•|| 🌒 💜||•Gia se encontraba guardando las últimas cosas que se llevaría en una gran caja junto a todo lo demás. Se fijó en una foto que descansaba sobre una repisa en la pared. Sus padres, juntos y felices, en un tiempo en el que ambos tenían grandes perspectivas de futuro. A pesar de que aquella foto podría provocar dolor en el corazón de Gia, se sentía extrañamente en paz al mirar la foto, sabiendo que sus padres habían sido muy felices, incluso antes de que ella llegara. Incluso a pesar de que desde entonces solo eran su padre y ella contra el mundo.
-¡Gia como no bajes en menos de dos minutos subiré ahí y arrastraré tu culo hasta el coche!- Escuchó el grito de su padre que se encontraba escaleras abajo.
La joven rodó los ojos con molestia, pero se apresuró a guardar lo último que le quedaba. Cuando todo estuvo precintado en la caja, cogió su mochila, se la colgó al hombro y cargó con la caja escaleras abajo. Su padre la esperaba a los pies de la escalera escrutando la casa con mirada melancólica. Cuando notó la presencia de su hija bajando las escaleras a duras penas tratando de no caerse por culpa de no ver por donde pisaba, subió corriendo los pocos escalones que los separaban para tomar la caja de sus manos. La muchacha le agradeció con una sonrisa sincera.
-Venga viejo o perderemos el vuelo.- Una vez frente al coche comenzó a molestar a su padre como era común entre ellos.
-Escucha cachorro, no quieres que te deje en medio del desierto de Texas sin agua, comida o posibilidades de comunicarte.- Mason le dirigió una sonrisa sarcástica a su única hija.
Gia volvió a rodar los ojos con hastío, se apresuró a subirse al coche en el lugar del copiloto y ponerse el cinto. Segundos después su padre ya ocupaba el asiento del conductor para empezar su viaje hacia el aeropuerto que los llevaría a su nueva vida. "Nuevas aventuras" como le había dicho su padre con anterioridad.
La joven no podía negar que sentía un peso en su corazón al dejar el hogar que ya consideraba como suyo. Aquel rancho de Texas donde llevaba viviendo con su padre desde que tenía 9 años. Cuando Mason le informó de sus planes de mudarse al otro lado del país los dos juntos no daba crédito a lo que oía. No es que ella sintiese un gran apego por el aplastante calor de Texas, pero sabía que su padre sí, al fin y al cabo era el lugar dónde se había criado cuando era un niño. Sin embargo ella no se opuso, sabía que su padre necesitaba cambiar de aires de vez en cuándo, sobretodo cuando comenzaba a sentir que se estaba estancando él y arrastrando a su hija a su lado.
Desde la muerte de su mujer, su compañera de vida, su mejor amiga... El hombre no había vuelto a ser el mismo, pero se prometió no hundirse por el bienestar de su hija. Eleanor Reid murió al dar a luz a Gia, y desde entonces Mason se esforzó en criar a su hija lo mejor que pudo. Y en cierta forma lo había conseguido, puede que no hubiese sido el padre perfecto en muchas ocasiones, pero había dado lo mejor de el por poder mantenerse a él y a su hija y eso Gia lo valoraba. El único problema que lo aquejaba era el constante recuerdo de su mujer, antes de que ella muriese habían sido el apoyo el uno del otro, su ancla emocional, y eso Mason lo notaba en ocasiones. Cuando permanecían mucho tiempo viviendo en un mismo lugar comenzaba a extrañar a Eleanor, el fantasma de su amada lo martirizaba y por eso cambiaba de aires a menudo. Habían permanecido más tiempo en Texas por que a su hija parecía gustarle vivir en el mismo estado en el que su padre se había criado, además el sofocante calor hacía que no mucha gente viviese en lugares tan apartados y ambos lo agradecían por que les gustaba la tranquilidad. No eran personas hurañas o antisociales, simplemente disfrutaban de la tranquilidad y el silencio.
Forks no fue la primera opción de Mason, sin embargo se convirtió en lo ideal ya que era un pueblo pequeño. Extrañaba la lluvia y el tiempo frío, le recordaba a Eleanor ya que ella era de Alaska. Lo que hizo que se decidiera por completo por la extraña ubicación fue la aceptación y la aparente emoción de Gia cuando le contó como era el sitio. En el fondo el hombre deseaba establecerse en un mismo lugar, superar sus fantasmas y poder tener un hogar definitivo junto a su hija. Pero para ambos hogar era donde estuviese el otro y con eso estaban bien.
•|| 🌒 💜||•
El viaje en avión había resultado ser algo sofocante para Gia, la muchacha tenía una personalidad nerviosa e hiperactiva y permanecer en un lugar cerrado durante mucho tiempo conseguía hastiarla por completo. Se había dormido poco después de abordar el avión, sin embargo se despertó al escuchar al piloto anunciando que faltaba poco para llegar al aeropuerto de Seattle. Desde entonces había permanecido ansiosa mirando por la ventanilla, esperando vislumbrar algo del lugar en el que vivirían a partir de entonces, sin embargo desde esa altura solo podía apreciar las nubes que cubrían todo. Tenía sentido que estuviese tan nublado, su padre le había advertido que el tiempo en Forks sería todo lo opuesto a Texas, pero eso no podía encantarle más a la joven, amaba los días de lluvia, esa era una de las cosas que odiaba de su anterior hogar, nunca llovía, siempre hacia un calor asfixiante.
Sin darse cuenta el avión había comenzado a aterrizar, el piloto lo había anunciado pero la joven estaba demasiado absorta contemplando las nubes. Minutos después se encontraba caminando junto a su padre de camino a por las maletas. Gia estaba totalmente ansiosa por ver su nuevo hogar y nada ni nadie podría quitarle la radiante sonrisa que portaba aquel día. Le encantaban las nuevas experiencias y más si podía compartirlas con su padre. Cuando tuvieron sus maletas tomaron un taxi para que los llevara a la dirección de su nuevo hogar. Las cajas con las cosas deberían estar ya allí gracias al camión de la mudanza, y el coche de Mason no tardaría en llegar a Forks debido a la empresa de exportaciones que habían contratado.
Cuando el taxi paró frente a una casa de dos plantas, Gia bajó corriendo a toda prisa para tomar sus pertenencias y adentrarse a explorar su nuevo hogar. Mason bajó del coche sonriendo antes la actitud hiperactiva de su hija. Una vez su padre abrió la puerta Gia se adentró extasiada.
Por dentro era espaciosa, no tanto como el rancho de Texas pero le gustaba. Al entrar al recibidor dio con el salón, y de frente a este se encontraba la cocina. Al subir las escaleras al segundo piso advirtió cuatro puertas, la habitación de su padre, su habitación y dos baños. Dio un salto de alegría al ver que tendría baño propio. Tras contemplar todo se adentro a su habitación y comprobó que era justo de su estilo, una cama grande en el centro de la habitación con unas sábanas negras adornadas con cojines granates y una manta cuidadosamente doblada sobre la cama del mismo color de los cojines. Contra la pared empotrado se encontraba un escritorio de madera pintado de color negro y junto a este un armario (también negro) con espacio suficiente para toda su ropa. Al lado de la ventana había una librería del mismo color que casi todo en la habitación que la joven no dudaría en llenar con todos sus libros. La habitación parecía vacía pero no tardaría en darle un toque personal. Tal vez unas fotos en las paredes y una luces para iluminar y todo estaría perfecto.
No podía creer que por fin era el día, una nueva casa, nuevo pueblo, nuevo instituto y esperaba que nuevos amigos. Incluso podría llegar a enamorarse, pero era algo que no planearía, que llegase si fuese oportuno. Se tiró a la cama completamente extasiada por toda la situación, más aún sabiendo que al día siguiente sería su primer día de instituto, no podía esperar para ver como era Forks High y conocer a sus estudiantes.
@SoDifferentDude🎭
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Nocturnal-J.H
Fanfic"ℑ𝔣 𝔦 𝔥𝔞𝔳𝔢 𝔱𝔬 𝔠𝔥𝔬𝔬𝔰𝔢 𝔥𝔦𝔪 𝔬𝔯 𝔱𝔥𝔢 𝔰𝔲𝔫, 𝔦𝔩𝔩 𝔟𝔢 𝔬𝔫𝔢 𝔫𝔬𝔠𝔱𝔲𝔯𝔫𝔞𝔩 𝔡𝔞𝔲𝔤𝔥𝔱𝔢𝔯 𝔬𝔣 𝔞 𝔤𝔲𝔫." 🩸Twilight saga🩸 Jasper Hale x female oc Todos los derechos reservados©