Earth - Golden Kings #3

DIECISIETE

Al carajo con esto.

Earth se puso de pie y caminó para pararse frente a Mix, quien se giró en su asiento, sus rodillas se abrieron para que Earth pudiera ponerse en medio de ellas.

—¿Qué es lo que te pone esa tristeza en los ojos, Vaquero? —Earth le apretó la mejilla, acariciando un pulgar sobre la gruesa ceja de Mix. Mix se inclinó hacia el tacto, cerró los ojos y cubrió la mano de Earth con la suya.

—Una vida de arrepentimientos, cariño —Mix envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Earth y levantó su barbilla— ¿Sabes qué me haría sentir mejor?

Earth retuvo una sonrisa. Como si no supiera lo que Mix iba a decir.

—¿Qué?

—Un beso de esa bonita boca tuya.

Earth se rió.

—Bueno, no quisiera negarte la oportunidad de sentirte mejor.

—Te agradezco mucho que te preocupes por mi bienestar.

—Soy muy considerado en ese sentido.

—Sí, lo eres.

Earth apretó sus labios contra los de Mix, amando el sonido del zumbido que hizo, y la forma en que se abrió para Earth. Sus labios eran suaves, calientes, y sabía un poco a cerveza. Su lengua se enredó lánguidamente con la de Earth, y Earth se tomó su tiempo, explorando cada grieta. Metió sus dedos en el cabello de Mix, amando las mechas suaves y sedosas. Con un suspiro, se echó hacia atrás, su voz baja cuando habló.

—¿Por qué cada vez que te beso es como si este infierno se encendiera dentro de mí? ¿Como si fuera a arder de adentro hacia afuera si no te tengo a ti?

—No lo sé. Tal vez porque eso es lo que siento cuando me besas.

—¿Sí?

Mix asintió.

—Oh, sí. Nunca he querido a nadie más. No entiendo qué es lo que me haces, cariño, pero eres como una adicción. Cuanto más te saboreo, más quiero, y más intento mantenerme alejado, para controlar los impulsos que me das, más me quemo por ti.

Si supieras las cosas que quiero hacerte... —Los gemidos gruesos y sexys de Mix se fueron directo a la polla de Earth.

Raro... otra vez.

—¿Cómo qué?

—Te estás buscando problemas, Pirapat. ¿Recuerdas nuestras pequeñas aventuras sexuales por teléfono?

¡Oh Maldición!

Earth se quejó... No podía recordar la última vez que había estado tan excitado o que había estado tan duro.

Más tarde esa noche se había despertado y había recordado lo que habían hecho. Mix deslizó sus manos sobre el trasero de Earth, agarrándose de sus nalgas.

—Sí, oh, es cierto. Oh, como si quisiera bordear ese pequeño y apretado agujero tuyo hasta que te desmorones por mí. Quiero follarte con mi lengua.

—Maldición, Vaquero —Earth tembló, su polla dura acampanando en la parte de abajo de su pijama. Siseó cuando Mix le puso una mano alrededor de su polla.

—Te gusta cuando te hablo sucio, ¿eh?

—Sí, mucho —admitió Earth. Era una combinación del hombre sexy como el pecado y ese profundo estruendo de su voz con ese acento. Golpeaba todos los puntos correctos.