𝟬𝟭𝟯.-𝗖𝗥𝗘𝗣𝗨́𝗦𝗖𝗨𝗟𝝝

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Aquella mañana me desperté con un montón de energía, Jasper me había avisado de que hoy vendrían a buscarme el y sus hermanos para ir al instituto ya que a Bella iba a llevarla Edward. Por una parte estaba nerviosa, todos saben que conozco su secreto, y había dos opciones, o que me vieran como un peligro para el mismo, o que me integrase mejor con ellos al no tener que esconder nada.

Principalmente temía desagradar a Rosalie, no había que ser un genio para ver que no le gustaba nada Bella y estaba segura de que ahora que sabía su secreto, su cariño por mi amiga no habría crecido nada. Había algo en la rubia que me hacía temer su desaprobación, y es que deseaba más que nada que pudiésemos ser muy cercanas, sentía que la conocía de toda la vida y me encantaba lo sincera que era con todo el mundo.

Debido a los nervios y a esa sensación de inseguridad me vestí a la carrera, pero sin descuidar mi imágen. Me puse una sudadera ancha gris oscura, unos vaqueros negros rotos a la altura de las rodillas, mis botas de tacón y un gorrito negro para el frío. Por último cogí una chaqueta negra de cuero sintético que había pertenecido a mi padre, me quedaba enorme y me encantaba.

Bajé a desayunar encontrándome con mi padre en el comedor, tropecé con mis propios pies ya que no le esperaba para nada, suponía que debía de estar en el trabajo.

-Se han debido de acabar los árboles en el bosque.

-No seas sarcástica cachorro te va a quitar años de vida.

Me senté enfrente suyo viendo que ya me había servido un vaso de zumo.

-Te escuché maldecir a todo lo que te encontrabas en el piso de arriba, así que nada de cafeína para ti hoy.

-Tan considerado.- Le sonreí sarcásticamente.-¿No tienes trabajo hoy?

-Día libre, voy a ayudar a Billy Black a reparar algunas cosas en la reserva, ya sabes, tu padre es un manitas.

-Y está claro que Billy Black se fía de cualquiera para hacerle chapuzas.-Me terminé el zumo de un trago en cuanto acabe la oración.

-Ja, ja, graciosísima.- Me levanté de la silla para coger mi mochila, mentalizándome de lo que me podría encontrar.- ¿No viene a buscarte Mirabella?

-Es Isabella papá. Y no, vienen a buscarme unos amigos del instituto.

-¿Amigos? ¿Con o? ¿Masculinos?

-Chicos y chicas, es una forma de generalizar por si no lo sabías.

-Entiendo, pues pásatelo bien y ten cuidado.

Me despedí de él saliendo por la puerta, encontrándome con el jeep de Emmett, en el que iban él, Rosalie y Jasper. En cuanto me subí no faltó el comentario sarcástico de Emmett.

-¿Has tardado tanto solo para ponerte una sudadera? Debes estar poco acostumbrada texana.- Le miré mal desde el asiento trasero.

-Yo creo que está preciosa.- Rosalie se giró a mirarme sonriendo desde el asiento del copiloto.

Podría haberme puesto a saltar de la emoción en ese mismo momento.

-¿Qué te tiene tan feliz?

Miré a Jasper avergonzada, no me gustaba que expusiera mis emociones, son mías y propias.

-Pensé que me odiaríais por saber vuestro secreto.

-Confiamos en ti, eres responsable y nunca te has entrometido.- Era obvio a quién se refería mi rubia amiga.

Asentí emocionada de que pensasen así de mí. Me enternecía sobre todo por que no nos conocíamos desde hace tanto tiempo y la actitud habitual de Rosalie con el mundo lo hacía más especial. Confiaba en mí por ser yo, no por que se confiase de todo el mundo.

Nocturnal-J.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora