Capítulo 6

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La noche había pasado muy rápido. Aiden ya se estaba preparando para ir a la empresa, mientras yo me volteaba para el otro lado de la cama para seguir durmiendo. Estaba muy agotada, necesitaba que todo esto terminará pronto. Es lo peor que le puede pasar a una madre, que le arrebaten a su hija y que no sepa nada sobre su paradero.

Aiden :
La empresa me tenía muy agotado, estaban sucediendo muchas cosas, diferentes situaciones con varios clientes, adicional a eso la desaparición de mi hija, sentía que iba a explotar un día de estos. Ver a Alison de esa manera me destrozaba el corazón, siempre estaba deprimida, la encontraba llorando la mayor parte del tiempo, me pidió que no celebráramos nuestro aniversario de bodas, en fin, no era la Alison que había conocido. El hecho de pensar que luego de todo lo que pasamos, ya era nuestro momento de ser felices, solo era una idea que pasaba por mi mente, veía lejos esa felicidad nuevamente. Era como si el destino estuviera empeñado en separarnos nuevamente.

Había llegado a la casa, al entrar, me percaté que Alison estaba en el cuarto de los niños, me asomé por la puerta y se estaba despidiendo de los dos. Le dije que había llegado y que iría a darme un baño, se fue detrás de mí y me llevó la toalla, se sentó en la tapa del inodoro a platicar conmigo y me preguntó si los oficiales me habían llamado. Le dije que entrará a la ducha conmigo ya que hace tiempo no estábamos juntos íntimamente, lo pensó varios minutos y luego se decidió por entrar.

Después de tanto tiempo sin estar juntos, volvimos a tener relaciones, extrañaba mucho a Alison.

Abrí mis ojos y ya era de día, estaba tarde para la empresa por lo que salí casi corriendo de la cama para prepararme y salir directo hacia la empresa. Me despedí de Alison y salí de la casa.

Me encontraba en mi oficina bregando con unos papeles, cuando tocaron la puerta, era mi suegro.

- Hola Aiden, ¿se puede?

- adelante suegro, ¿todo bien?

- vengo a traerte estos documentos, se me olvidó dártelos ayer

- no te preocupes

- ¿podemos hablar?

- si suegro, toma asiento — mi suegro se sentó frente a mí.

- oye, sé que esta situación de mi nieta nos tiene a todos preocupados, pero, estoy bastante preocupado por mi hija

- yo también lo estoy, Alison no es la misma de antes, trato de ayudarla pero no me lo permite

- lamentablemente es algo que esta sucediendo por montones en este país, y claro que me duele porque estamos hablando de mi nieta, pero siento que deben de salir hacia adelante, Camila volverá a nosotros tarde o temprano

- estoy moviendo mar y tierra para conseguirla, tengo detectives privados trabajando las 24 horas del día para dar con su paradero, los oficiales están haciendo su parte también, pero la realidad es que tengo miedo, es como si la tierra se la hubiera tragado

- pero el secuestrador dijo que estaba en manos de unas personas que dieron mucho dinero por ella, quizás son una pareja que no pueden tener hijos, estos casos son muy comunes

- no descarto la posibilidad de que haya sido eso, pero como no sabemos exactamente si esta en el país o no, no puedo asegurar que sea cierto

- solo te pido que no abandones a Alison en estos momentos

- jamás abandonaría a la mujer de mis sueños, la madre de mi hija, el amor de mi vida, siempre estaré a su lado no importa las circunstancias

- gracias por ser como eres con ella Aiden

- no tienes porque agradecer, su hija es lo mejor que me ha pasado en la vida

Mi suegro se fue, me quedé solo en la oficina, comencé a mirar mi celular y me llegó una notificación, era una actualización del caso de Camila, era su foto en el cartel de niña desaparecida, y muchas personas comentando en la foto, que era una niña muy hermosa, que esperaban que sus padres pudieran conseguirla, en fin, habían muchas personas pendientes al caso de mi hija.

Terminé mi día en la empresa, comencé a caminar hacia mi auto, había dejado mis llaves en la oficina, por lo que tuve que entrar nuevamente por ellas. Cerré bien la oficina y comencé a caminar hacia mi auto. Mi celular comenzó a sonar, era Alison, quería saber si estaba bien y si ya iba para la casa, le dije que sí que ya me estaba montando en el auto.

Conduciendo hacia la casa, todas las luces me tocaron rojas, en cada semáforo que me detenía, veía el cartel de mi pequeña, no pude evitarlo y comencé a llorar, apreté el volante y dejé que todo mi sufrimiento saliera, no podía seguir aguantando tanto dolor, sentía que mi pecho iba a reventar.

Llegué a la casa, Thor estaba corriendo por el jardín, cuando vio mi auto, se acercó de inmediato y se sentó a esperar que me bajará del mismo y lo saludara.

Alison estaba en la puerta de la casa esperando por mí. Los niños me vieron llegar y corrieron hacia donde mí, me acerqué a Alison y le di un beso y la abracé fuertemente.

- sé perfectamente como te sientes, y quiero dejarte saber que estaré a tu lado siempre, los amo, ustedes son mi vida entera y sin ustedes, no sería nadie

- gracias Aiden, de eso no me cabe la menor duda, vamos adentro, te he preparado tu platillo de comida favorito

Teníamos que salir hacia adelante, esto era una pesadilla que se hacia sumamente eterna, pero no podíamos hacernos esclavos de esto, teníamos que seguir trabajando para formar nuestro futuro, ayudar a nuestros hijos a crecer, estar ahí para ellos, amarlos, protegerlos y cuidarlos como a nadie más en este mundo.

"Camila, espero que algún día vuelvas a casa con nosotros, te amamos y nos haces una falta inmensa, vuelve a casa pequeña, te esperamos con los brazos abiertos". Mamá y papá.

Entre la verdad y el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora