𝐿𝑎 𝑑𝑜𝑛𝑐𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑟𝑜𝑗𝑎 / 𝑲𝒏𝒚 𝑶𝒄

🍂•|| 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐗𝐈𝐈 ||•🍂

.・゜゜・ 𝑬𝒍 𝒊𝒏𝒇𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒂𝒗𝒆𝒄𝒊𝒏𝒂𝒃𝒂 ・゜゜・．
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Reiko mantuvo su mirada fija en la ventana mientras era vestida con sus mejores prendas y cuidadosamente perfumada para recibir a quien sería su marido. La vivienda estaba sumergida en un angustiante silencio, podían escuchar con claridad cada gota de lluvia que caía sobre su techo, curioso como el clima se puso de acuerdo para crear la atmósfera perfecta.

La madre terminó de colocar el listón naranja en el cabello de su hija y procedió a acercar un espejo enfrente suyo para que pudiera verse.

- Te ves preciosa. - Dijo ella con una leve sonrisa, apenas visible.

La menor se vio al espejo pero lo que le mostraba no le gustaba en lo absoluto, el maquillaje no dejó rastro de sus pecas y sus labios ahora teñidos de rojo le hacían sentir que había crecido un par de años más.

- ¿No es ...demasiado? - Ella intento hacer ver su incomodidad , con esperanza de recibir algún cambio , uno que al menos le fuera más cómodo, pero al girar su vista para ver a su madre solo encontró seriedad y desilusión.

Haruka le devolvió la mirada, pero su cara no cambió.

- A los Uzui les gustan las mujeres hermosas , más que una mujer fuerte , tendrás suerte si no te obliga a teñirte el cabello de negro. - Lejos de tranquilizar a su angustiada hija, solo la hizo sobrepensar, sintiéndose peor.

Sin más opciones agacho la mirada y lo acepto , apretando la mandibula , conteniendo sus lágrimas para no estropear el maquillaje. Su madre solo pudo acariciar su espalda comprendiendo sus sentimientos.

- Mamá ...no quiero casarse ...no con el. - Suplico con la voz casi quebrada.

Sus padres tampoco querían casarla, pero el poder que tenían se perdía cuando la abuela hablaba. Sólo podían ver con impotencia como la vida de su hija se tornaba oscura y desesperante.

Ren, escuchando todo del otro lado de la pared solo pudo golpear el muro sintiéndose frustrado.

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En los terrenos donde iniciaba el territorio del distrito rojo, un muchacho andrajoso y malhumorado esperaba al "invitado especial" de la familia Kobayashi. Fue paciente, imaginando los posibles escenarios para hacerle frente.

Pero incluso si hubiera tenido un año para prepararse el resultado no iba a cambiar. Kenji era un hombre adulto de veinte años, prácticamente desde que aprendió a caminar se le entreno, un chico tan delgado e inexperto como Gyutaro no tenía oportunidad y lo comprendió cuando el mayor azotó su cabeza contra el suelo mojado.

Gyutaro gruñó mientras era inmovilizado por el, supo que no tenía fuerza suficiente y eso lo hizo sentir frustrado.

- ¿Me dirás tus intenciones? ¿Un robo? ¿un secuestro? ¿O alguien te mando? - Cuestiono Kenji con frialdad presionando su hombro para causarle dolor.

Gyutaro emitió un quejido pero lo callo tan pronto como pudo.

- Nadie me da ordenes.- Respondió intentando liberarse para alcanzar su hoz , sabiendo que no podía ganar una lucha de fuerza , el huir y guardar distancia era su única alternativa.

El shinobi pudo notar que el adolescente acercaba su mano a esa vieja hoz, el la tomó antes, para molestarlo y limitar sus opciones.

- ¿Pensabas usar esto contra mi? Que patético eres , definitivamente no eres de ningún clan, que perdida de tiempo. - Subestimando a Gyutaro, finalmente lo soltó, se levanto de encima suyo para no ensuciarse más, le regreso la hoz. Le miro con superioridad y le dio la espalda para caminar en busca de su prometida.