𝔼𝕝 ℂ𝕠𝕟𝕕𝕖 𝕁𝕖𝕠𝕟 → KOOKMIN → OMEGAVERSE

Celos / Seis

Capítulo 6 – "Los celos"

"Ahora si Taemin, he nombrado la palabra... "amor" – el viejo advirtió, guiñando el ojo divertido"

"No entiendo como Jimin podía comportarse tan bien con el Conde, luego de que lo haya lastimado tanto" - Minho agregó, bebiendo un poco más de su copa de vino.

"Eso es algo obvio Minho, Jimin siempre supo que Jungkook era su predestinado y Jungkook siempre supo que Jimin también lo era. Se hicieron daño, se conocieron de una manera perversa, pero sus lobos estaban encantados el uno con el otro. La naturaleza es cruel"

"¿Por qué no ir en contra de la naturaleza si alguno de los dos es realmente cruel? - preguntó Taemin con angustia en su rostro.

"Taemin... ¿alguna vez has trabajado con predestinados? - Minho devolvió la pregunta - ¡Son catastróficos! ¡Son una catástrofe!

"Está en lo cierto muchacho" - el viejo respondió - los predestinados no son muy comunes... imagínense, conocer a tu otra mitad en el mundo, suena algo mágico. Pero una vez que lo encuentras, un alfa y un omega, son imposibles de separar, pase lo que pase".

🎻

Quince días habían pasado desde la última vez que Jimin vió a Jungkook caminar por la mansión. Estaba casi desaparecido, y nadie quería tampoco hablar sobre el tema. Aunque sí, Jimin se cansó de preguntarle a Taehyung dónde estaba el Conde, aunque éste siempre respondía: "¿Por qué preguntas? ¿Enserio te importa? Realmente no entiendo que clase de mente tienes... eres masoquista, hace solo unos meses lo odiabas"

La realidad es que él tampoco sabía porqué preguntaba. Mientras Jungkook no se encontraba, Jimin tenía absoluta libertad. Dormía a cualquier hora, comía lo que quería, a la hora que quería, con quien quería, se vestía como quería, evitaba los gritos, las amenazas...

Esas amenazas que tanto le dolían.

Le dolían por el simple hecho de que el Conde le había demostrado de lo que era capaz. Sabía que los típicos castigos no funcionaban con una persona tan fría como él, por eso optó por buscar su punto débil y si que lo había encontrado el día en que discutieron en su habitación y él descubrió su afinidad por los animales... en especial los pájaros.

Jimin había tenido compañía cuando era pequeño, entre tanta guerra y sufrimiento en la familia que le tocó vivir. Un perro y un pájaro... que se asemejaban a amigos en el medio de tanta soledad. Tuvo un deja vú al día en que ambas mascotas fueron asesinadas frente a sus ojos por unos soldados japoneses... solo por diversión y él, no había podido hacer nada.

Si tanto miedo tenía... ¿por qué simplemente no se escapaba?

Esa era la pregunta de los otros sirvientes, Seokjin, Hoseok y Taehyung... que se encontraban realizando las tareas diarias, como siempre, mientras él se mantenía sentado entre los arbustos, pensando y pensando, negando y negando, aquel vínculo que le hacía doler el pecho, que le quemaba el alma desde lo más profundo de los pensamientos.

Yoongi llegó desesperado, interrumpiendo la tranquilidad del castillo.

"Noticias noticias, Taehyung, llama a la Sra.Condesa... llámalos a todos..."

¿Condesa? Acaso hablaban de... ¿La esposa de Jungkook?

"El frente no logró penetrar la defensa del Sur... el Conde fue herido y hemos perdido muchos hombres. Volverá de imprevisto en cuanto podamos conseguir carruaje... será mejor que estén listos"

La cara de horror se implantó en Seokjin, que simplemente miró a sus compañeros y dio unas cuantas órdenes. Se quedó a solas con Yoongi, mientras esperaba algo más de información.