Capítulo 15: "A ver como sales de este embrollo, Marinette"

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Desde que habíamos regresado al hotel Tikki no paraba de parlotear acerca de todas las aventuras con villanos que había tenido estos últimos años.
Claro esta que había evitado mencionar que aquellas las había vivido con Kagami, aunque supuse que sabía que yo ya tenía idea de todo eso.

Le conté sobre las mías, desde el primer día que llegué a Nueva York, cuando conocí a Andrew y a Lexie. La primera vez que aprobé con 10 un examen súper importante. El día que conseguí mi primer trabajo, hasta incluso cuando conocí a Austin.

Con Tikki parecía como si el tiempo nunca hubiese pasado, como si siempre había estado allí conmigo, en Nueva York.

—¿Extrañas a Kagami?— me atreví a preguntar, cuando habíamos dejado de hablar de mi.

—Claro que la extraño, viví con ella muchos años después de todo— dijo.

—Entiendo...— di un sorbo a mi té.

—Aunque la verdad es que...si, quise mucho a Kagami, fue una excelente portadora. Pero creo que nunca llegamos a ser amigas, no al menos como lo éramos tú y yo.

No quise sentirme contenta con eso, pero lamentablemente no pude evitarlo.

—Intenté acercarme a ella, pero...creo que el haber sido yo tan cercana a ti no ayudó. Cada vez que pensaba que rompería su coraza, algo se lo impedía. Y lo entendí por su puesto.

—Lamento oir eso, Tikki— me disculpé sinceramente. —Y lamento que hayas tenido que separarte de ella por mi culpa.

—No fue tu culpa. Tarde o temprano Kagami dejaría de ser la portadora del Miraculous.

—¿Por qué?

—Ella y Adrien nunca estuvieron muy bien. Y ella solo aceptó ser Ladybug para acercarse más a él en su momento. No lo sé...quizás pensó que si se ponía tu disfraz y estaba con el...tal vez conseguiría olvidarte.

Mi corazón se estrujó al oír eso.

—¿P-pero, porque decidieron casarse si no estaban bien?— pregunté.

—Eso es lo que nos preguntamos todos— levantó sus pequeños hombros. —Cuando Plagg me contó que Adrien le había propuesto matrimonio a Kagami ninguno de nosotros podía creerlo. Estábamos seguros de que pronto iban a terminar. Kagami ya no soportaba más que Adrien no podía darle lo que quería, y Adrien no soportaba más no darle lo que ella necesitaba.

—¿Entonces que crees qué pasó?

—Ambos están solos en este mundo, Marinette. No tienen a nadie, se tienen el uno al otro, pero no se aman. Supongo que Adrien pensó...que si se casaba con ella finalmente terminaría con esa etapa de soledad. Y Kagami pensó que si Adrien se casaba con ella, por fin tendría a alguien solo para ella. Además, ella...—Tikki cerró su boca rápidamente y se metió un macarrón en la boca.

—¿Que? ¿Ella que?—levanté una ceja

—Nada...

Miró hacia otro lado, nerviosa.

—Tikki...— puse mala cara.

—Ahg, ¡bien!, pero promete que no se lo dieras a nadie— señaló con su dedo.

—Lo prometo.

—Ella jamás quiso hablar mucho de eso, de hecho creo que soy la única que lo sabe...

—¿Saber que?

—Kagami siempre estuvo enamorada de alguien más, al igual que Adrien— soltó con una risilla.

Mis ojos se abrieron de par en par.

—¡¿De alguien más?!— exclamé.
—¿Quien?

—De Félix, el primo de Adrien.

Después de soñar tantos añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora