Tsubasa se despidió de su escuela con una enorme sonrisa en la cara. Segundo día de clases y ya hizo una cantidad de amigos más grande que la que "hizo" en sus doce años de vida. Bueno, en realidad, quitando a ese amigo que cree que hizo hace unos cuantos años, el resto fueron amigos falsos y tóxicos, que no hicieron más que romperle el corazón mil y un veces como si él fuese una jarra de vidrio. Pero para su fortuna, esos días han quedado atrás. Ya no está en el pasado, este día es sobre el presente, que va a llevar también a un futuro esperanzador. Está en una escuela mucho más linda que la anterior, está rodeado de compañeros más tolerantes y hasta simpáticos la gran mayoría, y un maestro que no lo presiona ni basurea para que aprenda. ¿Qué más puede pedir?
─Ishizaki─ le dijo a su nuevo amigo antes de irse, te doy las gracias porque hayas decidido ser mi amigo.
─No tienes que agradecerme, eres muy simpático y muy buena persona, eso es lo que a la gente le gusta al momento de hacer amigos.
─Todas las personas deberían ser así, y no fijarse en los gustos de los demás para después criticarlos y basurearlos.
─Ya entendí, lo dices porque los compañeros de tu antigua escuela eran así, ¿verdad?
Tsubasa asintió.
─¿Tú... realmente me quieres como amigo aun sabiendo que le hablo a un balón de fútbol?
Ishizaki se sorprendió por su pregunta; el azabache miró al suelo.
─No me importa que hables con una pelota.
─¿Eh?
─¿Quién soy yo para criticar a alguien? Eso de criticar al otro por como es no me parece algo que tenga sentido, además, todos en nuestra infancia hemos hablado con cosas que ni siquiera hablan, yo de pequeño le hablaba a las hormigas─ rio─. Pero en tu caso es porque el balón es muy especial para ti, y es lo único con lo que te pudiste sentir cómodo el resto de tu vida, ¿para qué voy a criticar algo como eso?
─Ishizaki...
─Tsubasa, no debes temer, nosotros no somos como esos malditos que se burlaron de ti. No te puedo asegurar que todos en la escuela son como nosotros, pero si alguien quiere molestarte, mándalo a la mierda, tú eres mucho mejor que todos en la escuela, tienes habilidades increíbles en el fútbol que nadie en esta escuela tiene, eso debe hacerte sentir orgulloso, pero sobre todo, eres la persona más sincera que he visto, y lo demostraste diciéndonos a todos lo que te pasó y que te cuesta estudiar por los traumas que cargas. Tsubasa, vales oro─ le dio un abrazo.
Al azabache le brillaron los ojos. No tuvo el aliento suficiente para decirle cuánto lo quería y cuánto agradecía por su existencia, lo único que pudo hacer en ese momento fue dejar salir unas cuantas lágrimas que ni él se dio cuenta que dejó salir hasta que Ishizaki se separó del abrazo y lo vio llorando.
─Ay, Tsubasa, te emocionaste.
─¿Eh? Oh, lo siento─ se quitó las lágrimas con el antebrazo.
─No te disculpes por llorar, es totalmente normal. Ven, vamos al baño a lavarte la cara.
─Muchas gracias, Ishizaki─ le dijo con una sonrisa temblorosa, y lo siguió al baño para que pudiera lavarse la cara.
Tsubasa no pudo haber tenido mejor suerte en estos dos días de clase, mejor dicho, en estos últimos cinco días, porque este gran cambio comenzó el jueves cuando conoció a Misaki, con el correr de los días fue viendo al mundo de otra manera, gracias al apoyo y recomendaciones de Misaki, Tsubasa no es solamente un poco más culto, sino que pudo abrir su corazón, y conoció a las personas indicadas en su vida. Y pensar que hace siete días exactos había sufrido una bofetada de parte de su ex maestro particular, había tenido un día de mierda en la escuela, y se seguía aferrando al fútbol como su vida, cuando ahora puede encontrar la diversión también en otras personas, como hacía años que no experimentaba. La vida sí que sabe dar tantas vueltas en tan sólo unos días.
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𝗘𝗟 𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢 𝗗𝗘 𝗠𝗜𝗦𝗔𝗞𝗜 ❱ 𝗖𝗧 ✔ #CTAwards2024
Fanfic❝🌸❞ ─────────────── 𝖑𝖆 𝖛𝖎𝖉𝖆 𝖊𝖘 𝖊𝖑 𝖗𝖊𝖌𝖆𝖑𝖔 𝖒𝖆́𝖘 𝖒𝖆𝖗𝖆𝖛𝖎𝖑𝖑𝖔𝖘𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖙𝖊 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖊𝖓 𝖉𝖆𝖗, 𝖕𝖔𝖗𝖖𝖚𝖊 𝖈𝖔𝖓𝖔𝖈𝖊𝖘 𝖙𝖔𝖉𝖔 𝖙𝖎𝖕𝖔 𝖉𝖊 𝖕𝖊𝖗𝖘𝖔𝖓𝖆𝖘, 𝖙𝖎𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖒𝖚𝖈𝖍𝖔 𝖕𝖔𝖗 𝖆𝖕𝖗𝖊𝖈𝖎𝖆𝖗, 𝖈𝖗𝖊𝖆�...