Bloody Secret

Acuerdo

Ni siquiera él sabía que podía correr esa distancia tan rápido, ni siquiera se penso en la distancia, sólo pensaba en huir de Black y sus maldito arrinconamientos.

El llegar a la casa, poco le importo cerrar ruidosamente la puerta tras de si mientras se recargaba, tratando de regular su respiración y recuperarse un poco. Lucius se levantó para preguntarle que había pasado, para saber la razón de su exaltación cuando al acercarse el aroma le golpeo en la nariz.

-¿Cuál fue? -preguntó en su lugar mientras, al igual que Regulus, ayudaba al pálido mago a levantarse.

-Black- respondió Severus mientras se deslizaba lentamente al suelo cansado de su maraton.

Regulus le animo a ir al comedor, sabía que el cuerpo humano tenía repercusiones sí se forzaba la actividad física sin consumir alimentos apropiadamente, aunque en la ultimo en lo que estaba pensando Severus era en comer. Aunque entre los 3 vampiros le forzaron, después de interrogarlo y enterarse de que pasó, Severus se fue a encerrar al cuarto para hacer la tarea e identificar las muestras que recogió. Abajo Lucius veía por uno de los ventanales de la cas con una copa de vino en la mano, esperando y observando, lentamente se quito las gafas para ver mejor el bosque, algo no estaba bien. Los sarnosos no se atreverían a hacer tremenda estupidez aún si Severus cruzará el riachuelo (que después se transformaba en un río bravo que desemboca en el mar), no, algo los tenía alertas a lo que respecta chupa sangre, no sabía que, pero esa advertencia había sido demasiado consisa, tenía la sensación de alerta en la piel, de manera que envió a Barty a investigar, aunque él era el más rápido, quería ser él quien se encargara si los sarnosos deseaban hablar, pues ninguno de los otros dos inmortales tenía paciencia, punto probado cuando hace a unas semanas se armo una discusión porque a un trabajador lo había asesinado un osos y los Gryffindor cerebros de algodón les echaron la culpa, de ahí aprendió a que cualquier cosa tendría que tratarse con él. El bosque estaba en un anormal silencio que no era de ayuda para relajar sus crispados nervios.

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Un pescador estaba en su barco, sentando cómodamente asegurando su red de pesca mientras silbaba una canción que la vieja radio entonaba, el lugar estaba totalmente solitario. Razón por la que le sorprendió escuchar algo más fuera del radio, algo confundido el señor apago el radio y vio a los lados, nada. Estaba sólo, ¿entonces por qué se sentía tan acorralado y rodeado?

-¿Hola? -tanteo, esperando que tal vez uno de sus compañeros haya llegado, pero al ver que nadie le respondía, se hundió de hombros y arranco el bote- ¿¡PERO QUE?!- cayó cuando el bote se freno en seco y regresaba, cómo si le hubieran dado un tirón, volteo pero solo pudo retroceder en el bote asustado cuando vio una chica de alborotado cabello negro con una aterradora sonrisa en su cara, una sonrisa con un par de afilados colmillos, misma chica que sostenía borde el bote con sólo una mano- ¿H-Hola? ¿Quien eres?- pronto otro movimiento del bote le alertó, volteo, sólo para encontrarse con otro chico de cabello negro y piel blanca que le veía con una cruel sonrisa colmilluda, tal vez más cuerda que la de la chica, pero no más conciliadora, no vestía una camisa, de manera que su muy bien trabajado abdomen estaba en exhibición- ¿¡Qu-

-Linda chaqueta- le felicito viéndola.

-¿¡Quienes son?! -preguntó otra vez más asustado, sólo logrando un gesto de perversa diversión en el hombre parado frente a él.

-Siempre son las mismas aburridas preguntas: "¿Quienes son?"

-"¿Que quieren?" -completo la chica detrás con una risa aguda mientras se adentrába en el bote.

-"¿Por qué hacen esto?"

El hombre estaba verdaderamente asustado ahora, razón por la cual salto como gacela cuando un chico rubio apareció de la nada sentado en el bordillo del bote muy quitado de la pena.

-Bellatrix, Tom, no juguemos con nuestra comida- les regaño tan naturalmente que aquel hombre supo que de eses día no pasaría.

En el aire se escucho la risa aguda de Bellatrix, el grito agonizante de un hombre y un pajarillo volar.

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-¡LU! ¡Esto es grave!

Lucius volteo al instante, Barty llegó corriendo a donde él, extendiendo su mano que sostenía una especie de collar, algo confundido por tanta agitación se acercó para tomar el collar, al alzarlo se dio cuenta de que no era nada menos que un collar de esmeralda que conocía muy bien, si tuviera pulso, en ese momento se detendría.

-¡Mierda!

-¡Lu! -otra vez ambos voltearon- Malas noticias.

Apenas terminó de decirlo, los 3 escucharon el aullido de un lobo entre la negrura del bosque, demonios, si Bellatrix, Riddle y el imbecil de Rosier habían hecho de las suyas, los lobos creerían que habían sido ellos, podían romper el acuerdo y hacer otra pelea ridícula por territorio y paz, pero su solución vino en forma de un pálido mago.

-¿Por qué hay lobos aullando afuera?- preguntó naturalmente Severus mientras bajaba las escaleras y veía a sus tres amigos, los cuales intercambiaron miradas, esa era su coartada, mientras que Severus repentinamente se arrepentía de haber salido de la biblioteca de la casa.

-Severus- llamó Lucius alzando el collar- ¿Nos ayudas? -pidió amablemente, sabiendo que de otra manera el Slytherin se esconderia en su cuarto y ningún poder humano, vampiro o licantropo lo sacaría de ahí. Severus se acercó al accesorio con duda, tomandolo suavemente para verlo mejor, se le hacía conocido pero no sabía de donde hasta que lo vio de cerca: el collar de Bellatrix Black, la Black más loca, cruel, mezquina y sangrienta. Hermana mayor de las tres hermanas Black, casualmente le guardaba cierto rencor al platinado delante de él.

-¿Que esta pasando?- preguntó.

-Parece que quieren romper el acuerdo, necesitamos que vengas con nosotros al riachuelo- explicó Regulus- a aquel tipo no lo mató un oso.

-¿Riachuelo?

-Es la separación de los territorios- explicó Barty- viene de montaña arriba y se va haciendo cada vez más ancho hasta desembocar en el mar, para tratar cosas así nos vemos terreno arriba donde la separación la da un hiliyo de agua.

-¿Y que rol juego yo en esto?

-En qué eres nuestra coartada- dijo Lucius tomando de su copa- si vas con nosotros y dices que estuvimos aquí todo el tiempo tendrán que escucharnos antes de mordernos.

Severus suspiro, ¿no podían estar las cosas sin dramas solo por 72 horas seguidas?

-Bien, lo haré.