𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐦𝐞 𝐃𝐞 𝐔𝐧 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐨𝐬𝐨 || Tom Kaulitz

sᴀʟᴠᴀɴᴅᴏ ᴀ ᴍᴀʀᴀ (cap.12)

𝐓𝐨𝐦 𝐏𝐨𝐯'𝐬

-Bill, hermano, quiero que me hagas un favor.

-¿Que pasa hermano?...

-Emily quiere que vayamos por Mara- me calle por un segundo -Le jure que iría por ella- lo mire.

-Tom, pero no sabes dónde está Pedro, nisiquiera Michael.

-Si sé- afirmé -Dónde están escondido no tiene nombre, es como un lugar perdido de por aquí.

-¿Y como sabes?

-Bill- lo mire -Fui amigo Michael antes.

-Ah- hablo recordando -Okay, pero ¿como haremos?

-No lo sé muy bien, en ese lugar creo que hay más hombre que trabajan para el, sino me confundo es otra casa.

Bill se quedó pensativo.

-¿Bill?- Pregunté -Quiero ir por Pedro ahora.

-Tom, espera a mañana- hablo en preocupación.

-Es que Bill, no entiendes, sino voy Emily es capaz de ir a buscarla estando en reposó.

-Tom, obvio no lo hará- afirmó él.

-Hermano si lo hará, ella es capaz - Mantuve silencio -Y eso no quiero que pase, no quiero que vuelva a pasarle nada.

-Hermano, pero...

-¿Iras conmigo?

-Obvio que iré, pero ¿acaso olvidas que dijiste que tenia más hombres en ese lugar?...

-Bill, no nos hara nada, ese imbecil es más débil que nosotros, vamos a matarlo de una vez.

Me levante del lugar y me fui hacia el baño, cuando justo choque con Lorena.

-Tom, hasta que apareces.

-¿Que quieres Lorena?- hable mientras caminaba hacia el baño.

-Tom espera- me detuvo -¿No quieres jugar un rato?- hablo con voz seductora.

-Lorena ahora no- me aleje de ella y entre al al baño.

-Imbecil- susurró ella, pero la ignore.

Una vez dentro de del baño decidí ducharme, tarde media hora allí dentro.

Me mantuve quieto en el lugar, mientras el agua me caía por encima, estaba pensando en Emily, una y otra vez, quería sacarla de mi mente, negaba que ella se robará mi corazon, no quería pero a la vez si.

Ella es una chica tan dulce y tan valiente, ella es hermosa, y no me merecía su amor, no después de todo lo que le hice, fui muy malo, arruine su vida por un momento.

¿Por qué justo ahora tengo que arrepentirme? Le hice mucho daño, sin que se lo merezca, ella no tenía nada que ver en esto, y yo como todo un imbecil la secuestre solo para tener dinero.

Termine de ducharme y salí de allí, colocandome una toalla al rededor de mi cadera, y una encima de mis trenzas.

Al salir, fui directo a la habitación dónde dormía con Lorena.

Seguramente me encontraría con ella, allí, y así fue.

-Tom, por favor, tengamos sexo- hablo directo al verme.

-Lorena, déjame en paz, tengo cosas que hacer ahora- afirmé.

-Tom, vamos, no tenemos sexo por semanas, ¿Como puedes aguantar?

Quería hablarle en voz alta y decirle que se vaya de este lugar, pero respire profundo y hable paciente.

-Por favor Lorena, ve a fuera quiero cambiarme.