Capítulo 27

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Unos minutos después, el chico y Camila comenzaron a besarse sin control alguno. Ahora si que moría por acercarme y caerle a golpes. Cuando iba caminando hacia donde ellos, una chica se paró en frente y me detuvo.

- alto ahí, no te voy a permitir que los interrumpas -- se parecía mucho a la chica que fue a buscarla a la casa.

- necesito que me dejes ir a buscar a Camila

- negativo, ella me pidió que no te dejará acercarte a ella, quiere estar lejos de ti y sigues buscándola

- ¿perdón?

- ya te dije, vete si no quieres que comience a gritar para que piensen que me estas haciendo daño -- me rasqué la cabeza, di media vuelta tratando de encontrar una forma de llegar a Camila, pero no me llegaba ninguna idea a la mente. 

Salí de la casa, necesitaba buscar aire fresco y pensar bien las cosas, pero no me podía tardar, sino pasaría una desgracia para Camila. Busqué mi celular y le marqué a la policía, indiqué que había una fiesta donde menores de edad estaban consumiendo alcohol y sustancias controladas, para que llegarán cuanto antes. Miré para el lado y vi a una chica que me estaba observando.

- hola, ¿me puedes hacer un favor?

- el que desees guapo

- necesito que grites que por ahí viene la policía -- seguido a eso, se veían las luces de los autos de policía, la chica comenzó a gritar y todos los que estaban en la fiesta, comenzaron a correr por todos lados como locos, dándome ventaja para entrar a la casa en busca de Camila.


Camila

Quería olvidarme de toda la mierda que estaba sucediendo en mi vida. Llegué y le pedí a Victoria de favor que si veía a Jacob entrar en la casa, no lo dejará acercarse a mí, lo conocía y sabía perfectamente que no se iba a quedar cruzado de brazos mientras yo iba a una fiesta. Estábamos tomando alcohol y escuchando la música, para animarnos un poco y comenzar a disfrutar de la fiesta.

- hola Cami, que bueno que viniste -- dijo Raúl, mientras se acercaba y me daba un beso en la mejilla.

- gracias por invitarnos, la fiesta esta muy buena 

- ¿quieres bailar? -- acepté, me tomó de la mano, caminamos hasta la pista de baile y comenzamos a bailar.

Todo el mundo estaba bailando, estábamos todos cerca ya que era en la casa de Raúl y estaba casi la escuela entera allí. 

- ¿quieres un poco? -- miré su mano y tenía una bolsita, no sabía si hacerlo ya que sabía que no estaba bien, pero no me importaba nada, lo acepté, me di la vuelta y me tomé una pastilla, seguí bailando con Raúl. 

Minutos después, todo se estaba comenzando a ver raro, veía todo en cámara lenta, los sonidos no se escuchaban tan fuerte. Raúl se acercó a mi oído.

- ¿quieres ir a un lugar más privado? -- acepté, ya que necesitaba tomar un poco de aire, Raúl me tomó de la mano y comenzó a guiarme por toda la casa.

Subimos las escaleras y caminamos por un pasillo hasta llegar a la última puerta, era una habitación, enfoque un poco la vista y me percaté que era la habitación de Raúl.

- ponte cómoda Cami -- me senté en la cama, mi cabeza estaba dando vueltas, mi vista estaba borrosa, vi que se dio la vuelta y entró al baño de su cuarto. Comencé a buscar dentro de mi cartera para buscar mi celular pero no lograba conseguirlo. En eso, Raúl salió del baño y no traía su camisa puesta, se acercó a mí y sonrió -- te ves tan hermosa Camila, ese vestido te queda precioso -- comenzó a acariciar mi mejilla, trataba de detenerlo pero no podía, no tenía fuerzas, mis brazos estaban muy pesados, Raúl comenzó a besarme, trataba de gritar pero tampoco podía, la música estaba muy alta. 

Raúl logró acostarme en la cama, seguía besándome mientras acariciaba mis caderas, no sé como lo hizo pero logró quitarme el vestido de una. Me observaba y mordía su labio inferior, trataba de hablar pero no podía, era como si lo que me hubiese tomado fuera un tranquilizante. Se comenzó a quitar la correa de su pantalón y pude ver como a la misma vez se había quitado su ropa interior, quedando desnudo. Comencé a llorar, estaba arrepentida de haber aceptado ir a esa fiesta. Comenzó a morder mis senos mientras se acercaba a mi cuerpo, mientras yo solamente lloraba, sabía lo que iba a pasarme, quería morirme en estos momentos. 


Jacob

Todo el mundo comenzó a correr como unos locos, entré a la casa y la amiga de Camila estaba parada frente a la escalera, se le veía nerviosa, todos corriendo y ella estaba esperando por Camila.

- ¿dónde esta Camila?

- no lo sé! no la veo por ningún lado -- dijo gritando mientras lloraba, la hice quedar en un lado y comencé a subir las escaleras hacia la parte superior de la casa. 

Habían muchas puertas, comencé a abrirlas una por una y no había nadie, llegué a la última que quedaba en el pasillo, traté de abrirla pero estaba cerrada. Miré para todos lados y vi una mesa en la esquina del pasillo, la cogí con mis brazos y la revente contra la puerta, hasta que logré abrirla, lo que mis ojos estaban viendo era una pesadilla. 

Camila estaba acostada en la cama completamente desnudo, mientras el chico que estaba con ella bailando estaba sobre ella, mordiendo sus senos y apretando su cintura, estaba a punto de abusar de Camila. Al ver que la puerta se abrió, el chico subió su mirada, al verme abrió sus ojos bien grandes, no pude evitarlo, corrí hacia él, lo tomé por los brazos y lo aparté de Camila, lo tiré al suelo y comencé a golpearlo, el coraje me estaba cegando.

- ya bastaaa! lo vas a matar -- era la amiga de Camila, la policía venía con ella, me separaron del chico que se encontraba en el suelo lleno de sangre. 

Miré a Camila y estaba llorando, su amiga la estaba tapando con una sábana para que nadie la viera así. 

- tienes que acompañarnos al cuartel -- dijo uno de los policías mientras me ponían unas esposas -- todo lo que digas puede ser usado en tu contra -- me había metido en problemas serios, pero todo por salvar a Camila.


Esta historia se va poniendo cada vez más interesante...

Entre la verdad y el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora