Territorio Ajeno

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Severus se despertó con la alarma, por la ventana no entraba demasiada luz, el día era nublado, no dudaba la razón por la que los chicos habían decidido vivir ahí: nunca había sol.

Se levantó de la cama y abrió el baúl, Barty no mentía, había todo un arsenal de útiles escolares muggles y mágicos, guardó su varita, aunque la escuela era Muggle, le daba cierta seguridad. Ahora quienes le enseñaría magia seran Lucius, Regulus y Barty, nadie podía objetar al hecho de que eran más experimentados que todos los maestros que cualquier escuela pudiese tener. Es decir, cada uno tenía años de antigüedad, habían visto demasiado y aprendido de ello. Así que Dumbledore accedió a eso, diciendo que firmaría cómo autoridad escolar que la educación del chico estaba siendo correcta de acuerdo a su grado.

Severus se vistió, siempre con sus ropajes negros, pero esta vez tenía ropa a su medida por insistencia de Lucius, el tipo era asquerosamente rico, tenía decadas de acomular su fortuna y agrandarla, a eso sumados que Regulus y Barty también venían de familias adineradas y tenían sus trucos, entre los 3 prácticamente tenían tanto dinero cómo para comprarse una isla con una mansión y 15 autos último modelo cada uno. Eso o más. De manera que siempre le costaba demasiado creer que Severus no quisiera su ayuda económica para nada, ofreció más de una vez pagar útiles nuevos completos y, al menos, lo suficiente para reparar su casa y hacerla una "digna vivienda". Pero Severus le rechazo todas las veces, ahora que estaba a la merced de Lucius, estaba seguro que su vampiresco amigo no dejaría que usará nada de segunda mano o que estuviera de rebaja.

Bajo a la cocina y se encontró un sandwich hecho servido en un plato con una nota encima, algo optimista se acercó y tomó la nota, cómo también unas llaves que estaban pegadas a ella.

"¡Feliz primer día de tu nueva vida!

Nosotros nos fuimos a comer así que te dejamos el desayuno hecho, hay comida (de humano) en el refrigerador, en el cajón del armario de la sala hay una tarjeta de débito y crédito por si necesitas algo. También esta la camioneta fuera, relajate, es una no costosa, dentro esta el GPS que te guiará a la escuela.

Psdt: Si quieres tomar vino, asegurate de no tomar las botellas que tengan un tache rojo, no es vino.

Atte: Lucius, Regulus y Barty."

Severus suspiro con una leve sonrisa, era difícil de creer que tuvieran décadas de edad cuando se comportaban cómo madres preocupadas por su hijo, aunque viéndolo desde su perspectiva, Severus era demasiado frágil, no era de sorprenderse que lo tratarán con pinzas.

Tomó el sandwich y la mochila que había llenado con cosas que, según el horario que le habían dado, iba a necesitar. Salió de la casa y vio la camioneta, era verde, estaba un poco despintada pero no le dio importancia, después de todo lo que importaba era que funcionaba, sin pensar más entró en la camioneta y arrancó, de los tres, sólo Regulus y Lucius sabían conducir, pero Regulus se estrésa a estando al volante, de manera que Lucius era quien mayormente conducía, fue él quien le inició a conducir.

Arrancó y tomó camino, sólo, otra vez, le gustaría que los chicos estuviesen con ellos, pero sabría que los otros le harían tener una entrada dramática y eso no le gustaba, prefería mantener un perfil bajó, realmente bajó, prácticamente que no notaran que estuviera ahí. El GPS le indicaba a donde ir, sentía nervios pero cómo todo un profesional, su rostro estaba imperturbable. Llegando encontró lugar en el estacionamiento, se estacionó y apagó la camioneta, pero en vez de bajar se quedó totalmente quieto, tomando valor, era la primera vez que estaba en una escuela nueva cómo el chico nuevo a la mitad del año con ropa nueva y útiles recien comprados. Era una....nueva experiencia. No se sentía confiado, él siempre había sido delgado y nada musculoso, pero crecer le había hecho bien, según Lucius, pues ahora tenía una cintura marcada, piernas torneadas y una cadera que se contectaba con sus piernas en una curva casi perfecta, Lucius podía competir con su figura. Ambos tenían curvas dignas de una mujer, Lucius más que él.

Bloody SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora