₊˚.༄🪞. 𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤 ❞
| Aeryɴ Jo, lα cнιcα odιαdα,
мαldιтα, нιjα de ғαυɴoѕ, ғυтυro de Nαrɴια.
Edmund Pevensie amaba a Emersyus.
Pero ella nunca pudo corresponderle.
Siglos después, encuentra a Aeryn Jo,
una desastrosa copia de su antepa...
...Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras, y quisiera exhalar mi último aliento abrasada en el aire que respiras. ( Carolina Coronado)
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PARTE I. 01 ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
PARECÍA QUE TODO HABÍA ACABADO. Después de todo, era su culpa que acabara así. Herido, amordazado y atado a un árbol en espera de lo peor.
Edmund creía que ya estaba más cerca que nunca de su final cuando, inesperadamente, su salvación vino en forma de mujer.
Un grupo de criaturas armadas habían hecho aparición en el campamento, acabando con cualquiera que se atravesara. Centauros, leopardos y faunos acababan con facilidad con los demás.
Por otro lado, el enano que lo había amarrado estaba a punto de llevárselo cuando una ¿mujer? lo noqueó habilidosamente con su espada. Tenía el cabello oscuro, orejas peculiares, cuernos y dos patas de cabra.
Rápidamente, se acercó a él y empezó a desatar las cuerdas.
—¿Edmund Pevensie? —preguntó acelerada.
Aún estando amordazado, asintió con la cabeza.
—Bien, tus hermanos te están esperando.
Acercándose más para quitar la venda de su boca, el niño se distrajo al apreciar de cerca su rostro.
No sabía si era por sus rasgos exóticos, o su inusual aspecto heroico, pero podría jurar nunca haber visto una mujer tan hermosa como la que tenía enfrente. Aunque era de esperarse. El niño no sabía que las mujeres de su especie tenían cierto encanto que atraía cualquier especie viviente.
Pero eso no era lo importante ahora, lo importante es que su familia lo estaba esperando. Necesitaba salir de ahí.
—¿Puedes correr? —le preguntó cuando terminó de liberarlo.
El niño asintió y se levantó de inmediato. Emersyus se puso a la par, tomó su lanza y fijó un camino sin oponentes.
Tomando la mano del niño, empezó a correr de vuelta al campamento.
—¡Espera, ¿a dónde vamos?!
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Por fin, el chico se había reunido con sus hermanos. Aslan ya había hablado con él, pero aún así se puso nervioso cuando la mujer que lo salvó lo llamó a una de la tiendas.
