El Error

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Severus se removió.

Se sentía bastante cálido, agradable a decir verdad. 

Lento fue abriendo los ojos, aun afectados por el sueño y cansancio, reacios a que este ya hubiera terminado. Lo primero que vio fuero tela negra, un suave vientesillo removió su cabello, no entendió bien a que se debía hasta que alzo la vista. 

Sirius Black seguía placidamente dormido, los brazos del licano alrededor de él, impidiéndole alejarse del pecho del merodeador y acercándolo aun más hacia el calor corporal tan agradable. Sintió la bofetada de realidad. 

Con todo el sigilo que pudo, fue resbalándose del agarre en su cintura, zafándose del abrazo. El viento frió de la habitación le causo un escalofrió, tan diferente al calor del otro. 

No veía a Barty por ningún lado, por lo que seguro este fue a vigilar alrededor, una precaución que al inmortal le gustaba hacer, incluso cuando no había peligro alrededor. Decidió que tal vez sería una buena idea ir a conseguir algo de comer, juraría que vio una maquina expendedora en el pasillo hace un rato, y Lucius se había encargado de darle suficiente dinero como para poder alimentar a un clan de vikingos entero. 

Salió de la habitación en silencio, con tal de no despertar a Black. 

Una vez fuera, se permitió suspirar, aun estaba entrada la noche, afuera era más calido que adentro, una exageración a la aclimatación seguramente. El cielo nocturno seguía, una noche de media luna, se permitió ver las estrellas. 

Recordaba a su madre lamentarse sobre no poder disfrutar de la vista del cielo nocturno en su magnitud, culpando a las enormes maquinas que sacan humo de los Muggles por no dejarlas ver y relucir, muchas veces le platicaba historias sobre como las estrellas tenían el poder de contar una historia y la magia de no saber si esa historia ya pasó, esta pasando o pasara. Solo que queda inmortalizada en el cielo. 

El canario, la sonrisa y la daga, reconoce esas tres constelaciones de tantas veces escucho de ellas, tanto de su madre como de su clase de adivinación. Esas tres le contaban historias de tristeza, tragedia y un cambio, pero nadie podía saber si era un cambio para bien o un cambio para mal, solo un cambio, pero dependiendo de cual te tocara, sería tu tipo de miseria: La de una canción jamás cantada, la de una sonrisa mal usada o una daga empuñada en la espalda. 

Sonríe un poco ante la ironía, piensa que muchas cosas que le dicen las estrellas podría preguntárselas a cualquiera de sus amigos, si alguien sabe sobre inmortalidad, son ellos. 

Ve la maquina expendedora al otro lado del pasillo y va para allá, se permite caminar tranquilo, lo cual es extraño, por lo general estaba acostumbrado a andar con cautela en cada paso, con cuidar sus alrededores, estaba tan acostumbrado al sentimiento de paranoia que había olvidado que se sentía no tenerlo, aunque ahora más que nunca tuviera razones para dormir con un ojo abierto y un cuchillo bajo la almohada. No tenía idea de porque estaba tan relajado, tal vez estaba resignado a que no podía hacer nada y era un morir o vivir, tal vez no querer seguir los pasos de su madre y morir en desosiego, no lo sabía. 

Admiro las opciones, no eran muchas, como podía esperarse de una maquina expendedora a la mitad de la maldita nada, pero podría ser peor, por lo que obtó por comprar una galletas de canela para sí y unas con un poco de chocolate para Black, la verdad no tenía idea de que llevarle pero esa opción parecía más segura que llevarle unas papas con sabor a cebolla, a sabiendas que tal vez sería demasiado fuerte para su recién mejorado sentido. 

Estaba recogiendo las cosas cuando escucho una voz, una voz conocida. Al asomarse un poco, pudo a ver a Barty en el estacionamiento, el Sly sostenía entre sus brazos varias bolsas de comida rápida, pero su atención estaba lejos de ello, pues enfrente suya, un patronus, una serpiente de hilos blancos que se enrollaba y siseaba, alzándose orgullosa y mostrando sus colmillos. De alla salía la voz de Regulus. 

-Hasta ahora no nos hemos topado con ninguno, parece que están siguiendo bien el rastro que estamos dejando atrás, ¿Y sobre accidentes? Nadie se ha caído a un acantilado ni chocado con un árbol, pero no creo que te refieras a eso, lo más que pasó es que el idiota de Potter provoco que Pettegrew y yo chocáramos con un tronco caído. No se si esa información te sirva, cuida de Severus y de Sirius. 

Y la serpiente se envolvió en si misma antes de desaparecer en un gran flashaso.

Severus suspiro, al parecer todo iba bien...o eso pensó antes de ver la expresión casi horrorizada de Barty. Quien tiro la comida que estaba sosteniendo y sacó su varita con prisa, de un movimiento fluido, de ella salió una luz que  fue tomando la forma de hiena, la cual alzó su orejas, escuchando con atención las preocupadas palabras de su creador.

-Reg, esto es malo, no preguntes, pero cometieron un error con esa caída, de algún modo el se va a dar cuenta, Riddle notará que son ustedes y no su presa, no se cuando ni como, regresen a donde se cayeron, rápido, si se apresuran puede que logren llegar antes, si están a tiempo cambien de ruta, pero si no...no lo sé, no se ni siquiera si ya se ha dado cuenta, si es así, carajo. ¡Dense prisa y díganme que encuentran!

Y con eso, se rompió la unión de magia e la varita a la criatura blanquecina, la cual rió un poco antes de salir corriendo y perder su forma para ser solo un rayo de luz. Barty siseo al aire antes de salir corriendo en otra dirección, en un parpadeo, ya estaba demasiado lejos. 

Severus se recargó en la pared para no caer. 

Estaba muerto, tanta paz solo podía ser el preludio de una tormenta, ¿Por que no lo vio? Estaba solo, Barty y Black tal vez podrían hacerle frente a Riddle si estaba solo, pero si con él venía Bellatrix...podría causar la muerte de uno de los dos, y por mucha historia de hostilidad que hubiera entre el Gryffindor y él, no cabía en sus pensamiento el mandarlo a morir. 

El corazón le estaba latiendo en los oídos, todo esto había sido un gran error. 

Olvidadas quedaron las galletas que había comprado cuando huyo del pasillo. 

Bloody SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora