Capitulo 9

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– Ian .–Dije–. Dejame sola, ya puedes desaparecer como siempre lo haces.

–Sarah .–Parecía arrepentido–. Lo lamento, no quise decir eso...

–Solo dejame, ¿Si?
 
Miré a otro lado y el había desaparecido, lo que dijo realmente me había dolido.

Miré el reloj y eras las ocho pm, subí a mi cuarto y entre a Facebook, aunque no lo crean era bastante popular en Facebook, tenia muchos amigos... Virtuales, pero a veces son mejores que los reales, tal vez porque te dicen lo que quieres oír y no la triste realidad de los de afuera de un monitor, ademas si te peleas, es mas fácil ¿No?.

Miré mis solicitudes de amistad y me encontré con una que decía Paul Simon, era el chico del parque. «Aléjate de el» Las palabras de Ian resonaban en mi cabeza, no lo dude y presioné en aceptar. A los cinco minutos de haberle aceptado recibí un mensaje de el mismo.

« –¡Hola chica suicida!

–Hola ¿Como me encontraste?

–Me dijiste tu nombre, no hay muchas personas que se llamen Sarah con H al final.

–Si, debo ser la única en el resultado del buscador... Vi tu brazo.

–Tu y una tal «Saritah Jiménez», si lo sé.

–¿Todo bien?

–Si, ya no lo hago, tranquila. Ya encontré algo que me gusta y vale la pena seguir vivo. ¿Y tu?

–Tambien, ya no lo hago. ¿Que cosa encontraste?

–A ti...

–Ja, Oye debo ir a cenar, luego hablamos ¿Vale?

–Te espero.

Fin de la conversación...»

Era lindo, pero digamos la verdad, mis sentimientos hacía Ian no desaparecían por mas de que no sabia lo que era.
Mentí con lo de ir a cenar, pero es la única manera de acabar conversación, ademas me asusto un poco lo de «A ti» pero bueno, existe el amor a primera vista ¿Verdad?.

–Sarah .–Mire detrás de mi y estaba Ian–. Discúlpame.

–Esta bien, tranquilo. No sabes cuantas veces me han dicho que no quisieran estar conmigo, no duele, ya es la costumbre.

–Te conozco .–Dijo–. Se que duele, no me puedes engañar.

–Oye .–Dije cambiando de tema–. ¿Te pareces si hacemos lo de «Paciente y psicólogo»?  Lo necesito.

–Me gustaría .–Sonrió–.

Ian bajo al escritorio de mi padre y arrastro un sofá, pareciendo al de su consultorio.
Me senté en el sofá que había arrastrado mientras que el en la silla de mi padre.

–Recuerda .–Dijo–.Ignora que soy Ian, solo soy un psicólogo más.

–De acuerdo. .–Dije al compás–.

–¿Como te sientes Sarah? .–Parecía que había cambiado de  personalidad–. Veo que tus heridas están cicatrizando.

–Muy bien .–Sonreí–. De hecho conocí a una persona que es igual a mi, me hace bien.

–Es bueno que conozcas gente nueva .–El actuaba como si estuviese nervioso y quisiese decirme algo–. Y ¿Como es su nombre?.

–Paul.

–¿Ese nombre invento ese idiota?, Disculpa .–Dijo al darse cuenta que lo había dicho en voz alta–.

–¿Que? ¿Invento? .–Dije confundida–. Se suponía que no íbamos a confundir lo personal con lo Psicólogo.

–Lo se, lo lamento. Debo confesar que estoy algo celoso.

–Lo se .–Me paré y me acerque a el–.

–Sarah .–Dijo parándose al mismo tiempo que se acercaba a mi al igual que yo–. Te quiero... Y mucho, eres la mujer de mi vida.

–No me confundas, por favor .–Dije–.

No podía negarme, realmente lo quería, lo necesitaba. Nuestros rostros se acercaron y nuestros labios estaban a centímetros del otro.

–«No dejes para hacer mañana algo que puedes hacer hoy» .–Dijo al mismo tiempo que nuestros labios se juntaban–.

Fue el beso mas hermoso que nos dimos, bueno solo fue uno, dos con este. Nuestros labios encajaban perfectamente sin un espacio abierto, este beso era dulce como la miel, suave como un trozo de seda y cálido como una tarde de verano.
Al abrir los ojos me encontré con un Ian sonriente.

–Te quiero –Dijo–. Como no te imaginas,quizá sea por que es lo único que puedo y amo hacer.

Nuestros labios se juntaron para otro beso pero mas corto, como de despedida.
Cuando abrí los ojos, Ian se había ido. Fue la primera vez que se va en un momento que no hubo una batalla campal.

Subí a mi habitación y me encontré con un mensaje de Paul.

« –Oye, ¿Mañana quieres que nos encontremos en el parque?

–Me encantaría, ¿Por que no?. »

No iba a negarle, se lo feo que es que te rachasen, sea quien sea. Busque mi ropa para el día siguiente, me acosté en mi cama y me quede dormida enseguida.

Cuando desperté fue mi sorpresa al encontrarme con Ian viéndome fijamente.

–¿Que haces? .–Dije casi enojada–.

–Te veo dormir .–Dijo–. ¿No es casi obvio?
Parecía que quería provocarme pero solo provocó que riera.

–No me digas .–Dije–.

–Eres muy hermosa al dormir .–Sonreí–. Y tranquila, algo que despierta no eres.

–¿Que no soy, ser hermosa o tranquila? .–Dije–. Dejame contestar por ti, las dos. Por favor ¿Me dejas vestir?

–Está bien .–Gire mi vista y volvió a desaparecer–.

Me vestí y recordé que hoy me encontraba con Paul a la noche, así que me vestí. El día transcurrió rápido, mas de lo normal.
Cuando ya llego la hora partí para el parque.
Cuando llegue me encontré con la sorpresa de que había venido antes que yo.

–Hola .–Dijo mientras sonreía–. ¿Como estas?

–Bien .–Dije–. ¿Y tu?

–Bien, ven vamos a hacer algo
 
En el parque habían hecho un "Parque de diversiones" por así decirlo, tenían muchos juegos y e incluso una «Vuelta al mundo» gigante. Paul decidió subir a esa, yo le seguí por detrás, realmente la estábamos pasando bien. Cuando llego nuestro turno subimos los dos solos.

–Mierda .–Dije al notar que estábamos muy alto–. No pensé que era tan alto.

–Tranquila estoy aquí.–Dijo Paul mientras me tranquilizaba, yo solo cerraba los ojos–.

Cuando los abrí me encontré con un Paul muy cerca de mi rostro, cuando me di cuenta nuestros rostros se habían juntado... ¡Me había besado!.

Este beso al comparación del de Ian, era frío y amargo, no era feo, pero era de una manera que no podía describir. Me hacía Recordar a la nieve junto con un paisaje todo congelado y a una yerba ¿Mala?.

Si pones en comparación a Ian y a Paul, creo que ya sabemos quien es el Ángel y quien el Demonio, por así decirlo.

 Él Ángel de la suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora