Chapter 4

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Salí a pasos apresurados de la oficina de la directora, yendo en dirección al aula en la cual vería DCAO por primera. Los nervios estaban comiéndome las entrañas, ¿y si el profesor era un completo soquete?

—¡Hey, Zafira!—escuché a alguien llamarme a mis espaldas.

Observé esa melena pelirroja característica de los Weasley.

Era Rose Granger, quién corría hacia a mí mientras sostenía unos libros.

—¿Qué tal?, ¿Todo en orden?—pregunté levemente extrañada.

Estaba confundida. Conocía a Granger desde que llegué a Hogwarts, pero nunca habíamos sido lo más cercano que pueda existir. Era claro que ella era la personificación de inteligencia y bondad, sin embargo, yo era bastante apática en ese aspecto.

—He oído lo que has dicho esta mañana, y me pareció que podrías necesitar una mano en Defensa. Sé cuan difícil y tedioso suele ser practicar un hechizo una y otra vez.

Necesitaría una mano, un pie y una pierna.

DCAO seguramente sería mi punto más débil este año, y no conocía a nadie más que fuese bueno en esta cátedra más que Malfoy y Potter.

Aunque prefería rodar por las escaleras que pedirle ayuda a Scorpious, y hablar con Albus no era una opción viable ya que nunca habíamos sido cercanos.

—No sabía que Gryffindor y Slytherin compartían esta clase.

—Es algo extraño, pero sí. Algunos beneficios de ser prefecta es que los rumores de pasillo llegan más rápido a tus oídos. —comentó con una sonrisa.

Una cotilla a mi disposición, simplemente sublime.

«—Entonces, ¿Aceptas?

(...)

—¿Tú y Granger? —preguntó Gaia

—¿Desde cuándo? —siguió Dorothea

—Desde nunca, solo me dijo que me oyó quejarme en el comedor. —dije mientras metía mi varita en el bolsillo de mi túnica.

—Que loco, tus lamentos se oyen hasta en Gryffindor.

—No son lamentos, son más como chillidos—repuso Gaia, imitándome de vaga forma.

Rodé los ojos con molestia, y seguimos caminando hasta el aula 3C. Seríamos la primera casa en conocer al nuevo profesor de DCAO. Todos estaban ansiosos debido a que nadie del grupo de Mcgonagall había comentado algo al respecto.

En cuanto llegamos al aula, observé a toda la casa ocupar sus lugares en cada taburete, y me di cuenta que Granger tenía razón, Gryffindor y Slytherin compartían esta clase.

Vi a Rose llamarme con su mano, señalando que justo a su lado había un lugar libre. Me despedí de las chicas mientras murmuraban un "Pequeña traidora" en mi oído, llegando a la primera fila con a la hija de Weasley.

—Espero haber llegado a tiempo—musité mientras, miraba hacia el pizarrón, observando como alguien escribía en el pizarrón grandes letras, con una de sus manos atrás.

—Lo hiciste—respondió con una sonrisa.

Tomé asiento esperando que el hombre —pude notarlo debido a lo alta que era su figura, y su ancha espalda—, se diera vuelta. Esperaba reconocerlo por su cabello, pero su túnica era de capucha.

"Hechizos básicos: REPASO"

¿Repaso? ¿Ha enloquecido?

En cuanto se dio la vuelta se quitó la capucha, yo pude verlo.

Unholy || Mr. MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora