El frio mañanero ya era algo completamente normal en Forks y para gusto o desgracia de Gia no le quedaba otra que acostumbrarse. Aunque la muchacha lo negase encarecidamente comenzaba a adorar la fría temperatura de su nuevo hogar, la hacían evocar paisajes románticos y amores invernales, propios de novelas o películas.
Y es que Gia siempre había sido una soñadora por naturaleza y una romántica empedernida, todo lo que le hablase de amor y pasión para ella se convertía en algo interesante y digno de toda su atención.
-Levántate ya cachorro o llegarás tarde a clase.- Gia se revolvió entre las sábanas.
-Solo 20 minutos más...- pareció pensar la petición.- O mejor, no voy a clase y solucionado.
-Es una pena que necesites estudiar para conseguir un trabajo y que legalmente te pueda echar de casa.- Mason recargó su hombro en el marco de la puerta.- Así que yo que tú levantaría el culo de la cama en cinco minutos, este país no se levanta solo.
Gia notó el ruido de pisadas que descendían la escalera y dando una vuelta en la cama se levantó de la misma. Una vez en pie se vistió con las primeras prendas que encontró en el armario: Un mono vaquero, una camiseta con los colores del arcoíris, unas vans viejas y una chaqueta marrón que había pertenecido a Mason y por tanto le quedaba enorme.
Una vez vestida y con su mochila al hombro bajó las escaleras de dos en dos para llegar a la cocina.
-¿Ya te vas?- Mason estaba cogiendo las llaves de casa cuando Gia llegó a la cocina.
-Tardaste mucho en levantarte cachorro.- Mason se acercó y depositó un beso en la coronilla de Gia.- Que tengas un buen día.
-Igualmente papa.- Una vez su padre salió por la puerta la joven se permitió entrar en pánico.
Terminó su desayuno a la velocidad de la luz y salió por la puerta como un cohete en el momento justo en el que la pickup de Bella se estacionaba frente a su casa. Se montó en el asiento de copiloto completamente cansada y con enormes ganas de tirarse del vehículo en marcha.
Durante el camino conversó con su amiga sobre algunos temas que la inquietaban y fue este circulo de confianza el que Bella aprovechó para informarle de su situación con Edward Cullen, uno de los extraños chicos de los que les habían hablado en su primer día en la cafetería. Su amiga le contó como este parecía rehuirla y como le oyó hablando con la secretaria para que le cambiasen de clase. También le comentó que pensaba encararle en cuanto tuviese la oportunidad.
Entre toda la conversación llegaron al instituto.
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Gia se encontraba completamente absorta entre las páginas de su lectura mientras seguía a prudente distancia a sus amigos hacia la cafetería. Fue en ese momento en que la historia se ponía mas interesante cuando por no prestar atención chocó contra un duro pecho que por poco no la lleva al suelo, hubiese sucedido de no ser por los reflejos del desconocido que llegaron a sujetarla del brazo. Cuando la muchacha alzó la vista comprobó que contra quien había probado su mala suerte era con Jasper Hale, el misterioso chico de ojos dorados, hermano de los Cullen.
-Lo siento mucho no miraba por donde iba.- De repente una timidez inusual se adueñó del cuerpo de Gia.
-Esta bien, yo también iba distraído, espero pueda perdonarme.- Todo lo embarazoso de la situación pasó a segundo plano cuando se percató de los inusuales modales del chico.
-Si si, esta bien, no ha habido heridos.- La risa nerviosa de la chica fue secundada por la de ternura que le causaba al muchacho.
-¿Podría al menos saber el nombre de la damisela con tan interesantes gustos en lectura?- Entonces Gia bajo la mirada a los papeles impresos que llevaba entre las manos y que constituían la primera versión adaptada de Romeo y Julieta, la obra de teatro.
-Me llamo Gia, ¿puedo saber el nombre del muchacho con intereses en la lectura?- Decidió seguirle el juego, cosa que agradó instantáneamente a Jasper.
-Mi nombre es Jasper Hale, es todo un placer Gia.- El chico de repente cambió el gesto a uno grave y giró la cabeza repentinamente.- Creo que tus amigos se van, y yo también debería irme.
Gia solo frunció el ceño contrariada por el cambio de actitud.
-Esta bien, nos veremos...
-Adiós.- No le dio tiempo a continuar la frase cuando Jasper se había alejado a paso rápido por la otra dirección del pasillo.
-Por ahí...- Terminó la parte de la oración que había quedado atascada en su lengua segundos antes de la repentina despedida de aquel extraño chico.
Durante el camino a la cafetería no pudo sacar de su mente el extraño cambio de actitud de Jasper y la forma en que sus ojos se oscurecieron hasta pasar de dorados a negros.
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A la salida del instituto Gia iba caminando con la obra de Shakespeare en las manos y los auriculares en los oídos, demasiado enfrascada en su lectura para darse cuenta de lo que ocurría al rededor. Se hallaba pasando por el medio de la carretera cuando la furgoneta de Tyler derrapó en el hielo incapaz de frenar, Gia que se encontraba en la trayectoria del vehículo no tuvo tiempo a darse cuenta de lo que ocurría cuando fue arrastrada fuera de la carretera por alguien fuerte y veloz.
Al levantar la mirada hacia su salvador comprobó que se trataba de Jasper Hale. Se quitó los cascos de los oídos completamente contrariada y oyó un montón de gritos a sus espaldas, al girarse comprobó con horror como la camioneta de Tyler había chocado contra la pickup de Bella dejándola a ella en medio.
Se apartó a gran velocidad de su acompañante sin preocuparse de nada más y corrió hacia el grupo de gente que se arremolinaba al rededor de su amiga. Al llegar encontró a Bella en el suelo intacta pero todavía en shock.
-¡¡Llamad a una ambulancia!!- Oyó el grito entre la multitud y rápidamente buscó el teléfono en su mochila para llamar a Charlie.
Antes de que pudiese darse cuenta de nada más ya se encontraba en la ambulancia junto a Bella de camino al hospital.
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Perdón por la tardanza para subir nuevo capítulo. Aquí os traigo un avance de la historia y de la relación de los personajes🥰
