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que yo también fui víctima.
Todos lo soldados le temían, esa mujer de cuarenta y ocho años era lo peor que a la Tierra le pudo pasar. Se decía que tuvo un romanse con el deprorable comandante Nibison.
—General Robby, preferiría que se los explicara el científico Otto. Él podrá utilizar términos más sencillos que los míos... Lo mío no es hablar, es ya sabe, actuar.
—Muy bien. Otto, adelante —. Un militar regordete se puso de pie en la mesa de reunión, tenía un pronunciado bigote mostacho y grandes cachetes. Se abrochó un botón de su cazadora y se acomodó los lentes, tras rascarse la garganta y secarse el sudor de la frente ocasionado por los nervios de estar frente a todos los generales, colocó de nuevo sus manos dentro de los bolsos de la cazadora y comenzó a hablar.
—Primero que nada quiero dar mis condolencias al general Robby, usted es un hombre muy valiente al igual que lo era su padre y ….
—Basta, he dicho que expliques que es la bacteria —Gruñó Robby.
—... Una disculpa general. Da, daré por iniciada la reunión entonces. El proyecto 《GÉNESIS》 es un experimento que hemos estudiado y ya está casi listo. Al frente de ustedes podrán visualizar unos planos donde se aprecia el mapa global de la Tierra, en rojo las zonas más contaminadas, en naranja las intermedias y en amarilla las más limpias. En color azul están las zonas habitables —. Un soldado alzó la mano.
—¿Las poblaciones civiles restantes qué aún habitan la Tierra están visualizadas en este mapa?
—Por supuesto, les mostraré —. Con otras luces se pintaron algunas partes del mundo, la Antártida era el único lugar en color azul, algunas pequeñas partes de lo que antes era América, Asia y Europa estaban en color amarillo. Pero el 80% del mapa era rojo. Las poblaciones civiles también estaban señaladas con puntos rojos.
—Continúa —ordenó Robby.
—El primer cohete que llevará a la bacteria será arrojado en la cordillera de los Andes, el segundo cohete impactará en el Himalaya y el tercer cohete en los Alpes. La cuarta carga consiste en la mayor de todas e impactará en varios puntos de cada océano.
—¿Cuál es la importancia de mantener a la bacteria con vida? —preguntó otro militar de rango distinguido.
—La bacteria se alimenta de residuos inorgánicos y dentro de su sistema digestivo la transforma en materia orgánica, absorbe las lluvias ácidas y la radiación. Cuanta más bacteria, más rápido se restaurará el planeta… y aún mejores noticias, pudimos alterar su sistema inmunológico y ahora ampliamos considerablemente su tamaño, ahora producen mayor cantidad de desechos orgánicos.
—¿No presenta ningún riesgo el que la bacteria sea de mayor tamaño? —cuestionó Robby.
—En lo absoluto general, simplemente deberemos tener mayor cuidado al enviarlas al planeta para cuidar no dañarlas.
—Excelente. Mi padre siempre soñó con esto, no quiero que la misión fracase.
—No va a fallar, le doy mi palabra… pero antes de finalizar permítame también explicar brevemente un repaso de nuestra misión actual; dentro de cuatro horas cada una de las capsulas será ingresada a sus cohetes, las crías serán las que caerán en el océano. Nuestro objetivo será un lanzamiento efectivo con la menor cantidad de bacterias perdidas, debemos calcular la dirección y velocidad correcta de lanzamiento para evitar que muchas bacterias mueran.
No pude soportarlo más y alcé la mano, tampoco esperé a que me dieran la palabra, solo me puse de pie y miré a Robby, quien también me volteo a ver de inmediato.
—General en esas zonas aún hay civiles —. Tras mi comentario todos los soldados guardaron silencio e intercambiaron miradas y susurros entre ellos. Los generales tras los monitores voltearon hacia mí, sus caras expresaban menos vida que un agujero negro.
—Precisamente por eso, necesitamos limpiar las zonas donde ellos habitan —mantuve silencio a su respuesta aún pese a que la sangre me ardía y solo asentí con la mirada. Mi plan debía continuar: EVITAR A TODA COSTA QUE LA BACTERIA SEA LANZADA.

La reunión había finalizado.
Me dirigí a mi habitación.
Fui anotando en mi diario palabras claves que me ayudaran a tranquilizarme.
《Encuentra sus puntos débiles y úsalos》.
Yo conocía esta corveta. Toda mi vida fue mi hogar, cada rincón, cada lugar, cada centímetro de ella estaba en mi cabeza, la podía ver como a la palma de mi mano.

Me percaté que mi navaja aún tuviera filo y me cambié un poco el look, rajándome la ceja izquierda y me corté el labio inferior. Me miré al espejo y me cepillé el cabello, le di otro matiz a mi rostro con maquillaje nuevo y me cambié el atuendo. Ahora era una linda intendente.                                                                        
Me aseguré de llevar mi radio, además de dos cosas importantes; balas y un cigarrillo. Era una rebelde que escapó de un mundo podrido para podrirme a mi misma. Y sí, los cigarros, las drogas y el alcohol seguían siendo un mal necesario que se gozaba dentro de las naves o los edificios donde la vida podía ser un poco más normal y no se requería el uso de protección para el aire. También era cautiva de mis adicciones en mi enorme mansión en la zona residencial.

PRÓFUGOS EN EL UNIVERSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora