7. Date

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Al regresar al bufete, Moon miró a su padre, quien parecía estar de mejor humor con el Señor Cassano, pues estos se les podía ver más juntos y claro, riendo.

-¿Ese truco? ¡Ha sido maravilloso! Comenzaré a usarlo.

Exclamó su padre con un tono alegre, mientras Vincenzo parecía bajar su cabeza con una sonrisa pequeña, el señor Nam sonreía del mismo modo, aunque tampoco sabía porque todos estaban tan sonrientes en aquel lugar.

-¿Puedo saber el motivo del porque todos estamos riendo?

Preguntó Moonbyul acercándose al trio de hombres que se encontrabas sentados en el escritorio, mientras dejaba a un lado su bolso.

-El señor Cassano ¡Sus trucos! Son maravillosos- Exclamó el señor Hong, mientras miró a su hija con ojos brillantes, posterior, miró al hombre italiano -Me ha sorprendido mucho hoy Señor Cassano, por favor, déjeme invitarle a cenar hoy.

-No es necesario señor Hong.

Aquel abogado mayor colocó su mano en el hombro del abogado, Vincenzo mirando un poco extrañado al hombre, quizá demasiada confianza con el contacto físico.

-Insisto, por favor, cenemos juntos esta noche.

El italiano soltó un suspiro, para poder asentir, dudaba que si se negaba, el contrario cediera ante su negación, por lo que terminó cediendo él.

-Esta bien, aceptó.

-¡Perfecto! Moon ¿Nos acompañas?

La pelinegra negó mientras se acercaba a su padre, rodeando a su padre con sus brazos y dejaba un pequeño beso en su mejilla.

-Gracias papá pero paso esta vez, iré a cenar con alguien más.

La pelinegra se dirigió a su escritorio después de decir aquellas palabras, donde sacaría los archivos que tenía guardados en su escritorio, después de esto, miró a su padre, quien ahora tenía un rostro serio.

-¿Cenar? ¿Con quién? ¿Cha-Young?

Interrogó, mientras que la joven miró con una ceja alzada a su padre, del mismo modo una sonrisa divertida adornaba su expresión burlona.

-Vamos ¿Es es un interrogatorio? ¿Estoy siendo enjuiciada ahora?

-Bah, no estoy jugando Hong Moonbyul. ¿Es una cita?

-Quizá.

El hombre se levantó con rapidez de su silla, para señalar a su hija con rostro serio, la mujer alzó sus brazos en símbolo de que se mostraba inocente, no había dicho nada malo.

-¡Oye Hong Moonbyul! ¿¡Piensas que puedes ir por ahí de citas?! ¡Eres toda una chiquilla todavía! ¡¿Quién es ese tipo?!

El señor Nam negó ante la escena, pobre del señor Hong, siempre estaba regañando a sus hijas, quienes parecían adorar hacer enojar a su padre y sacarle canas verdes.







Las horas transcurrieron con demasiada calma, no hubo mucho movimiento ese día en el edificio, incluso los vecinos parecían cada quien en lo suyo, no había bullucios, ni regaños. Todo era una calma extremadamente pacífica.

Siendo las 8 de la noche en punto, Moonbyol abordó un taxi que la llevaría al restaurante donde Jang le había citado, su ropa no era extravagante, un vestido blanco que mostraba sus hombros y con una falda ondulada era la combinación perfecta de vestimenta en un día de verano, a pesar de ser noche, podía sentirse un bochorno en el clima, ella prefería las estaciones frías.

Recargó su mentón en su mano mientras miraba por la ventanilla del vehículo en movimiento, su cabello estaba atado en una coleta, pero algunos mechones caían por su rostro, meditó un poco en la situación familiar, y pensó en que es lo que estaría haciendo su hermana en esos momentos ¿Sería buena idea irla a visitar después de su cena? Podría llevar algo de soju, o simplemente algunas latas de cervezas, y beber en su departamento, tal como lo hacían cuando eran más jóvenes y bebían en la habitación de Chayoung.

-Señorita, hemos llegado.

Moonbyol salió de sus pensamientos ante la voz del taxista, por lo que sacó el dinero de su bolso y pagó al hombre, descendiendo del vehículo y entrando al restaurante. Se veía demasiado elegante si era honesta consigo misma, y pensó que ahí se irían sus ahorros.

-Mierda... Sabía que era buena idea traer mi tarjeta.

Murmuró para sí misma, la hostess del hogar se acercó a la pelinegra con una sonrisa, Moon le miró levemente.

-Buenas noches ¿Tiene una reservación?

Los labios de ella se entreabrieron, sin saber que responder, pero fue l voz de Jang que le salvó de aquella situación. El hombre apareció del interior de la sala del establecimiento con una mano alzada y aquella sonrisa que solía mostrarle a todo el mundo.

-Miss Hong, im here.

Byol dió una sonrisa pequeña a la chica pelirroja y se adentró al lugar, hasta llegar al lado de Joon Woo, quien le miró de arriba a abajo.

-Luce preciosa señorita Hong.

La nombrada le miró de la misma forma, para cruzarse de brazos.

-Pensé que ya habíamos hablado sobre las formalidades- Dijo en un tono burlón -Así que... ¿Gustos caros? ¿Tu sueldo de pasante te sirve para venir a estos lugares? Diablos, debería de considerar aceptar trabajar en Wusang.

Joon Woo soltó una risa por la forma de hablar de la chica, era algo parecida a su hermana, podía decir que eran dos gotas de agua, solo que una era castaña y la otra de cabellos negros.

-Es un secreto. Por favor, sígueme a nuestra mesa, no te preocupes por el precio, yo te invité, así que la cuenta corre por mi.

-Si continúas de esta manera, vas a conquistarme.

Moon siguió a Woo hacía la mesa, tomando asiento frente al hombre, no pasaron más de cinco minutos cuando un hombre de traje de pingüino apareció con dos cartas, siendo colocadas frente a ellos, leyó el contenido de la misma, y jamás había leído platillos tan extravagantes como en ese momento, y en programas de competencias de chefs.

-Quiero un filete de res en término medio, acompañado con verduras salteadas y el barbecue de frutos rojos que tienen. Su entrada de queso crema de menta, y por favor, traigános un Borsao para acompañar.- Los ojos cafés de Jang se posaron frente a los de la chica -¿Qué es lo que deseas comer tú?

Nuevamente la mente de  Hong quedó en blanco ¿No podían darle más tiempo para decidir que cenar? Parecía que Joon Woo frecuentaba el sitio, pues casi ni había mirado la carta y ya había ordenado todo ello, carajo, sentía la presión sobre ella, muchas cosas que no conocía. Podría jurar que había sido más feliz de comer ramen con queso en una de aquellas tiendas de autoservicio junto a una lata de cerveza.

-Yo... Quiero la ensalada especial de la casa junto a una pasta alfredo por favor.

-¿Algo más?- Fue la pregunta de Jang -Te lo he dicho, pagaré yo, pide otra cosa.

Los ojos de Moon fueron nuevamente a la carta, pensando en que otra cosa pedir, terminando por elegir el mismo plato fuerte que él contrario. El mesero se marchó diciendo que vendría en unos minutos con el vino. Cuando este finalmente volvió, tomo la botella y comenzó con la cata del mismo, prestó atención a lo dicho, aunque no entendió la mayoría de las cosas. Definitivamente debería de preguntas algunas cosas al señor Casssano, suponía que él sabría iluminarle con información y resolver sus dudas.

Otorgó una pequeña sonrisa a su compañero de mesa, esto era una nueva experiencia, y esperaba que el resto de la noche fuese buena.

Glory and Gore||Jang Han-SeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora