La extraña del cafe parte 3

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Samanta mi estúpida hermanastra no la odio, pero tampoco tenemos la mejor relación no después de ese día.

"Eran las 12 más o menos y estábamos organizando todo para la reunión, la verdad no me gustaba la idea de que mi madre saliera con alguien y menos con su entrenador, pero solo quiero que sea feliz, de eso se trata ser hijo no? Poner la felicidad de tu madre antes de la tuya sin olvidarte de quién eres.

Mi madre estaba realmente emocionada quería que conociera a Mark su nuevo novio, se puso su vestido azul con unos tacones blancos y una coleta, se veía demasiado bien y debo admitir que me daba algo de celos que alguien estuviera al largo de mi madre, no me tomen por raro ni nada es solo que siempre hemos sido ella y yo, mi padre murió cuando era un bebé y mi madre siempre me puso a mí antes que a ella por eso siempre trate de ser el mejor en todo y darle una vida de lujos.

Pero ese estúpido día todo se arruinó; cuando Mark y Samanta, su hija llegaron todo había comenzado bien demasiado bien para ser real, hasta que descubrí a Samanta en mi habitación...

-Qué estás haciendo aquí- le pregunté mientras esta buscaba en el cajón de mi escritorio

-Yo... Eh... Estaba... pensé que era la habitación de tu madre... y estaba buscando... mmm eh toallas íntimas- me dijo tartamudeando

-Las toallas están en el baño y esta como puedes ver no es la habitación de mi madre y si lo fuera eso no te da derecho a revisar las cosas de nadie-

-Yo... lo siento ya me voy- dijo y luego me miró por encima de su hombro-donde está el baño- preguntó con cara de niña inocente

Era obvio que no venía por toallas y sabía muy bien que esta era mi habitación porque apenas llegaron mi madre les mostró toda la casa y por lo que he notado Samanta tiene una gran memoria

No quise preguntar y que la cena se arruinará así que solo le dije donde quedaba el baño y apenas salió mire mi caja fuerte todo seguía intacto así que salí de mi cuarto y lo cerré con llave por si ella volvía. La cena siguió normal y Mark era un gran tipo lo único que no me gustaba era su hija Samanta ella no me daba buena espina por eso me he mantenido alejado de ella"

Pero ahora está aquí, lo bueno es que solo trajo comida de mi madre. Lo malo es que no recuerdo haberle dicho a nadie donde vivía actualmente...

Una historia de amor en DubrovnikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora