🍂•|| 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐕𝐈 ||•🍂

257 31 3
                                    

。・゚゚・ 𝑼𝒏𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔. ・゚゚・。
.

.

.

Al sentir la luz del sol en la cara, Gyutaro frunció el ceño e intento cubrirse con la manta, en ese momento se dio cuenta de que el no tenía mantas tan suaves, no estaba en su casa. Abrió los ojos confundido y algo sorprendido, viendo un techo familiar.

"Ah , se siente cálido." Pensó sintiendo un peso en su costado izquierdo, echo un vistazo y se dio cuenta de que ella estaba ahí, completamente dormida.

No hizo ruido, supuso que de hacerlo iba a despertarla, se mantuvo callado mirándola. De cerca podía notar detalles que había ignorado antes, las pestañas de Reiko eran rojizas también, su rostro tenía muchas pecas, como pequeñas manchas pero lindas. Acercó lentamente su mano, con precaución hasta tocar su mejilla, aparto los mechones que colgaban por su frente con interés por sus cejas, no había nada realmente fascinante pero ...Le gustaba su cara.

No ...no le gustaba solo su cara, le gustaba Reiko, por completo.

- Tal vez estoy mareado por la fiebre , pero me parece más bonita que antes. - Murmuro esperando que no lo escuchara.

Gyutaro no lo recordaba, pero el motivo por el cual Reiko seguía ahí era porque el se lo pidio.

" No te vayas ...te quiero aquí ...conmigo "

Palabras simples pero con un gran valor , una petición que Reiko no pudo ignorar, incluso cuando su padre la mandó a dormir ella regreso en la madrugada para hacerle compañía, no tenía nada de malo dormir ¿no?

A estas alturas, era obvio que ambos se querían , pero el amor es más que solo quererse, requiere paciencia, esfuerzo, sacrificio, pero esta bien, son jóvenes, ya verán como manejarlo, por ahora...lo mejor es que disfruten de la compañía del otro.

Porque en cualquier momento Reiko se ira.

.

.

.

Con o sin invitados en casa, la rutina de Reiko no debía cambiar, cada mañana debía estudiar y después de un descanso breve seguía entrenamiento, Haruka era muy exigente en ese aspecto, Reiko no tenía permitido descansar hasta no llegar a la meta del día, hoy eran las cien flexiones.

Ni Ume ni Gyutaro podían entrar al dojo pero podían darse cuenta de que la vida de la doncella no era tan fácil como parecía, se notaba en sus constantes quejas de dolores musculares de Reiko y su falta de energía cuando salía del dojo.

- ¿Porque Reiko hace cosas tan extrañas? Es bonita, eso debería bastar para que tenga dinero ¿no? - Comento Ume mientras miraba a Haruka lavar ropa. La ama de casa la miro de reojo, no esperando que fuera a tocar el tema.

Regreso la vista a la ropa, asegurándose de lavarla bien.

- Porque Reiko no será cortesana, solo vivimos cerca del distrito porque es económico...y esta lejos de nuestro verdadero hogar, soy de una familia de kunoichis un tanto especial, estoy retirada pero me temo que Reiko me debe sustituir, nuestra estancia aquí no será permanente. - Respondió con su característico tono de voz serio, casi carente de emoción.

La menor arqueo una ceja, dudando de sus palabras, sonaba a pura mentira, pero era interesante también.

- ¿Entonces se van a ir? Pero ella y mi hermano se deben casar. - Reclamo ella, un poco ofendida, sin entender la perspectiva de la madre.

Haruka se giro para verla, en su expresión no había más que dolor.

- Reiko ...ya esta comprometida.

Ambas se mantuvieron en silencio por largos segundos, segundos en los que ume no conseguía procesar y sólo pudo emitir un "¿eh?" Lleno de confusión.

.

.

.

Ren se mantenía en silencio en el dojo, mirando como su hija seguía esforzándose, parte de él quería dejarla descansar y mimarla, pero las órdenes de su esposa eran claras, en el dojo dejaban de ser familia, eran maestro y alumna y debía ser duro con ella.

- ¡Noventa- ...y nueve, ...ci-cien!. - Reiko dejo caer su cuerpo al llegar a la meta del día, su pecho subía y bajaba, sus extremidades palpitaban con dolor y solo sentía calor y suciedad.

El hombre dejó una toalla sobre ella, para que seque el sudor y con cuidado froto su cabeza, como una pequeña muestra de su amor.

- Muy bien, lo hiciste bien. - a Ren le costaba mantenerse firme, especialmente sabiendo el porqué ella se esforzaba tanto.

"Si soy fuerte, entonces no necesito un marido."

Oh ...su pobre Reiko, si dependiera de él cancelaria el matrimonio que se le asigno apenas nacer pero no había nada que pudiera hacer, no tenía apellido de soltero, era nada, no podía opinar cuando su esposa y suegra tomaban decisiones.

Reiko debería vivir una vida común, feliz, sin presión de un matrimonio arreglado. A Ren nisiquiera le agradaba Gyutaro pero poniéndolo en balanza preferia tenerlo de yerno a él y ver feliz a su hija a tener de yerno a un imbecil que no amaba a su bebe, para empezar ¡¿Quién no sería capaz de amar a su hija? Era una belleza, ese infeliz debía estar ciego o seguro era estupido!

- ¡Mi bebé, no puedo, no puedo!. - El hombre no pudo controlar sus lágrimas, se echo a llorar de impotencia y dolor, abrazando a su hija, casi asfixiandola con su amor.

Reiko no tenía la fuerza para zafarse de los brazos de su papá, fue víctima de un abrazo muy fuerte lleno de amor.

.

.

.

- ¿Esta muy caliente? , puedo traerte otra cosa si no te gusta. - Propuso a Gyutaro mientras esperaba sentada cerca suyo, Reiko hizo una sopa para el, pero no estaba segura de que le haya quedado bien.

Afortunadamente Gyutaro es capaz de comer cualquier cosa, sin importar el sabor o la apariencia.

- Esta bien, ¿porque eres tan servicial? Una persona podría aprovecharse de eso ¿sabes? - Le reclamo para después tomar otra cucharada.

Reiko sabía el porqué, pero para no dar una explicación extensa, limito su respuesta.

- Porque quiero ayudarte tanto como pueda.

"Y ...porque quiero disfrutar de esta libertad, mientras aún la tengo, quiero amar y ser amada sin limitaciones, quiero vivir experimentando, no importa si me duele, por eso me haré fuerte , seré fuerte por mi y por ti , seré tan fuerte que no necesitaré un marido y podré quedarme a tu lado como me lo pediste."

Ella no le dijo eso, no vio la necesidad, amaba a Gyutaro, pero habían cosas que quería guardarse, tal vez quería dejarlo con esa impresión suya amable e inocente, no queria mostrarle ese lado suyo , uno que vivía en constante agonía, infeliz , carente de brillo.

Gyutaro merecía la felicidad, Reiko quería dársela sin importar lo difícil que fuera.

.

.

.

🥀•☆||Continuará.



Editado por última vez:
28/Ago/23

Publicado: 28/Ago/23

𝐿𝑎 𝑑𝑜𝑛𝑐𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑟𝑜𝑗𝑎 / 𝑲𝒏𝒚 𝑶𝒄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora