Tsubasa siempre se siente como una carga para su familia, no sólo porque tienen que pagar mucho dinero por sus maestros particulares y el psicólogo, sino también porque les causó muchos problemas varias veces, como la vez en que tuvo el accidente automovilístico hace algunos meses...
Sí, no sólo tuvo una vida solitaria por el hecho de que nadie quería estar cerca de él, también sufrió un accidente por culpa de un auto en la calle, luego de que al año de nacido lo estuvo por atropellar un camión.
Parece que la vida quiere que un vehículo cualquiera me atropelle. Piensa Tsubasa varias veces, luego de analizar esos hechos. Lo que pasó hace unos seis meses fue que estaba jugando con su balón de fútbol en la calle, cuando chocó con un señor en la acera, y su balón rodó hacia la calle.
─¡L-lo siento mucho, se...!
─¡Fíjate por donde vas, mocoso de mierda!
Sus piernas temblaron como fideos. Quedó helado en su lugar. Empezó a sudar, a ponerse nervioso. Sus lágrimas luchaban por salir.
Pero al ver a su querido balón en la calle, su primer impulso fue correr al medio de la calle, sin mirar a ambos costados... todo con tal de tener a su balón en sus brazos.
─¡Oh, amigo!─ lo abrazó y escondió su cara en él─¡Tú eres lo único que no me grita en este mundo...!
Bocina de auto. El azabache levantó la mirada y se encontró con aquel auto acercándose a él. Otra vez quedó estático en su lugar, mucho más nervioso y asustadizo que con aquel señor.
─¡NIÑO TONTO, MUÉVETE DE AHÍ!─ le gritó aquel sujeto con quien había chocado en la acera.
Pero Tsubasa no hacía caso, cuando estaba muy, muy, muy asustado, lo único que podía hacer era quedarse helado en su lugar, y esperar a que lo peor pase...
El auto lo golpeó fuertemente, y Tsubasa quedó tendido en el suelo. Las pocas personas que había presentes, quedaron estupefactas al presenciar tal acto trágico.
Aunque el niño no murió, esto iba a implicar un largo período internado en el hospital; se iba a perder de tantas cosas para su edad, algo que cualquier adulto lamentaría con todo su corazón. Afortunadamente Tsubasa no sufrió daños en su médula y en el cerebro en general, por lo tanto no quedó con paraplejía ni cuadriplejía, pero estuvo tres meses en coma. Fue un verdadero milagro que no le pasara nada. Natsuko y Kodai lloraron tanto al ver a su hijo en ese estado por tanto tiempo. Lo peor es que Tsubasa es hijo único, si hubiese pasado a mejor vida, sus padres hubiesen quedado más que devastados.
─¡Oh, no puede ser! ¡La vida es tan cruel con mi niño! ¡¿Por qué le tuvo que pasar esto?!─ exclamó Natsuko el día en que Tsubasa despertó finalmente.
─L-lo siento, mamá─ se disculpó el joven, totalmente apenado.
─No te preocupes, querido. Ya pasó. Los doctores dijeron que ya estás totalmente recuperado y que ya te podemos retirar a casa. Vas a volver a ver tu casita después de tres meses─ le anunció con una gran sonrisa.
Tsubasa sólo se limitó a sonreír levemente.
─Qué felicidad. Lo único que me gusta en la vida es estar con ustedes y con mi balón de fútbol... Por cierto, ¿dónde está?
─Te está esperando en tu habitación─ le respondió Kodai, su papá.
─Mi amigo... mi amigo me está esperando─ dijo el azabache con los ojos llorosos.
Sus padres sonrieron de manera agridulce. La única persona a la que su hijo llama "amigo" es a un balón de fútbol...
Ese día cuando lo retiraron del hospital, lo llevaron a casa para que pudiera estar un rato en su hogar, con su querido balón de fútbol, y después lo llevaron a McDonald's a comer una buena hamburguesa con papas fritas, y de postre un helado enorme para sacarle una sonrisa enorme a su hijo, quien pudo sonreír bastante ese día, a pesar de sentirse un poco mal consigo mismo.
¿Acaso sólo servía para causarle tristeza a sus padres? El accidente, costear las clases particulares y el psicólogo, los problemas que genera por culpa de que los maestros le viven reclamando a sus padres la poca atención que pone en clases.
─Señores, tenemos que hablar del comportamiento de su hijo─ un día el maestro de la clase de Tsubasa citó a los señores Ozora para hablar de sus bajas notas─. No hace nada en clase, siempre que lo veo está mirando ese mugroso balón que lleva todos los días a clase, o mirando para afuera a través de la ventana, o dibujando algo en su cuaderno. Si me está mirando, pareciera que está poniendo atención a lo que estoy explicando, pero eso no se demuestra en los trabajos de clase. Casi todas las hojas que entrega están en blanco, al igual que las pruebas, y nunca participa en oral. Yo creo que este niño tiene la cabeza en las nubes en vez de en el salón de clases. El año pasado aprobó porque se nos hizo muy injusto reprobarlo por perderse los últimos tres meses del año debido a ese accidente automovilístico, pero no crean que se va a repetir este año, señores Ozora. Este niño está por pasar a secundaria, y si no puede aunque sea realizar operaciones combinadas, no va a sobrevivir al resto de su vida.
Y muchas quejas más de este estilo. La triste verdad es que Tsubasa tiene la cabeza a decenas de miles de kilómetros del salón de clases, la tiene en otros lugares como un estadio de fútbol gigante donde se enfrentan los mejores jugadores del mundo: Messi, Ronaldo, Mbappé, Modric, Neymar, entre otros. Eso es algo que ama, y cuando fue el Mundial de Rusia, hace relativamente poco, no se perdió absolutamente ningún partido.
Fue un momento mágico para él, lo disfrutó de verdad. Sufría mucho por el colegio, porque en esos días eran las clases de verano, pero volver a casa, fresco y con el televisor listo para ver a varios países del mundo enfrentándose, le levantó los ánimos.
Porque ese accidente automovilístico fue feo en muchos aspectos, se perdió los últimos tres meses de clase de quinto año, los profesores y el equipo de Dirección lo perdonaron y lo aprobaron, pero con apenas suficiente, y además, esos meses de coma hicieron que Tsubasa olvidara un par de cosas, esa fue la consecuencia más notoria que tuvo. De su infancia sólo recuerda a sus padres y a su casi muerte por un camión. Solamente olvidó la gran mayoría de las cosas de sus primeros años, exactamente desde su nacimiento hasta los siete años más o menos.
Es una gran pena, porque olvidó un momento de sus doce años en el que fue verdaderamente feliz y llegó a tener a otra persona en su vida que no era sus padres...
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𝗘𝗟 𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢 𝗗𝗘 𝗠𝗜𝗦𝗔𝗞𝗜 ❱ 𝗖𝗧 ✔ #CTAwards2024
Fanfic❝🌸❞ ─────────────── 𝖑𝖆 𝖛𝖎𝖉𝖆 𝖊𝖘 𝖊𝖑 𝖗𝖊𝖌𝖆𝖑𝖔 𝖒𝖆́𝖘 𝖒𝖆𝖗𝖆𝖛𝖎𝖑𝖑𝖔𝖘𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖙𝖊 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖊𝖓 𝖉𝖆𝖗, 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖈𝖔𝖓𝖔𝖈𝖊𝖘 𝖙𝖔𝖉𝖔 𝖙𝖎𝖕𝖔 𝖉𝖊 𝖕𝖊𝖗𝖘𝖔𝖓𝖆𝖘, 𝖙𝖎𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖒𝖚𝖈𝖍𝖔 𝖕𝖔𝖗 𝖆𝖕𝖗𝖊𝖈𝖎𝖆𝖗, 𝖈𝖗𝖊𝖆�...