Draco
—Con eso habremos terminado por hoy. Practicarán estos hechizos para la próxima clase, y habrá una prueba escrita, por lo que será necesario que conozcan cada hechizo a la perfección.
Iremos trabajando gradualmente, para no sofocarlos.Oí a muchos estudiantes bufar y quejarse—. Si se siguen quejando ya no solo será una prueba, serán dos—repliqué con seriedad. Los alumnos de 4to hicieron un repentino silencio.
«Música para mis oídos»
Llámenme arcaico, pero sentir que los alumnos me respetaban me generaba un grado de satisfacción inexplicable.
Entre murmullos, cada estudiante abandonaba el aula.
—Zafira tenía razón. Es todo un idiota—me fue inevitable no haber oído ese pensamiento de uno de los de Slytherin.
Me generaba un poco de incomodidad saber que Zafira Wolf era la oveja negra del rebaño. La única que tenía la osadía de ser grosera y descortés conmigo, y al parecer estaba influenciando al resto de mis alumnos.
Lo menos que necesitaba era tener a los estudiantes de Hogwarts en mi contra. Aunque no necesitara este trabajo para vivir; lo necesitaba para tener un descanso de mi vida junto a Astoria.
La situación era insostenible para mí justo ahora. Probablemente Scorp ni siquiera lo había notado ya que convivíamos muy poco en familia debido a que pasaba la mayor parte del tiempo aquí. Pero cuando estábamos únicamente ella y yo, tener una misma discusión reiteradas veces era completamente insufrible.
Por mi mente habían pasado muchas soluciones, maneras de darme paz mental a mí mismo. Pero no existía una sola en la que no pensara en mil y un formas de no herir a mi hijo.
No sabía en qué momento mi matrimonio con ella se había dañado al punto de ni siquiera poder estar en la misma estancia sin discutir. Yo la amaba, y estaba completamente agradecido con Tori por haber cambiado mi vida; por haberme ayudado a cambiar y dejar de ser ese imbécil inmaduro.
No existía un día en el que no pensara en como volver a conquistar a mi esposa. Pero me di cuenta que todo estaba más que perdido.
Cuando recibí esa carta de la señorita Mcgonagall proponiéndome ser el nuevo profesor de DCAO, definitivamente fue ver la luz al final del túnel. Era el plan perfecto para escapar sin dañar a nadie.
Aún recuerdo la sorpresa en las caras de los estudiantes de ver a alguien como yo enseñándoles defensa.
Era completamente irónico.
A excepción de un rostro que solo me miraba con completo desdén desde el primer instante que me presenté. Sus ojos verdes me enfocaban con cautela, como si esperara la más mínima distracción para destriparme.
Zafira Wolf.
No existía un mago en Gran Bretaña que no conociera el apellido "Wolf". Eran uno de los apellidos más antiguos entre los sangre pura. A pesar de los años, seguían manteniendo su estatus, sus riquezas eran invaluables y su prestigio se había mantenido intacto, debido a que se mantuvieron al margen durante la guerra. No habían sido afectados de ninguna manera.
«Si Lucius no hubiese apostado nuestro apellido, los Wolf estarían muy por debajo de nosotros»
Agité mi cabeza, mientras negaba. Aquellos pensamientos supremacistas y narcisistas habían regresado a mi cabeza por unos instantes, lo cual me desagradó por completo. Era claro que esa malcriada sacaba lo peor de mí.
Pero odiaba sentir que alguien me mirara por debajo del hombro. Sé que los errores de mi pasado me seguirían acechando así que, de cierta forma, lograba entender que si Zafira seguía esos ideales obsoletos, mi apellido ya no estaba bien visto entre los sangre pura.
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Unholy || Mr. Malfoy
FanfictionZafira Wolf, a simple vista, era todo lo que hubiese estado bien en la época de los sangre pura; familia asquerosamente rica, sangre etérea, aspecto hermoso, modales refinados, y entre muchas cosas más que eran capaces de enloquecer a cualquier mago...