Chapter 15

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Gaia POV

Observé las constelaciones a través de la ventana de mi dormitorio, detallando una por una. No recuerdo cuándo fue la última en esta semana que había sentido paz completamente, supongo que ya había pasado un buen tiempo luego de aquello.

Tenía una gran parte de mi ánimo por el subsuelo, y la otra se había ido de sabático. Me sentía una completa tonta... Una tonta que solamente se había enamorado.

Esto era una bazofia.

—Anímate Gia. Estoy segura que aún tienes tiempo para vestirte. —insistió la rubia mientras quitaba cada rollo en su cabello dejando ver cada onda dorada.

—Pensé que la idea de asistir te parecía ridícula. —comenté sin moverme de mi lugar. Sorbí mi nariz un poco para darle a entender que estaba más enferma de lo que parecía.

Probablemente me estaba comportando como una idiota al haber tomado esas semillas de Belladona solo para no asistir a clases. Pero la idea de ver su rostro simplemente me hacía sentir susceptible.

—Me parece una tontería el baile en general. Pero nosotras sabemos que tú no estas bien. Y que claramente es algo que aún no planeas contarnos, pero créeme que incluso Zafira hubiese ido a ese baile solo por ti.

—Lo siento. —susurré mientras tenía un nudo en mi garganta.

Quería llorar, y llorar mucho.

—No te disculpes, Gia—la vi levantarse de la silla de su vanity y caminar hacia a mi para envolverme en un cálido abrazo—. Sabes que puedo cancelarle al tonto de Malfoy y quedarme contigo, ¿Verdad?

—No es necesario, él está muy ilusionado con la idea de ir a ese baile contigo. Además, sabes que ha sido mi decisión quedarme.

—Bien, pero en serio me encantaría que me dejaras acompañarte esta noche.

—Zafira, Rose y tú me han acompañado desde que enfermé, hoy es su día libre. —dije con un tono levemente burlón—. Y apresúrate que Scorp es asquerosamente puntual.

Estuvo a punto de responder hasta que unos toques en la puerta llamaron nuestra atención. Observé el reloj de la pared que marcaba las 20:00.

—La puntualidad me desagrada. —la vi hacer una cara de fastidio, mientras daba sus últimos retoques a su maquillaje.

—Apresúrate, Meier. —farfullé levemente estresada por la lentitud con la que ejecutaba cada acción suya.

Caminó a pasos agigantados hasta la puerta mientras me sacaba la lengua haciéndome reír.

—Hey Gia—saludó el rubio rápidamente con una sonrisa acercándose a mí en cuanto Thea le permitió el paso y besar mi mejilla. Regresó su vista a la rubia quien lo miraba con seriedad y algo de fastidio.

—Dorothea.

—Malfoy. —ambos se saludaron con frialdad.

—Estás menos desagradable que lo usual. —intentó halagar el rubio, forzándose a no mostrar una sonrisa.

—Puedo decir lo mismo. —respondió Meier en el mismo tono que él pero sin la necesidad de fingir—. Bien, acabemos con esto—tomó la muñeca del platinado con firmeza, sacándolo del dormitorio. Antes de irse me dio una última mirada—, volveré más tarde, te quiero.

—Yo sé que me quieres, Dorothea. Pero creo que vamos muy rápido... —lo escuché bromear del otro lado de la puerta, haciendo que Thea rodara los ojos.

—Cuídate—fue lo que dije antes de que cerrara la puerta.

La música del gran salón lograba atravesar los muros de las habitaciones, llegando hasta nuestro cuarto. El hecho de no asistir me hacía sentir peor, porque simplemente había sido mi decisión encerrarme aquí, y sufrir por él.

Unholy || Mr. MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora