𝔼𝕝 ℂ𝕠𝕟𝕕𝕖 𝕁𝕖𝕠𝕟 → KOOKMIN → OMEGAVERSE

Burdel / Uno

Capítulo 1 "En un burdel de la ciudad"

Miuzzana Bar - Zona Sur (2000)

"¿Cómo es posible que ese hombre esté aquí, libre, si en realidad su vida era parte de esa barbarie y lo mantenían encerrado? ¿Realmente es él? No parece ser normal... ¿Acaso han visto sus facciones?" - el beta de cabello castaño preguntó a todos con curiosidad. En la mesa, todos observaban al joven omega en la barra, cruzado de brazos y bebiendo vino. Su cabello oscuro y perlado cayendo sobre la nívea piel de su rostro, los aretes de oro y el llamativo saco blanco que contorneaba a la perfección su cuerpo.

"Shhh... espera muchacho, esto es solo el comienzo. Déjenme contarles un poco la historia y lo entenderán... el omega no estaba del todo encerrado, él solo estaba enamorado, y a sus ojos, era casi lo mismo" - el señor de mayor edad le respondió al beta, con el cual compartían uno de las más finos vinos de Miuzzana.

"¿Casi lo mismo? Comparar el encierro con amor... ¿no es un poco extremista?" - esta vez fue el dulce omega sentado junto al beta el que preguntó.

"No... para nada extremista. Y usted también podrá pensar eso si escucha la historia que tengo para contarles" - el viejo respondió con paciencia, al fin podría contar la historia... aquella que sonaba como una leyenda en el Sur. La joven pareja se había mostrado curiosa desde un principio, invitándolo a tomar asiento junto a ellos cuando lo escucharon murmurar - "Allí está él, ha vuelto, es el omega por excelencia, el de la historia, el que están buscando"

Sería una historia excelente, solo que aún no tenía final.

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(Recuerden que esto que ha sido escrito en cursiva pertenece al tiempo presente, ahora volvamos al pasado, volvamos a la historia que el viejo le contará a la pareja)

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5to Burdel de Miuzzana- Ciudad de Alhambra - Zona Sur - Hace muchos años.

Era un día frío pero con miles de estrellas en el cielo; un Conde llegó desde la Zona Norte a la ciudad más famosa del Sur, Alhambra.

Los rumores de que el Conde Jeon estaba en la ciudad con sus mejores escoltas se tornó cada vez más fuerte. Si aquel alfa gustaba probar de alguno de los burdeles populares durante la guerra, todos debían estar preparados para él. Era un jodido coleccionista de omegas, era un alfa muy rico y poderoso, pero también uno muy demente y sádico. Aún así, todos lo respetaban, ya que era de público conocimiento que él había llevado al ejército del Norte a grandes victorias imperiales sin ayuda de nadie. Su ejército era leal, numeroso y sobre todo temerario.

Pero el rumor más fuerte no era sobre su carácter o sobre sus logros, el rumor más fuerte era que venía a buscar algo a la Ciudad, una humilde y devastada ciudad como Alhambra, que basaba su economía en la venta de frágiles y maltratados omegas. Nadie sabía, ni sospechaba, que podía ser lo que aquel peligroso Conde buscaba. Por eso, nadie creyó que Jeon terminaría en aquel lugar del pueblo...

Acompañado de sus soldados más leales, se dirigió aquella noche al quinto burdel, el más grande y por lo tanto más costoso, donde los puestos más altos del ejército iban a cumplir sus caprichos. Era el espacio para dejarse llevar, para olvidar los castigos de la guerra, porque allí los pecados no eran considerados como tales, eran una bendición que los alfas merecían experimentar.

La lujuria. La bendición más importante de todas ellas.

Porque todo puede morir y perderse en el cuerpo de un alfa, menos la lujuria que se apropia de su mente, por más herida que esté.