—No sabes cuanto siento todo lo qué pasó— sinceró la morena desde el otro lado. —Nino se comportó como un idiota.
—No, Alya. Esta bien, tiene razón.
Suspiré. Era la segunda copa de vino que me bebía sola en la habitación del hotel.
Era finde semana, y eso significaba que el próximo me iría.
Me dije a mi misma que pasaría estos últimos días en el lugar donde había crecido, feliz, saliendo, haciendo cosas para divertirme. Sin embargo ahí estaba, sola, triste, y encerrada bebiendo una costosa botella de vino que había encargado unos minutos atrás.—No, no la tiene. No tenía derecho de decir todas las cosas que dijo— sonaba realmente molesta.
—¿Has hablado con el?— di un trago a mi copa.
A penas tenía veinticuatro y ya me comportaba como una solterona de cuarenta.E iba en camino...
—No, ni pienso hacerlo— respondió rápidamente. —, ha estado evitándome toda la semana. Por mi que se vaya al infierno.
—Alya...no seas tan dura con el— le intenté tranquilizar. —Solo estaba tratando de ayudar a su amigo.
Vaya...recién llegaba y ya causaba una infidelidad, y una pelea entre mi amiga y su pareja.
Que maravillosa persona resultaste ser, Marinette, eh...
—No es sólo por lo de Adrien— dijo. —Ha estado raro conmigo desde haces meses. Siempre llega a casa malhumorado, se queja de todo y hasta casi ya no tenemos intimidad.
—¿De verdad?
—Te lo juro. Hace meses que no me toca un pelo— sonó frustrada. —Estoy empezando a hacerme ideas locas...
—¿Que ideas?
—De que me está engañando con otra mujer— tragué grueso. Recordaba lo que hice hace poco y se me revolvía el estómago.
—Estas volviéndote loca, Alya— hablé rápidamente. —¿Como Nino va a engañarte con alguien?, el te ama.
—Ya, pero...¿y si se le fue el amor?— cuestionó tristemente. Por lo que sabía, Nino había salido y ella ahora estaba en su casa, ahogando sus penas en alcohol al igual que yo.
—Mira...nada es excusa para engañar— dios, que ironía que yo lo dijese. —No creo que el te esté engañando, pero si llega a ser así...vaya, deseará no haber nacido.
Si...el alcohol estaba empezando a pegarme fuerte.
Oí a Alya reírse desde la otra línea.—Debimos habernos juntado hoy— murmuró, un poco más cansada, producto de los tragos. —Estamos haciendo prácticamente lo mismo pero cada una en otro lugar. ¡La amante y la engañada!
—¡Oye!— la oí reír a carcajadas desde el otro lado. —¡No me digas amante! Me lastima.
—Si, si. Claro.
—Estoy hablando en serio— bebi de un solo sorbo lo que me quedaba de la copa.
—Me siento mal por lo que hice. Aunque solo fue un beso.—Si...porque nosotros llegamos antes— siseó burlona. —Porque si llegábamos después, vaya...que escena agradable hubiésemos presenciado.
—Alya...— le reté completamente ruborizada.
—¿Que?, ¿me dirás que no hubieses seguido?— me serví otro trago de vino, mientras negaba avergonzada. —Vamos...es Adrien Agreste. ¡Llevo oyéndote hablar de él desde los trece!
La campana me salvó, o mejor dicho, el sonido de la puerta.
—Están llamando a la puerta de mi habitación— anuncie rápidamente.
—Seguramente es la otra botella de vino qué pedí.
![](https://img.wattpad.com/cover/261887117-288-k539335.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Después de soñar tantos años
Hayran KurguMarinette y Adrien derrotan a Hawk Moth junto con la ayuda de los demás héroes. Adrien está devastado, pero por fin viviría una vida real junto con sus amigos y la chica a la que ama. Pero...Marinette, cansada de todo decide marcharse de Paris para...