𝖠𝗆𝖻𝗋𝗈𝗌𝗂́𝖺 「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」

²⁴

Dilara

Había pasado los últimos 5 días encerrada en mi habitación del psiquiátrico, todo seguía igual que hace unos meses.

La misma enfermera de la última vez se hacía cargo de mi otra vez. Papá y mamá eran quienes más me visitaban, aunque apenas pronunciaba una palabra.

Incluso los chicos y también Mattheo habían venido, todos menos Leni y Tom

Me ponía triste, pero creo que era lo mejor, me sentía avergonzada de que Tom viera esa parte de mí, antes solo le había contado peor esa noche vio a mi otra personalidad.

Papá había dicho en repetidas ocasiones que Mackenzie estaba indecisa si venir a verme o no, pero al final nunca vino.

Ahora me encontraba en la habitación sentada en una silla frente a la gran ventana, podía ver a los demás pacientes en el patio mientras hacían sus actividades. Hoy me había negado a salir de la habitación, no tenía ánimos de ver a nadie.

La puerta suena indicando que alguien llegó, pero no le tomo atención creyendo que se trata de la enfermera quien de seguro otra vez tratará de convencerme de salir y al igual que las veces anteriores mi respuesta será la misma.

-Si vienes a decirme que salga de la habitación, mi respuesta sigue siendo no.-

-¿Y si somos nosotros quienes preguntan?- volteo la cabeza y veo a Leni junto a Tom parados frente a la puerta.

Me quedé paralizada al verlos allí, pero reaccioné cuando veo a Leni correr en mi dirección lanzándose sobre mi sin importar quedar aplastada en la silla.

La escucho sollozar lo que provoca mi desconcierto, solo puedo dejar caricias en su cabeza esperando a que se calme.

Unos minutos después finalmente deja de sollozar y se levanta de encima. El mayor se acerca y con algo de vergüenza se acerca a mi para abrazarme.

Nunca había necesitado tanto un abrazo de Tom como ahora, no quería soltarme.

Leni se nos une y así nos quedamos unos minutos hasta que la puerta es tocada.

-Adelante.- hablo una vez nos separamos.

-El día está bonito, deberían de salir.- mi enfermera se hace presente en la habitación.

-Saldremos.- la menor de nosotros se adelanta a decir.

Sin más Leni toma mi mano y prácticamente me arrastra hasta el patio de la instalación, nos sentamos en unas bancas a disfrutar del sol.

-¿Hablaste con Mack?-

-No, papá me dijo que ella aún no se decide si venir o no.-

-Bill dice que ella se siente mal por la pelea que tuvieron y ahora se siente destrozada.- ambas giramos en dirección del mayor.

-Si es que se siente de ese modo ¿Por qué no viene?-

Ambos me miran, saben que me siento mal por la pelea con Kenzie, pero aún así no puedo perdonar lo que hizo.

Apoyo mi cabeza en el hombro del mayor quien deja un par de caricias en mi cabeza.

-¿Emocionada por la boda?-

-Demasiado.-

Estuvimos los tres por un par de horas hasta que el horario de visitas acabo.

Al irme a mi habitación se me hizo raro ver la puerta de mi habitación abierta, por lo que con cuidado me adentro hasta ver una silueta estar sentada en mi cama.

-Tardaste mucho.- la voz de Kenzie llega a mis oídos.

-¿Mack?-

Y sin más corre hasta mí y abrazarme, al principio me quedo quieta sin saber si devolver el abrazo o no.