ¿tus padres no te dejan tener redes sociales?

- no, y me creé esta cuenta por culpa de mi amiga, le dije que si mis padres se enteran me van a matar

- no te preocupes, puede ser nuestro pequeño secreto, amiga misteriosa

- gracias

Terminé de platicar con el chico, el cuál se veía agradable, y lo curioso era que vivíamos cerca, a penas estábamos a dos horas de distancia, esperaba conocerlo un poco más, la realidad es que me había caído súper bien.

Apagué mi celular y me acosté a dormir antes de que mis padres se dieran cuenta que estaba despierta a estas horas de la madrugada, adicional a eso que tenía que levantarme temprano ya que tenía colé al otro día.

Entre la verdad y el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora