Estábamos mirando los nombres de los aprobados, yo estaba entre ellos, no me sorprendió. Tampoco me sorprendió que el rubio no hubiera conseguido pasar.
—No está... —murmuró furioso.
—Si no te hubieras comportado como un idiota en la última prueba tu nombre estaría en esa lista. —lo regañé.
—¡Cállate! Te quiero. ¡Idiota! —me gritó enfadado.
—¡Yoarashi! No hay nada después de "yu". Después de todo, no está. —le di un codazo.
—Vaya, tal vez la que se va a suicidar no voy a ser yo —lo miré con odio, pero me callé al ver que Todoroki tampoco estaba—. Mierda, Sho... Todoroki.
No dijo ni una palabra, pero no parecía para nada contento.
—¡Todoroki! —Yoarashi se acercó y se inclinó hasta el suelo en modo de disculpa—. ¡Lo siento! ¡Fue culpa mía que no aprobaras!
—No te preocupes, fui yo el que empezó —dijo Todoroki—. Hubo cosas que entendí gracias a que me enfrentaras directamente.
—¿Te encuentras bien? Siempre estás golpeando tu cabeza...
—¡Lo siento mucho, Campbell! Fue muy irrespetuoso decir eso. Espero que puedas perdonarme.
—Vale, pero, por favor, no golpees más tu cabeza.
—Ey, Bakugo. Deberías reconsiderar tu lenguaje. —comentó Kaminari pero se asustó al ver el enfado de su compañero.
—Cállate. Te voy a matar.
Entregaron unos análisis de nuestros puntos.
—Gracias. —Kirishima tomó su hoja.
—Dámelo... —dijo Katsuki.
—Esto no funciona así.
—Ahora podremos actuar como héroes profesionales en emergencias. No creo que vaya a seguir el ejemplo de mi madre en ese aspecto. —bromeé pero todos me miraron preocupados.
Se hizo de noche y Katsuki nos despertó a Midoriya y a mí. No entendíamos qué pasaba, pero aún así lo seguimos.
—Katsu-chan, ¿adónde vamos? —preguntó Midoriya—. No deberíamos caminar así a media noche.
—Necesito dormir... —bostecé.
—Oye...
Nos llevó a un edificio.
—Este es el Ground Beta.
—Es donde tuvimos en primer entranmiento de combate y perdí contra vosotros dos. Deku, tú siempre me enfermaste. No tenías un don y eras un inútil, así que, ¿cómo entraste a la U.A.? No entendía las tonterías que me decías, pero desde que All Might llegó no hiciste más que mejorar. ¿Qué cojones? —nos daba la espalda.
—No es cuestión de habilidad...
—¡Calla y escucha, basura!
—Katsuki...
—Tu poder viene de All Might, ¿no es así? Y ______ también lo sabía. Cuando conociste a All Might cambiaste.
—Katsuki, ya está bien.
—¿Qué harás con la respuesta? —preguntó Midoriya.
—Nosotros queríamos ser como All Might. Alguien que creí que solo molestaba fue reconocido por quien más admiraba sin darme cuenta. Y tú, ______. ¿Quién diablos eres? No sé absolutamente nada de ti.
Aparté la mirada.
—Tu recomendación encubierta por la U. A., fue tu madre la que te recomendó, imagino que antes de su muerte, pero tú hiciste la prueba de acceso, tu nombre estaba allí. Aunque no te logré ver por ninguna parte. Cambiaste tu aspecto con tu don, ¿verdad?
—¿Qué? Aunque ahora que lo mencionas...
—¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no usaste todo tu potencial?
—Porque estaba avergonzada, no quería destacar.
—¿Porque no querías que hablaran sobre tu madre o porque no querías que hablaran sobre lo que hiciste?
—Por lo segundo.
—¿Qué hiciste, ______? —Midoriya me miró asustado.
—Mineta lo sabía, por eso escribió esa nota —me la tiró a los pies—. Esas pesadillas no eran más que remordimiento. ¿Por qué matarías a tu madre?
El peliverde abrió los ojos como platos.
—Estaba cansada, Katsuki. Ella me hacía daño, todos se burlaban de mí —respondí angustiada mientras las lágrimas caían por mis mejillas—. Si ya lo sabías, ¿por qué me lo has preguntado?
—Porque no estaba seguro de si mi novia era una asesina. Pero no te juzgaré por ello, no me importa. Sólo me importa vuestro potencial y quiero probarlo.
—Y una mierda, eres un imbécil —sequé mis lágrimas y Midoriya se acercó a mí para consolarme.
Katsuki comenzó a estirar.
—Espera, ¿de verdad piensas pelear?
—Si no estáis dispuestos lo haré igual. Ahora das patadas, ¿cierto?
—¡Espera, Katsu-chan!
El rubio usó sus explosiones para acercarse y atacar, pero Midoriya logró esquivar el ataque.
—Te gusta estudiar las cosas, ¿eh?
—¿En serio, Katsuki?
Vi como todo se rompía por las explosiones y tapé mis oídos. Estos sangraban.
—¡Vamos, no seas tan exagerada! —el chico se lanzó a por mí, pero yo lo atrapé y lo estampé contra el suelo con la mayor fuerza que podía adquirir.
—Detén esto, Katsuki, ahora no podemos... —se liberó y me atacó con otra explosión, pero me aferré al suelo con garras.
—¿En serio tenemos que pelear? —le atacó con otra explosión—. ¡Que esperes! ¡Katsu-chan!
—¡No huyáis, pelead! —se abalanzó sobre el chico, pero este lo detuvo, aunque no sirvió de mucho, pues Katsuki le dio una patada.
—Mierda... —corrí hacia Midoriya para comprobar su estado, pero el rubio no dudó en atacarme, haciendo que chocara contra un edificio.
—¡______! —el peliverde me miró preocupado al ver que parecía dolorida y enfadado atacó a Katsuki, quien cayó al suelo. Midoriya no tardó en preocuparse por él—. ¿Estás bien?
Le extendió la mano pero este la apartó.
—¡No te preocupes por mí! ¡Pelea! ¿Qué coño te pasa? —Katsuki se levantó del suelo, pero Midoriya lo miró levemente decepcionado y fue a verme.
—¿Te encuentras bien? ¿Cómo está tu...? —me miró sorprendido al percatarse de que estaba vomitando mientras agarraba mi abdomen.
—No te preocupes, estoy... bien. —cerré los ojos para relajarme.
—¿Por qué persigo al que antes me seguía? ¿Por qué tú mejoras y yo no? ¿Por qué no puedo proteger a la gente que quiero? ¿Por qué tuve que acabar yo con All Might? —le preguntó Katsuki a Midoriya.
Me levanté para caminar hacia el chico y abrazarlo.
—¡Si hubiera sido más fuerte y los villanos no me hubieran secuestrado nada de eso habría pasado, incluso podría haber impedido que se llevaran a ______ también!
—Katsuki... —me aferré a él al darme cuenta de que estaba llorando.
—¡All Might intentaba guardar el secreto! ¡______ intentaba superarlo todo y la acabo de herir! Trato de superar lo que pasó y de mejorar, pero, ¡ya no sé qué hacer!
Me levanté de inmediato y me interpuse.
—¡Ni se os ocurra volver a pelear, sé que lo queréis hacer!
—Lo siento, ______. —Midoriya me apartó de allí.
Tras un rato de pelea, una pelea tan hermosa como violenta, Katsuki terminó venciendo. En realidad yo no estaba tan herida, pero sabía que solo molestaría si participaba, era algo entre ellos dos.
—Deteneos —les ordenó All Might—. Lo siento, pero lo escuché.
—Toshinori... —corrí hacia él y lo abracé con fuerza.
—Tranquila, todo está bien ahora.
—Siento no haberlo notado... —se disculpó el héroe.
—Es tarde... —Katsuki apartó la mirada—. ¿Por qué Deku?
—Era impotente, pero más heroico que nadie. Pensé que tú ya estabas a la altura y que él también merecía estar en el ring.
—Yo también soy débil. Siempre quise ser fuerte como tú. Es mi culpa que estés así.
—Esto no es culpa tuya. Era inevitable que terminara así —lo abrazó—. Eres muy fuerte, pero me centré demasiado en eso y te dejé cargar con esto solo. Lo siento mucho.
Katsuki se apartó bruscamente y me golpeó sin darse cuenta.
—Eso no es lo que quería escuchar —se sentó en el suelo—. Deku. Tienes al más fuerte enseñándote, no pierdas. ¿Quién más sabe sobre esto?
—Recovery Girl y el director.
—No se lo diré a nadie, no seré como él idiota de Deku.
All Might le explicó todo a Katsuki y regresamos a casa, en el camino fui delante del rubio.
—Katsuki, ¿por qué me has traído aquí? Esto era cosa vuestra, lo único que he ganado yo ha sido una noche sin dormir.
—¿Ha hablado sobre...? —preguntó All Might y yo asentí—. ¿Quieres ser héroe o detective?
—Cállate. ______, hablaremos allí.
Al volver Aizawa nos castigó sin poder salir durante cuatro a Katsuki, tres a Midoriya y dos días a mí. Además de tener que entregar una disculpa por escrito y no tener acceso a la enfermería.
—Sois unos mierdas. —murmuré.
—Cállate, me has hecho daño antes.
—Te lo merecías.
Fuimos a mi habitación y Katsuki echó el pestillo.
—______, no me importa lo que hayas hecho en el pasado, pero tienes un gran potencial y no lo utilizas. Quiero verte, al menos una vez, usándolo. Y perdón por hacerte daño.
—No me has llevado allí solo por eso. Sé que me escondes algo.
—Quería que vieras que no soy tan débil como lo fui en el examen. —apartó la mirada.
—No fuiste débil, solo idiota —me acerqué a él y acaricié sus mejillas—. Aún tienes marcas de las lágrimas. Debe de haber sido duro expresar lo que sentías en esos momentos.
El chico asintió y escondió su cabeza en mi hombro para seguir llorando un poco.
—Lo siento mucho, trataré de hacerlo mejor. Te amo, ______. —me abrazó con fuerza y yo me sorprendí.
—Yo también... ¿Me amas? ¿Por qué?
—Cállate o terminaré retirándolo.
—Está bien —acaricié su pelo—. Yo también te amo.
