Han Jisung: diseñador de interiores de la compañía Qri Union, acaba de culminar una relación de cuatro años con la persona que creyó el amor de su vida y nunca pensó que trabajar para Christopher Bang lo llevaría a conocer los límites de la posesivi...
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Salgo de la pista de baile con la mano de Christopher apoyada en la cadera. Va apartando a la gente con el otro brazo y me guía entre la multitud. Me lleva hasta una mesa alta, pero se han llevado los taburetes.
ㅡ Espera aquí. —Me deja junto a la mesa, me pone una mano en la nuca, tira de mí y me planta un beso en la frente— No te vayas.
No tengo mucho tiempo para aclararme las ideas, lo cual, seguramente, sea algo positivo, porque no sé qué pensar. Felix y los demás aparecen entre la gente, riendo y sudando, con Hyunjin y Seungmin detrás.
Hyunjin ve que estoy solo.
— ¿Y Christopher?
Enarco las cejas.
— No lo sé —respondo, y señalo en la dirección por la que se ha marchado justo cuando reaparece entre las personas con un taburete sobre la cabeza.
Lo deja en el suelo.
— Siéntate —me ordena, y me levanta y me coloca sobre el asiento. Es un alivio, estoy cansado— ¿Pido algo? —pregunta. Todo el mundo asiente y le dice lo que quiere tomar; parece estresarse un poco cuando se inclina para escuchar los pedidos.
Hyunjin se ofrece a ayudarlo.
— Yo te echo una mano.
— Sí, yo también. — Seungmin sigue a Christopher y a Hyunjin hasta la barra y me dejan solo con las miradas inquisidoras de mis amigos.
— ¿Qué? —pregunto como si no lo supiera. De repente el vino se me sube a la cabeza.
Felix me mira con una ceja bien enarcada y se cruza de brazos. Que se vaya a la mierda. Si él está aquí es por su culpa.
— Te veo muy cómodo —espeta.
Yuna se pasa la mano por las exageradas solapas de su blusa de color coral.
— ¿Cómodo? Madre mía. ¡Después de lo que acabo de ver te espera una larga noche de sexo apasionado, querido! —Levanta las dos manos y Felix y Yeji responden chocándole una cada una al unísono.
Lanzo una mirada asesina a Felix.
— Ya hablaremos tú y yo —lo amenazo.
Él inspira profundamente.
— Vaya, qué agresivo. Me gusta todo lo que este chico saca de ti.
Sí, ya ha dejado bien claro que le gusta este hombre, y quiero saber a qué han venido los cuchicheos de antes.
— ¿Han visto cómo bailaba? —interviene Yeji.
— No lo hace mal —dice Yuna con un mohín. Ay, Dios mío, alguien le ha robado el protagonismo en la pista de baile. Es posible que Christopher se haya ganado una enemiga de por vida.
— A ti también se te ve muy cómodo. —Se la devuelvo a Felix y señalo con la cabeza a Hyunjin, que regresa entre la gente con tres bebidas en las manos.
