Y si... [daemyra] Rhaenyra Reina, daemon, aemma

Capítulo 11

Fíjense no haberse salteado ningún capítulo.

Diferentes puntos de vista: Criston, Daemon, Amara, Harwin

Pov Sir Criston Cole:

En la Fortaleza Roja se respiraba un ambiente de expectación. La mañana pasada, Larys Strong, el consejero de rumores, estuvo en una reunión privada con la familia real. Nadie sabía de qué se trató, pero desde la sala se escucharon gritos furiosos del príncipe Daemon. En sí, eso no era motivo de preocupación, ya que el príncipe era conocido por su temperamento explosivo y descontrolado, como un príncipe mimado que siempre conseguía lo que quería. Sin embargo, al finalizar la reunión, la familia real lucía rostros de angustia y temor, incluso el mismo príncipe, quien solía llevar una expresión libre de preocupaciones. Eso resultaba alarmante.

Los consejeros y las damas de la reina le preguntaron a su majestad qué había sucedido y por qué estaban en ese estado, pero ella no dio respuesta alguna, lo que mantuvo a toda la corte llena de curiosidad.

Aunque parecía que esa situación nunca hubiera ocurrido, al día siguiente toda la familia real volvió a su aparente estado normal. Sin embargo, si observabas detenidamente, podías notar que aún quedaban rastros de angustia y temor en ellos. Nadie sabía qué estaba sucediendo, pero todos querían averiguarlo.

Yo quería saber qué era lo que afligía a la reina. Deseaba protegerla de cualquier cosa que la atormentara, porque gracias a ella yo tenía la posición que tenía. Hace años, ella me eligió para ser su guardia cuando nadie más me miraba. Me sentía profundamente agradecido con ella. También la protegí cuando se anunció que ella se convertiría en reina. Sabía que era una gran responsabilidad para ella y conocía sus deseos de ser libre, pero cuando vi que ella realmente quería asumir ese papel, estuve dispuesto a protegerla de todos los problemas que esa decisión pudiera traer.

Pensé que tendría que protegerla de su tío, que él no aceptaría que ella ocupara el trono, pero me equivoqué. Al parecer, el príncipe apoyaba el reclamo de Rhaenyra. Sin embargo, luego se anunció su compromiso. No pude evitar pensar que el príncipe tenía intenciones de ejercer su poder a través de ella. Pero no permitiría que eso sucediera. Él no es un príncipe adecuado para ella, conocido por frecuentar burdeles, apostar y ser sanigario. No permitiría que ese príncipe dañara a mi reina.

Mientras esperaba en la sombra, mi mente trabajaba sin descanso, intentando descifrar el enigma que envolvía a la familia real. ¿Qué había sucedido en aquella reunión con Larys Strong? ¿Por qué los rostros de todos mostraban ese rastro de angustia y temor? Y lo más importante, ¿cómo podría proteger a Rhaenyra de cualquier amenaza oculta?

Continuaría vigilando de cerca, dispuesto a hacer todo lo que estuviera a mi alcance para salvaguardar a la familia real. Sabía que, tarde o temprano, la verdad se revelaría.

Pov Daemon:

Mis pensamientos se llenaban de emociones contradictorias mientras aún asimilaba la revelación de que mis padres estaban vivos. Un torrente de rabia y frustración me invadía al darme cuenta de que habían sido secuestrados durante tanto tiempo sin que yo pudiera hacer nada al respecto. La impotencia me devoraba, y mi mente se llenaba de imágenes violentas y vengativas, anhelando la oportunidad de montar a Caraxes y hacer arder a todos los responsables de mi sufrimiento.

¿Qué les habrían hecho durante todos estos años de cautiverio? ¿Habrían sufrido heridas físicas o emocionales? La mera idea me desgarraba. Imaginé a mi madre, cómo se vería ahora, cómo sería su voz. Apenas tenía recuerdos de ella, solo las historias que mi padre y mis abuelos me contaban, pero siempre deseé poder tenerla presente en mi vida. Dicen que heredé su carácter, y me habría gustado conocerla, sentir su amor y su influencia.

Mi padre, su ausencia era un dolor que nunca desapareció del todo. Se había ido de repente, dejando un vacío en mí. Me preguntaba qué pensaría de todo lo que ha sucedido entre Viserys y yo. Hice todo lo posible por no dejarlo solo, por protegerlo y apoyarlo, pero él solo me alejó de su lado. A veces me pregunto si mi padre estaría decepcionado de mí, si habría aprobado mis acciones.

Ahora, mi única esperanza es reunirme con ellos lo antes posible y hacerles saber que estoy aquí para protegerlos. Quiero abrazarlos y asegurarles que todo estará bien. Pero también hay un fuego ardiente en mi interior, un deseo de venganza contra aquellos que los separaron de mí. No descansaré hasta haber destruido a todos aquellos que se atrevieron a quitármelos.

La tristeza y la rabia se entrelazaban en mi, creando un torbellino de emociones que amenazaban con consumirme. Pero, a pesar de todo, había un destello de esperanza en mi interior. Saber que mis padres estaban vivos despertaba en mí un nuevo propósito y una determinación renovada. Haría todo lo posible por protegerlos y asegurarme de que nunca vuelvan a ser separados de mí.

Pov Amara: 

Ante la atenta mirada de Rhaenyra y los demás consejeros, presente el plano de la ciudad que había diseñado con entusiasmo. Hablé sobre la encomendacion ya hechas de creación de centros de salud y educación, reconociendo la importancia de estos servicios para el bienestar de la comunidad. También mencioné la idea que presentó Margarey y Alicent de establecer jardines y áreas verdes, con el objetivo de embellecer la ciudad y brindar un entorno más saludable.

Además, propuse la idea de Jena de la instalación de cañerías para mejorar la higiene y eliminar los olores desagradables que tanto aquejaban a los habitantes. Expuse la necesidad de demoler las casas mal edificadas, aquellas que representaban un peligro para sus residentes y que merecían ser reemplazadas por viviendas seguras y dignas.

Cuando terminé mi presentación, sentí una satisfacción abrumadora al escuchar a Rhaenyra expresar su apoyo a mis proyectos.

Entonces, para mi sorpresa y alegría, Rhaenyra ofreció su apoyo adicional. Propuso que Florence Foosowey, me ayudara con la gestión financiera y la contabilidad de mis proyectos. Esto me llenó de gratitud, ya que sabía de la habilidad y reputación de Florence en su campo.

Pero eso no fue todo. Rhaenyra también mencionó a Arianne Martell, la cual podría asesorarme en la selección de personal para mis proyectos. Dijo que ella era buena relacionándose con las personas y por hallar personas capacitadas y comprometidas. Ademas de la ayuda del príncipe Daemon.

Sentí una oleada de gratitud y emoción al escuchar las palabras de Rhaenyra. Había llegado a esta posición desde la calle de la Seda, había visto de cerca la realidad de los habitantes de la ciudad y estaba feliz de que finalmente podrían tener casas y trabajos dignos.

El resto de la reunión se desarrolló en un ambiente de colaboración y entusiasmo. Los consejeros expresaron sus opiniones y aportaron ideas adicionales para mejorar los proyectos. Me sentí agradecida por formar parte de este equipo y emocionada por la oportunidad de hacer una diferencia real en la vida de las personas de Desembarco del Rey.

Continué tomando notas y escuchando las contribuciones de mis colegas mientras saboreaba el significado de este momento. Estábamos allanando el camino hacia un futuro mejor y para hacer de Desembarco del Rey un lugar donde todos pudieran prosperar y sentirse orgullosos de llamar hogar. 

Pov Harwin Strong: 

Desde mi posición como segundo al mando de la Guardia de la Ciudad, tenía la tarea de supervisar la reubicación de las personas en Pozo Dragón. Dos calles enteras estaban siendo desocupadas, y a pesar de tener que vivir en carpas por el momento, la gente mostraba una alegría palpable, conscientes de que en el futuro tendrían hogares mejores. Además, muchos de ellos tendrían la oportunidad de trabajar en las construcciones que se estaban llevando a cabo. La implementación de los nuevos cambios por parte de la reina y su regente había despertado la esperanza en el corazón de la gente común.

Por la mañana, la reina y su madre se acercaron personalmente para verificar que todo estuviera en orden. Se mezclaron con las personas, entablando conversaciones y mostrando una genuina preocupación por su bienestar. Era la primera vez que muchos tenían la oportunidad de conocer a la reina de cerca. Rhaenyra, aunque siempre había vivido en la ciudad, había sido sobreprotegida por su padre y rara vez se la veía paseando por las calles. Las historias y los rumores eran lo único que alimentaba el conocimiento de la gente sobre ella. Dos cosas en particular se destacaban en esas historias: su belleza, que hacía honor a su apodo "La delicia del Reino", y su estrecha relación con el príncipe rebelde.

Ahora estaban comprometidos y en las calles se especulaba sobre la verdadera naturaleza de su relación, algunos afirmando que el príncipe solo la usaría y que, a pesar del cariño que él le tenía, ella seguía siendo una niña. Sin embargo, ese punto de vista cambió rápidamente cuando se comenzó a ver a la pareja comprometida en público, teniendo un cortejo que dejaban a más de una dama suspirando y soñando con ser la reina. Rumores comenzaron a circular sobre la ausencia del príncipe con otras mujeres, incluso con Mysaria o Amara, quienes actualmente residían en la fortaleza.

La intriga crecía en las calles a medida que las personas se interesaban cada vez más en las vidas de la realeza. Rhaenyra se volvía una figura familiar y, dado que el príncipe siempre había sido conocido en la ciudad, las apuestas sobre el futuro de su relación se multiplicaban. La ciudad entera estaba ansiosa por descubrir qué deparaba el destino para la reina y el príncipe rebelde, y cómo eso influiría en el rumbo de los Siete Reinos.