Bloody Secret

Una Advertencia

Era totalmente intocable, pero ahora desado por todos, si creía que a los merodeadores eran admirados por los muggles, bueno, los vampiros eran harina de otro costal.

A Lucius prácticamente se lo comían con la mirada mientras caminaba, Regulus era observado con adoración mientras Barty era admirado cómo una belleza en un museo. Los merodeadores ya no los habían vuelto a molestar en lo que iba del día, sólo se dedicaban a lanzarle malas miradas cada vez que los vampiros cortaban distancia con él.

Era difícil creer que los 4 ahí eran licantropos, igual que Lupin, suponía que fue después de la broma de tercero, ya que durante luna llena estaba sólo 1 lobo y tres animales.

Lo muggles de la escuela lo veían con asombro, cómo si recién se dieran cuenta que estuviese ahí, no le costó mucho entender porqué, es decir, iba con el trío de divas mas codiciadas de la escuela, lo trataban cómo un amigos y no permitían que se separa. Al subir al auto para irse, pudo ver a Black al otro lado del estacionamiento, este tenía los brazos cruzados sobre el pecho mientras fulminaba con la mirada a los chicos, pero cuando sus miradas chocaron, pudo ver un brillo diferente en su mirada, una pequeña chispa qué no supo interpretar, pues esa mirada se asemejaba a la de Reg cuando veía las heridas que su padre le había hecho, a veces olvidaba que eran hermanos.

Era imposible que Black estuviese preocupado por él, no era factible, eran enemigos jurados, había intentado matarlo con su amigo licantropo, no podía estar preocupado cuando él mismo lo había puesto en riesgo de muerte. Debía ser indignación tal vez, indignación de que, aún estando en su territorio, era intocable por el anuncio de Lucius en la cafetería. Sí, indignación, eso debía ser, fin del dilema.

Entró al auto y vio a las divas con cierto reproche en la mirada, Barty se hizo el desentendido, Regulus esperaba el regaño y Lucius sólo estaba divertido, esperando a ver cual era el reproche para poderse burlar.

-¿La escena en la cafetería era necesaria?- soltó paseando la miradas entre los 3.

-Agredece a Regulus, por mí yo te hubiera anunciado cómo potro pura sangre en exhibición- le dijo Lucius mientras se quitaba las gafas y elegantemente las colocaba en el bolsillo de su chaqueta para tomar el volante con diversión en la voz- eso o te hubiera besado cuando termine de hablar para dar mejor a entender mi punto- agregó al final para picarlo un poco, sonriendo con burla.

Severus le dedicó una mirada llena de agradecimiento a Regulus, quien asintió con la cabeza antes de que Lucius arrancará y tomará camino, vio por la ventana el paisaje del bosque en el que se estaban adentrando sobre el camino, de nuevo el paisaje boscoso que estaba aprendiendo a disfrutar. Recordaba lo pasado en la escuela, jamás había estado en una posición de inmunidad a los de su alrededor pero era una paz aplastante a la que no podía dar crédito, recordando el enfrentamiento se dio cuenta de los detalles que escapaban de su compresión, dio vueltas un rato antes de mirar al vampiro a su lado.

-Oye, Lu, ¿de que acuerdo hablaban? En la cafetería.

Lucius le vio de reojo antes de centrarse en el camino.

-Sabés que los vampiros y los hombres lobos tienen la peor relación de las criaturas nocturnas, para poder vivir todos aquí sin querer arrancarnos la cabeza entre nosotros tuvimos que hacer un tratado- explicó sin separar la vista del camino- no podemos cazar humanos de este pueblo, ni tampoco revelarles nuestra naturaleza. El bosque está dividido, una parte nos pertenece y la otra a los sarnosos, quienes defienden el lugar de vampiros externos, hemos tenido que lidiar con un par de cazadores pero con un montón de lobos del tamaño de caballos facilitó las cosas.

-La escena en la cafetería fue porque creían que Lu te tenía bajó el hipnosis de sus ojos y te comeríamos- completó Regulus- la escuela es terreno neutro, de manera que no sorprende que convivamos con humanos.

-Pasa siempre que hablamos con humanos, se ponen algo intensos cuando hay más contacto- se medio quejo Barty, era más una burla que una queja- hubieras visto cuando Reg se enca-

-¡Aah! ¡Gracias, callate! -le interrumpió Regulus tomando su cabeza y jalandolo al asiento del auto, sonriendo incomodo a Severus, que suspiro divertido, mientras en el asiento trasero se hacía una ridícula pelea aún más cómica por el reducido espacio y la capacidad de flotar.

Al frenar delante de la casa y tomar su mochila, recordó de golpe la tarea que había dejado el profesor, al cual había ignorado olímpicamente hasta que dictó la tarea, pues en la mochila abierta estaban los utensilios necesarios para recoger y preservar en buen estado muestras.

-Chicos, necesito unas muestras de hongos para biología para mañana- aviso mientras bajaba del auto y se colgaba la mochila en un hombro- voy a buscar algunas en el bosque.

Lucius asintió mientras Regulus y Barty entraban a la casa.

-Claro, te esperamos para almorzar-le aseguró.

-¿No que no comen? -se burló Severus, a lo que Lucius se hundió de hombros sonriendo.

-No lo necesitaremos pero ¿por qué no?.

Dicho esto se metió a la casa mientras Severus se adentró al bosque, tenía lo que necesitaba en su mochila, caminar por el bosque resultaba terapéutico, sólo escuchaba el sonido de los pájaros, algunos animalillos correr y las ramas de los árboles golpeándose entre sí suavemente, formando una suave melodía de los susurros del bosque. Respiro profundamente, el aroma a tierra mojada y pino sólo lo relajaba aún más, puede que el lugar fuese sombrío, pero guardaba su propia belleza si sabias buscarla y apreciarla al encontrarla correctamente. Era tan diferente a su hogar, en ese momento todo era tan pacífico, no había gritos, ni llantos de los vecinos o su madre, no había chismorreos de las señoras alrededor ni miradas de odio a su persona. Sólo él y el bosque que entonaba su dulce canción hecha se susurros.

Pronto a aquella orquesta de susurrós se unió el murmullo de agua corriendo, Severus siguió el sonido y efectivamente, llegó a un pequeño riachuelo que entre sus rocas tenía las muestras que necesitaba, se acercó con cautela para no resbalar y caer, tomando las muestras con cuidado y precisión. Se pasó al otro lado del riachuelo para poder cortar los de las esquinas, cerró los frascos y los metió a su mochila, pero al hacerlo, su paz se vio interrumpida cuando sintió cómo una mano se cerraba con fuerza en su hombro y lo chocaba contra un árbol varios metros detrás de él, en el acto la mochila cayó, no tardo en ver a su atacante.

-¿¡Black?! -¿¡pero que coño hacia ahí?! Claro, lo agarraba cuando estaba sólo, ahora estaba con un árbol a sus espaldas y sus muñecas sostenidas sobre su cabeza, dejándolo sin oportunidad de moverse.

-Escuchame Snivellus, ésto es importante- exigió Sirius encerrandolo entre el árbol y él, cortando la distancia entre ambos- puedes creerte listo pero no tienes idea de en qué te estás metiendo.

-Lo que sé es que tú no deberías estar aquí- gruñó en un inútil intento de alejar a Black, era un licantropo, sabía que no tenía sentido pero no sería un dejado.

-No está seguro con ellos, tienes que alejarte de ese trío, no sabes lo que son y que harían- advirtió Black mientras se acercaba más.

-Pero sé que eres tú, y entre los dos, con ellos estoy más seguro- respondió forcejeando con Black, que por segundos se vio sorprendido, no esperaba qué... Ese no era momento, después lo resolvería.

-Con nosotros estarás vivo, con ellos tus días están contando, sal de ahí o-

-¿o qué? ¿Me sacaras a la fuerza? No tienes poder para hacer eso y así se quedara.

-Te arrepentiras- afirmó.

Prácticamente respiraban el mismo aire, Sirius lo miraba con intensidad en los grises ojos, pero eso no duraría.

-Y tu te arrepentiras de esto- dicho lo último, Severus pateó a Black en la entrepierna y salió corriendo, sin detenerse tomó su mochila, solo para saltar el riachuelo y corriendo de regreso a la casa, Black lo siguió hasta el riachuelo, de donde no pasó y vio al pálido mago atravesar el bosque. Estaba jodido, había intentado advertirle pero ese Slytherin era necio cómo el sólo.