Capítulo 26

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- lo siento, no quería decirlo así

- ¿de verdad? -- comencé a molestarlo.

- bueno, hablando claro, muero por hacerlo, pero, no es el momento adecuado, todavía te faltan muchas cosas por vivir

- ¿cuánto tiempo podrías esperar por mí?

- el tiempo que sea necesario... lo que siento por ti es indescriptible, nunca antes había sentido esto por una chica, mis relaciones pasadas no funcionaron, pero jamás me sentía así de lleno como me siento contigo -- lo miré y este me sonrió -- tienes algo que me tiene loco, aún no logró descubrir lo que es

- yo.... nunca había estado enamorada antes, no sé si se siente así como me siento en estos momentos, siento muchas mariposas en mi estómago, y cada vez que te veo, me pongo muy feliz

- yo igual Cami -- nos quedamos callados por varios minutos, me sentía rara, me había sincerado con Jacob como nunca antes, no sabía si era lo correcto decirle mis sentimientos, pero necesitaba hacerlo.

- ¿te puedo hacer una pregunta? -- asintió con la cabeza -- ¿que tenemos nosotros? -- se quedó callado por varios segundos como buscando una respuesta.

- bueno... realmente no hemos formalizado nada -- se rascó la cabeza y sonrió -- ¿somos novios? -- nos reímos -- quiero pedírtelo de una manera especial y quiero que nuestra familia este reunida

- ¿si?

- si, así que vamos a esperar un poquito más y prometo que lo haré formal -- extendió su mano y yo le di la mía.

Terminamos de platicar y entramos a la casa nuevamente.


Llegó el día de la vista en el cuartel por el délito de mis padres. Mamá y papá estaban allí conmigo, al igual que Sebas y Jacob, habíamos dejado a Wesley con mis abuelos de parte de madre. El juez comenzó a hablar, mis padres dijeron toda la verdad, todo lo que había sucedido y mi tío Miguel dijó todo, desde como me consiguió y todo lo que hizo, él también se sentía culpable por lo que había hecho.

El juez tomó la última palabra, le daría 20 años de prisión a mis padres sin derecho a fianza y a mi tío le había dado 30 años ya que yo no había sido la primera niña que había enviado a secuestrar.

Mis padres comenzaron a llorar, al igual que yo, me dolía verlos en esta situación, aunque tenían que pagar por lo que habían hecho, me sentía mal. Pude despedirme de ellos antes de que los trasladaran.

- prométeme que vas a cuidar de Wesley -- dijo mi mamá.

- te lo prometo

- gracias por ser nuestro primer amor -- dijo papá, los dos me abrazaron fuertemente y podía ver a mis verdaderos padres llorando en una esquina.


****

Los meses habían pasado muy rápido, desde el día del caso de mis padres adoptivos, mi vida había cambiado aún más. No quería hacer nada, solo estar encerrada en mi habitación, ni siquiera quería hablar con Jacob. Estaba hundida en mi propia misería. Wesley ya tenía su propia habitación lo que agradecía eternamente porque me gustaba estar a solas. Jacob trataba de buscarme la vuelta, pero se lo impedía, realmente no sabía que me estaba sucediendo, mis padres querían llevarme a terapias, pero yo no quería.

Me encontraba sentada en mi escritorio mientras esperaba que se hiciera la hora de comenzar clases. Tenía puestos mis audífonos mientras escuchaba un poco de música. Alguien se sentó frente a mí, era Raúl.

- ¿que demonios quieres Raúl?

- ¿porque eres así conmigo? Vengo en busca de paz, no me gusta ver la chica que eres últimamente, ¿esta todo bien en casa?

Entre la verdad y el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora