50 Minutos habían pasado y el seguía hablando, no me importaba. Reí, el era un psicólogo, claro ¿Qué iba a hacer si no?
—¿No vas a hablar?.—Dijo—.
—No.—Dije—.
—Lo acabas de hacer.—Sonrió victorioso—.
—Tuche.—Dije y reí al mismo tiempo—.
—Linda sonrisa.—Dijo—.
—Se supone que no debes coquetear con pacientes.—Dije—.
—¿Quién dijo que estoy coqueteando?
Dios, que idiota ¿Qué había dicho?.
—Sabes, mejor cambiemos de tema.—Dijo—. ¿Qué te gusta hacer?
—Escribir.—Dije—. Me hace sentir libre y dejar desahogarme libremente.
—Me imagino que escribes sobre tristeza ,odio y frustración.—Arqueo una ceja—.
—Comenzamos de nuevo, ¿Por qué las personas como yo no podemos imaginar
un final feliz?.—dije—. Puedo escribir de cualquier cosa que se me ocurra, hasta
de usted.
—¿Y que dirias?
—Señor.—La secretaria interrumpió—.Termino el tiempo.
Seguido de esto se fue.
-Lastima.—Dijo—. Me hubiera gustado que me describas. La próxima sesión.
—Sonrió—.
-Si estoy viva.—Murmure, pero el parecio notarlo por que su cara se transformo
a preocupación—.
—¿Sabes?, cambiare la cita. Mañana vuelve.—Dijo—. Por cierto, solo se tu
apellido ¿Me harías el favor...?
—Sarah.—Dije—.¿Y usted?
—Ian Hemsworth, un gusto.—Me estrecho la mano—.
Realmente me hacia reir, pero ahora lo mismo de siempre volver a casa, al infierno.
—¿Cómo te fue?.—Dijo mi madre—.
—Bien.—dije desinteresada—.
—Me dijeron que cambiaron tu cita para mañana. —Dijo—. Eso es malo.
—¿Por qué?—dije—.
—Cariño, trabajo.
—Puedo ir sola, ya casi soy mayor de edad.
—No te creo, eres capaz de escaparte.
—Entonces si ir a trabajar, es acostarte con el vecino para mi está bien.
—¿Qué?.—La interrumpi—.
—¿Crees que no te vi?.—Grite—.
El resto del camino a casa fue callado y frio, ya no tenía la misma relación con
mi madre y unas de las tantas cosas, fue por eso.
La muerte es algo inevitable, ¿por qué no adelantarla?. La vida es como un
juego de póker que pronto tendrá su fin, pero nosotros no seremos el ganador, eso es obvio, por eso tratamos de arriesgarnos y divertirnos.¡El psicólogo! Él era perfecto parecia Lucifer, sus ojos azules y su pelo color
negro me hacían suspirar, era algo mayor de edad ¿Pero qué diablos importa?¿Qué paso con eso de "para el amor no hay edad"?
No me importaría de terminar en el infierno con tal de verlo a el... ¿¡Pero que estaba diciendo!?
Tengo que despejar mi mente, quizá antes de matarme necesite conocer el amor. Si, lo había pensado pero me parecía idiota.
Hablando de despejar mi mente, el quería que lo describiera ¿Cómo lo iba a describir si no lo conocía? "Las apariencias engañan" quizá a el no le importaba.
Okey el parece, mujeriego , orgulloso, alocado.No lo se, quizá si quizá no.
No podia jusgar a alguien solo por su portada.
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Él Ángel de la suicida
RomanceSu luz me salvo El me ayudo cuando nadie más lo hacía, cuando nadie más entendía Cuando lo conocí, mis noches se volvieron más cortas. Mi música más pasiva Mis comidas más grandes. Mis mangas más cortas. Mi corazón sano, mientras que el de él se rom...