(*•*•*•*•*•)
Jake
Estaba con la mente hecha mierda, y en mi corazón probablemente tenía la tercera guerra mundial siendo desatada. Nunca me había sentido tan miserable como anoche, jamás había sido alguien que acostumbrara a recibir una mirada fría de Valerie.
Hubiera preferido que me odiara, a recibir su indiferencia, al igual que hace 5 años. Desde hace un par de semanas mi carácter se había vuelto intolerable incluso para mis padres. Ese día que creía haberla visto en la cancha me volvió loco, de cierta manera. Comencé a verla en todos lados, a confundirla, y esto me estaba volviendo un imbécil de mal carácter, e incluso Dylan me había reprochado lo idiota que estaba siendo. Mi madre siempre había sido comprensiva, y completamente partícipe de las veces en las que la culpa me consumía por ignorar a Valerie por años.
Ese día que la vi salir de su pastelería y verla mentirme justo al rostrohizo que me enojara, en demasía. Lo sentí como una traición hacia a mí. Mi padre notó la tensión esa misma noche durante la cena, y pudimos arreglarnos a los pocos minutos. Me dijo que incluso él desconocían la llegada de la hija de Henry a LA, eso le fue extraño incluso para él, cuando la confianza entre ellos era más que grande. Era obvio que yo conocía por qué había "omitido" ese detalle.
Al observar a Valerie ayer, juro que me replanteé si la había perdido para siempre, porque nunca había sentido la frialdad de su voz y la dureza de su mirada.
También me pregunté cómo podía no haberme dado cuenta que ella estudiaba en la universidad que habíamos planeado para nosotros desde que éramos unos niños, porque si era sincero conmigo mismo, ni siquiera esperaba que Taylor deseara regresar alguna vez a este lugar.
¿Hasta qué punto mis ganas de cuidarla la habían dañado tanto?
Reprimí mis ganas de abrazarla cuando apenas la miré frente a mí, con su cabellera rizada cayendo por su delicado rostros, su entrecejo fruncido debido a la molestia, y sus ojos temperamentales. Quise decirle que yo le había pertenecido de todas las formas físicas y espiritualmente posibles, que entre mis más vanos pensamientos ella lograba adueñarse y lograr hipnotizarme completamente:
No podía seguir permitiendo ella me odiara por las razones equivocadas. Porque si bien fui culpable, al menos quiero que me aborrezca sabiendo la verdad, y no por otra mentira.
Me dirigí a la salida de mi casa, encontrándome a mi madre sentada en el sofá mirando una película con mi padre, abrazados.
—¿Ya te vas, cariño?—preguntó ella con una sonrisa. Me preguntaba si alguna vez tendría algo como lo de mis padres con Taylor.
Asentí con la cabeza—, hay cosas que debo de solucionar
Ambos me miraron sin saber exactamente a qué me refería.
Solo me despedí y busqué las llaves de mi auto. Debía hablar con el padre de Valerie antes de hablar con su hija, quería ser completamente sincero con ella, no una verdad a medias. No quería más mentiras si estaba dispuesto a luchar por ella.
Llegué al bufete de abogados más grande de toda California. Gamble era uno de los abogados más exitosos de todo el estado, fruto de ello había construido su empresa, en el centro de la ciudad.
Me alegré enormemente de saber que luego de su ex esposa había seguido adelante por Valerie
Entré a la recepción del edificio anunciando mi llegada. Dejándome subir a la oficina, no importaba cuan ocupado estuviera, Henry siempre tenía tiempo para la familia, pues a mí me consideraba parte de ella.
—¡Jake!—exclamó con emoción al verme—. ¿Qué te trae por aquí? Tu padre olvidó algún documento?
—Señor Gamble, ¿Cómo ha estado?—murmuré serenamente.
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Baby, why?
Teen FictionValerie Gamble siempre soñó con un amor de película. De esos de los que te hacen suspirar en su primera cita, de los que te hacen creer que el amor si te da la felicidad, ella quiere tener la típica cita cliché en donde el chico la lleva al cine y f...