Cap. 22

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Seguíamos castigados limpiando los tres, Kaminari y Mineta aprovechaban para burlarse de Katsuki de vez en cuando.
—Oye, Bakugo... —Mineta pasó el dedo por alrededor de la ventana y este se llenó de polvo—. ¿Qué es esto?
—¡Eso, Bakugo! —le siguió Kaminari.
—¡Eso lo limpió Deku! ¡Oye, ¿no puedes limpiar bien?! —regañó al pobre Midoriya, que se estaba encargando de recoger la basura.
—¡Lo... Lo siento! —se disculpó asustado por las palabras del rubio.
—No os quejéis, vosotros tenéis la parte más fácil —me levanté y sequé mi sudor pasando mi muñeca por mi frente—. Yo he tenido que llevar las sábanas a lavar en este viejo carro. Las sábanas de Mineta huelen raro siempre...
Bakugo miró furioso al enano.
—Eso se debe a urgencias naturales del hombre... —lo explicó serio mientras babeaba al verme con una camiseta de tirantes.
—Sigue así, Mineta. Estoy segura de que conseguirás a muchas.
—¿En serio?
—Ni de coña.
—Ahora que lo pienso, creo que todos somos vírgenes aquí. —dijo Kaminari.
—No, Kaminari, estás muy equivocado. Si te has fijado en el cuerpo de ______ desde que inició el curso, sus pechos son más grandes y sus caderas más anchas, eso es un claro ejemplo de los cambios que se muestran al perder la virginidad. —le "informó" Mineta. (☝️🤓)
—No me he fijado en nada de eso y no pienso hacerlo. —respondió el rubio asqueado por su comportamiento.
—¿No te han hablado del crecimiento en primaria? Das asco.
Katsuki me miró.
—Yo la veo igual. —añadió.
—Creo que es obvio que Midoriya sigue siéndolo, pero ______ no niega mis acusaciones.
—Porque no son mentira, pero me parecen innecesarias. Exageráis con eso, tampoco es para tanto. —seguí a lo mío.
—Bakugo, ¿cómo es en la cama? —se acercó a su oreja y el chico lo apartó molesto con una explosión.
Empezaron a hablar los demás sobre unas actividades nuevas.
—Oye, Iida, ¿qué es esa residencia? —preguntó Midoriya.
—Los profesores nos prohibieron hablaros sobre ello. Lo siento, pero tendréis que acostumbraros. ¿Lo has escuchado, Bakugo?
—¡Cállate, cuatro ojos! ¡Ya lo he entendido! —le gritó aún enfadado con Mineta.

Cuando nuestro castigo terminó, Aizawa nos presentó a Los Tres Grandes, los tres mejores del tercer curso. Vinieron a hablarnos sobre nuestras próximas prácticas.
—¡Los Tres Grandes! —repitió emocionada Mina.
—Los mejores de la U. A. —comentó Iida impresionado.
—¿Pueden presentarse uno por uno? Empecemos por Amajiki. —dijo Aizawa y el mencionado se tensó, mirándonos de forma muy intensa.
—Mirio, Hado... No hay caso, aunque los mire pensando que son patatas, todo menos sus cabezas es humano. No puedo decir nada, tengo la mente en blanco —susurró y nos dio la espalda—. Quiero irme.
—Escucha Amajiki, eso se llama tener corazón de pulga. Aunque eres humano, qué raro, ¿eh? —Hado lo miró alegre—. Esta pulga es Tamaki Amajiki, yo soy Negire Hado. Nos han pedido que os hablemos sobre la residencia. Un momento —se acercó a Shoji—. ¿Por qué usas máscara? ¿Estás enfermo? ¿Es por moda?
—Es que antes... —iba a responder pero la chica cambió de persona.
—¡Vaya! Tú debes ser Todoroki, ¿no? ¿Por qué te quemaste ahí?
—Eso...
—Ashido, ¿si tus cuernos se rompen crecen otros? ¿Puedes moverlos?
Aizawa parecía estar cada vez más molesto por la curiosidad de Hado—. Mineta, ¿esas bolas son pelo? Asui, eres una rana y no un sapo, ¿verdad? Quiero saber mucho de todos, qué raros.
—Es muy curiosa. Qué linda. —comentó Kaminari con una sonrisa provocada por la ternura.
—Es como una niña de preescolar. —añadió Mina.
—¿Quieres saber sobre mis bolas? —alzó la voz Mineta—. Espera, eso es acoso sexual.
—Tu ya acosabas sexualmente a las enfermeras en el momento de tu nacimiento. —murmuré.
—No es eso. —le dijo Sero al de pelo morado.
—Ojiro, ¿puedes apoyar todo tu cuerpo sobre tu cola? ______, ¿eres una persona que se transforma en animales o un animal que se transforma en personas?
—Acabas de darme un motivo para no dormir esta noche.
—¿No es irracional? —Aizawa miró enfadado a Togata.
—¡No se preocupe, Eraser Head! Voy al final para terminar, ¿no? —Togata se preparó para realizar una introducción heroica—. ¡El futuro será...!
Hubo un gran silencio por parte de todos los alumnos.
—¿Qué será? —preguntó Ojiro.
—¡Debíais decir "oscuro"! Vaya, mi introducción fue un fracaso. Bueno, parece que no sabéis lo que pasa. —Togata trató de explicarlo pero decidió que la mejor manera de hacerlo sería peleando toda la clase contra él.

Fuimos al gimnasio y todos nos preparamos confusos.
—Mirio, no hacía falta hacer nada de esto, además, no queremos acabar con niños que no se recuperen.
—¿Que no se recuperen? —Kirishima estaba dudoso.
—El año anterior hubo un chico tan frustrado que dimitió y comenzó a causar problemas. ¿Lo sabíais? —comentó Hado.
—Un momento —interrumpió Tokoyami—. Hay una diferencia, pero nosotros ya hemos luchado contra profesionales.
—También hemos peleado contra villanos. ¿Parecemos tan frágiles como para que debáis preocuparos?
—Sí, podéis venir cuando queráis. ¿Quién va primero?
—¡Yo! —se preparó Kirishima pero Midoriya le adelantó.
Cuando el peliverde fue a atacar, la ropa de Togata cayó al suelo.
—¡Lo siento! Esto es difícil de arreglar. —dijo mientras trataba de ponerse el pantalón.
Todos le atacaron sin éxito, venciendo Togata en poco tiempo.
—Deberías contenerte un poco en los entrenamientos. —me acerqué a Midoriya y comprobé cómo se encontraba.
—¿Por qué tú no has peleado?
—Porque sé que no tengo la velocidad de reacción suficiente como para golpearte o esquivar tus ataques. Se todas tus técnicas, pero debo practicar mucho más para hacer que falles.
—Cierto, tú eras uno de los problemáticos. No pareces problemática.
—Bueno...

Ya nos íbamos a ir, pero antes los estudiantes superiores hablaron.
—Intenté que no me vierais la salchicha, lo siento, chicas —se disculpó Togata—. Pero bueno, ahora lo habéis entendido, ¿verdad?
—¿Se supone que debíamos aprender algo si nos golpeaba a todos en el estómago? —preguntó Midoriya adolorido.
—¿Pensasteis que mi don era fuerte?
—¡Yo! Yo sé cuál es su don, ¿puedo decirlo? —Hado insistió—. Su don es "Penetración".
—Hado, ahora es el turno de Mirio. —comentó exhausto Amajiki.
—Sí. Mi don es "Penetración" —Hado lo miró molesta porque quería hablar—. Lo siento, pero necesito explicar.
Su don era realmente interesante y le daba cuenta ventaja, pero era muy débil, por lo cual todas sus maniobras y su fuerza se debían al entrenamiento. Con eso nos explicó lo que se busca en la residencia.

Se hizo tarde y fui a la habitación de Midoriya.
—Hola, Midoriya. —me asomé.
—Pasa, ______. —me hizo hueco en la cama mientras estaba tumbado mirando al techo.
—¿En qué piensas? —le pregunté mientras acariciaba su pelo.
—En lo impaciente que estoy por iniciar la residencia.
—Ya veo... A mí la verdad no me emociona demasiado. Me gustaría mejorar, pero no podré hablar de ello con Katsuki, se pondrá hecho una furia.
—Cierto, no tiene su licencia, pero puedes compartir lo que quieras conmigo. Katsu-chan es increíble con su don y es muy fuerte, pero no entiendo cómo puede atraerte su personalidad. En el fondo es bueno, pero la mayoría del tiempo...
—Lo sé. A veces me planteo si realmente fue lo correcto, pero al estar con él olvido eso. Ayer logró decir finalmente que me amaba. ¿Lo imaginas diciendo eso? Yo tampoco lo hacía. —sonreí.
—Vale, bien, es bueno contigo pero, ¿con los demás?
—¿A qué quieres llegar con esto, Izuku? —lo miré molesta pero con una pequeña sonrisa.
—A que deberías pensártelo más antes de salir con alguien.
—¿Y con quién saldría si no?
—¿Acaso es necesario que salgas con alguien? —se sentó en la cama y me miró—. ______, le fuiste infiel a Todoroki, también se lo fuiste a Katsu-chan. ¿Realmente necesitas todo eso?
—Todoroki lo fue primero.
—¿Y eso es lo que te motiva a rebajarte tanto? A veces pareces simplemente una... —Midoriya se detuvo.
—¿Una qué? —lo miré fijamente a los ojos.
—Lo siento, no quería... Solo me duele ver a mi amiga ser tratada tan mal y tan perdida.
—Claro, seguro que es por eso y no por celos.
—¿Qué? Eso no tiene nada que ver en este momento. Estoy preocupado, ¿es que tú no te preocupas por tus amigos?
—Mis amigos no insinúan que soy una zorra. —salí de su habitación y di un portazo—. ¿Qué he hecho? Nada de lo que he respondido tenía sentido... Tal vez Midoriya tenía razón.

No sé qué nombre ponerle (Katsuki x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora