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Tom

Luego de aquella confesión sobre sus problemas no vi nada de malo en calentar un poco el ambiente, tenía mi mano izquierda dentro del short deportivo de la menor mientras que con mi otra mano conducía, hubo un momento donde tuve que quitar mi mano de ella para poder manejar mejor y llagar más rápido a nuestro destino.

Había decidido llevarla a casa sabía que Heidi no estaría por varios días y los niños estarían en casa de su padre, así que tendríamos la casa para nosotros dos solos hasta que Leni llame indicando que pasemos por ella, pero por lo que vi estaba muy entretenida en el gimnasio.

Una vez llegamos a la casa ambos bajamos rápidamente del auto una vez termino de estacionarlo, ambos estábamos deseosos y si no encontraba una solución para el problema que había dentro de mi pantalón moriría, ella iba detrás de mí al no conocer el lugar así que decido dar media vuelta y tomarla para cargarla en mi hombro.

-¡Tom! - en respuesta le golpeo su trasero y ella suelta una risita.

-Tranquila preciosa que no haremos nada que no quieras.-

Entre risas subo con ella en mi hombro y la llevo a la habitación que comparto con Heidi, una vez llegamos la dejo sobre la cama y me inclino sobre ella para empezar a besarla, es un beso lleno de deseo ambos deseamos al otro y puede que este mal desearla.

Es la hija de mi mejor amigo, es menor que yo y además yo estoy casado, pero no puedo evitarlo. Nos separamos por la falta de aire en nuestros pulmones.

-¿Qué crees que diga tu esposa al saber que tienes a tu amante en su casa?- se escabulle de la cama y empieza a recorrer la habitación.

-No tiene por qué enterarse.- me acerco por detrás y muevo su cabello a un lado para empezar a besar su cuello.

Sin evitarlo empieza a soltar pequeños gemidos, me separo un poco de su ello para esta vez colocarme frente a ella y volver a besarla, en un momento empezamos a avanzar y terminamos chocando con una pared así que decido tomar sus piernas eh impulsarla, ella rápidamente entiende y enreda sus piernas en mi cintura.

Al estar contra la pared no pierdo oportunidad para restregar mi notable erección contra ella, al parecer esta sensible porque apenas un roce y suelta un gemido, nos quedamos en esa posición por unos minutos más hasta que ella me indica que quiere que la deje en el piso, sin protesta hago lo que me indica y ella lleva su mano a mi pecho y empieza empujarme hasta llegar a la cama donde me dejo caer y la veo a ella arrodillarse.

No mentiré es una vista hermosa tenerla arrodillada frente a mí, pero estoy seguro será una mejor vista cuando tenga mi miembro dentro de su boca, con mi ayuda me baja el pantalón y la ropa interior veo como relame sus labios al ver lo que tiene en frente de ella.

-Dime cariño, ¿realmente quieres que lo haga?- la burla en su voz me hace desesperarme más así que recojo su cabello en una coleta y atraigo su cara cerca de la mía.

-Ambos sabemos que, si no lo haces tú puedo usar mi mano y serás tú quien quede con ganas no yo preciosa.- a quien miento necesito su boca y luego estar dentro de ella para sentirme satisfecho.

Sin decir una palabra toma mi miembro con una de sus manos y empieza a bajarla y subirla de forma lenta y tortuosa mientras tiene sus ojos fijos en los mis, mi respiración se acelera un poco lo que hace que con su lengua empieza a dejar pequeñas lamidas en la punta de mi longitud, aun con mi mano en su cabello hago un poco de fuerza en mi agarre indicándole a que deje de jugar y que meta mi maldito pene a su boca.

Relame sus labios una última vez antes de pasar su lengua por todo mi miembro, luego de eso finalmente mete mi miembro a su boca la cual baja y sube a su antojo mientras que con una de sus manos aun en mi miembro sigue llevándola de arriba a abajo causando doble placer, pero al parecer no es solo eso con su mano libre empieza a jugar con mis testículos la combinación es una mezcla de placer que nunca antes había sentido.

-C-carajo Di eres u-na maldita d-diosa en esto.- mi voz sale entrecortada por todo el placer que ella me está otorgando.

Siento como se empieza a hacer un nudo en la parte baja de mi estómago y decido que es momento de separarla de mi pena o sino terminare en su boca y por más que quisiera ese no es mi plan, así que con todas mis fuerzas quito su boca de donde estaba y me levanto de la cama levantándola a ella también.

Una vez ambos de pie me quito la camiseta frente a ella y puedo ver como fija su mirada en mi abdomen, acerca una de sus manos para acariciar dicha zona y dedico que es momento de hacer un movimiento así que tomo su muñeca y le doy la vuelta quedando ella de espaldas a mí, mi erección choca conta su trasero logrando sacarme un gemido.

Meto una de mis manos dentro de su short y ropa interior hasta llegar a su punto sensible, empiezo a hacer movimientos en este logrando hacer que se le escapen un par de gemidos y también haciendo que sus piernas se debiliten un poco por el placer que mis movimientos le otorgan, sigo haciendo unos minutos más hasta que siento que está a punto de tener su orgasmo así que quito mi mano y la siento tensarse por no obtener lo que tanto anhelaba.

Se separa de mi para quedar frente a frente y entonces empieza a quitar su ropa, empieza por su camiseta la cual es un par de tallas más grandes para quedar en un sostén deportivo junto a su short, pero este dura poco ya que rápidamente se lo quita junto a su ropa interior para quedar solo con la parte superior.

Vuelve a llevar su mano a mi pecho y hacerme sentar nuevamente en la cama, pero esta vez con mi espalda en el respaldo para luego sentarse encima de mí y puedo sentir su intimidad chocar con la mía y es allí donde empieza a hace fricción entre estas.

Sin soportarlo más quito la última prenda que tiene su cuerpo y estiro mi mano al cajón junto a la cama para tomar un condón, tomo sus caderas para separarla un poco de mí y colocar dicha protección una vez puesta vuelvo a tomar sus caderas, pero esta vez la siento sobre mi miembro y me fijo en su cara de satisfacción al tenerlo dentro de ella.

Pronto ella empieza a subir y bajar sus caderas mientras sus manos viajan a mis hombros como soporte y las mías a sus senos para empezar a masajearlos, la habitación esta inundada en gemidos y jadeos de ambos.

Llevo uno de sus senos a mi boca y con el cual empiezo a jugar con su pezón y termino mordiéndolo causando un gran gemido por parte de la menor, puedo sentir como empieza a cansarse de tanto saltar entonces de un movimiento intercambio los papeles y es ella quien esta acostada y yo encima de ella movimiento mis caderas.

Puedo sentir mi orgasmo cerca así que aumento el ritmo de mis movimientos mientras siento como ella empieza a contraerse indicando que su orgasmo está cerca también, unos minutos más y ambos tenemos nuestro adorado orgasmo.

Me quedo quito aun dentro de ella hasta que nuestras respiraciones se regulan un poco y es ahí cuando salgo de ella y quito el condón de mí.

-¿Dónde aprendiste a hacer eso?- no puedo evitar preguntar refiriéndome a lo de su boca.

-Para eso existe el porno.- voltea a verme y me guiña un ojo mientras sube encima de mi para empezar a besar mi cuello.

Iba responderle, pero mi teléfono empieza a sonar así que estiro mi mano al mueble aun lado de la cama para ver quién es y se trata de Leni.

-¿Leni sucede algo?- trato de que no se dé cuenta de lo agitado que estoy y que los besos de Di no me afectan.

-Con Mack estamos terminando aquí, ¿Pueden venir por nosotras?-

-Claro en unos minutos estaremos allí.- ella me agradece y cuelgo.

Quito a Di de encima indicándole que tenemos que vestirnos para ir por las chicas se queja y hace puchero en un principio, pero termina aceptando a regañadientes.

𝖠𝗆𝖻𝗋𝗈𝗌𝗂́𝖺 「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora