Cerezas / Diez

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Capítulo 10 - "Cerezas en una víspera de Cumpleaños"

El castillo aún conservaba parte de su naturaleza. Se había construido hace más de doscientos años, sobre un antiguo manantial. Mantuvieron las pequeñas termas y los árboles más exóticos que tenía el terreno... todo eso, bajo las órdenes directas del Gran Conde y de su hijo, Jungkook.

Éste decidió ir a relajarse en una de las piletas naturales que con mucho gusto Hoseok y Seokjin habían preparado para él. El vino, las cerezas, los aromatizantes, las finas burbujas... y sobre todo el silencio, eran los requisitos necesarios que el Conde tenía en su lista luego de la tensa cena que había tenido el placer de disfrutar.

Descansaba tranquilamente, con los ojos cerrados, pudiendo disfrutar de cada detalle que la naturaleza le regalaba... hasta que sintió algo extraño, uno de los aromas más hermosos del mundo, junto a unas manos delicadas que sujetaron sus hombros, y un aliento cálido que lo hizo estremecerse...

Sí, era Jimin. Su Jimin.

El omega comenzó a masajearlo sin decirle nada, aún fuera de la pileta. No quería mojarse o eso es lo que llegó a pensar, ya que en otra ocasión probablemente hubiese entrado. Y recorría con las manos su amplia espalda, finalizando en una de sus vértebras más bajas y retomando desde los costados de su cuello; su piel era un poco más áspera y hervía gracias al agua que permanecía tibia. Las burbujas facilitaban el movimiento, convirtiéndose en una fina capa blanca que no llegaba a ser espuma.

Era la situación más erótica y placentera que el Conde estaba pudiendo experimentar en el último tiempo, entre tantas batallas, discusiones y situaciones, que solo lo hacían volverse más infeliz y angustioso con él mismo.

Cuando los suspiros fueron más profundos, Jimin reemplazó sus manos por sus labios. Ahí fue cuando todo se volvió peligroso... y más al notar que el gusto de la cereza, que se había llevado anteriormente a la boca, iba quedando sobre la dulce piel morena... la misma que estaba lamiendo y degustando pacientemente.

"Deliciosas cerezas, Kook" - Jimin susurró, entre beso y beso.

"Puedo conseguirte más... las que tú quieras"

"Me encantaría"

El Conde giró la cabeza hacia atrás para poder encontrarse con su omega, con su seductor amante, que ya se encontraba sonrojado y con los labios más rojos que nunca debido al jugo de las pequeñas frutas. No pudo evitarlo y lo besó, sujetando su mentón con el único brazo que le quedaba fuera del agua. Fue un beso tranquilo, pero no por eso poco profundo, en donde sus lenguas se encargaron de todo el trabajo sucio. Hubo un hilillo de saliva que hizo que la separación se extendiera un poco más y después una sonrisa inusual, por parte de ambos, que hizo sonrojar un poco más al pelirosa.

"Ven aquí, conmigo" - Jungkook ordenó y Jimin entró, luego de quitarse las prendas. Tembló... ya que el agua le resultó algo caliente a su temperatura corporal. Se colocó entre las piernas y brazos de Jungkook y escondió su cabeza en el pecho ajeno... estaba comenzando a vibrar y no tenía idea del porque - "Hoy... no quiero obligarte a hacer nada"

"Hoy no quiero decepcionarte... hoy quiero que hagamos todo lo que tu desees"

"No creo que puedas soportarlo" - Jungkook bromeó, besando a Jimin en la frente, en las pestañas, en sus mejillas sonrosadas.

"Claro que sí, idiota, hoy puedes hacerme de todo, toda la noche" - como siempre, su carácter intratable salió a la luz y Jungkook decidió ignorarlo para no arruinar el momento.

𝔼𝕝 ℂ𝕠𝕟𝕕𝕖 𝕁𝕖𝕠𝕟 → KOOKMIN → OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora