Cap. 20

91 6 0
                                    

Dabi tomó mi mano y Kurogiri nos llevó fuera de allí, a una piscina cubierta, era muy tarde, pero alejarme del lugar me hizo despejar la mente. El joven secó mis lágrimas y besó mi frente con cariño, parecía realmente dolido por mi estado aunque no se notara en sus expresiones.
—Todo saldrá bien, te lo prometo. —me abrazó y escondí mi rostro en su pecho.
—No puedes prometer algo así.
—Lo sé, pero trataré de hacer que pienses de esa forma. No quiero verte así. —logré notar su frustración y tristeza.
—Toya... —el nombrado se congeló.
—No soy Toya... —puse mi dedo índice sobre sus labios.
—No te preocupes por mí u olvidarás tu papel. —besé su mejilla.
El pelinegro se apartó serio y se dejó caer a la piscina, dejando ver su blanquecino color de pelo. Se acercó al borde y extendió su mano, la cual yo agarré para entrar también al agua. Tomados de la mano nos miramos durante un rato fijamente a los ojos.
—No me importa olvidar "mi papel" si es por ti. Te amo, ______. —me dijo sin reparo y mis ojos se abrieron como platos.
Mi estómago comenzó a doler, estaba muy nerviosa y feliz. Nos besamos con deseo y nos quitamos la ropa, quería mantener esa felicidad todo el tiempo que pudiera, la necesitaba.
—Cuando terminemos me llevarás con Shigaraki. —le comenté entre besos, pero él al escuchar aquello me detuvo.
—¿Por qué quieres ir con Shigaraki? —me preguntó con el ceño fruncido.
—Quiero unirme a la liga. —rodeé su cintura con mis piernas y besé su cuello.
—¿Qué? No, ni de coña. Tú no. No te pondrás en peligro innecesariamente. —cerró los ojos soltó un pequeño gruñido de placer cuando le rodeé con más fuerza, apegándome aún más a él.
—Vamos, solo lo ayudaré con mis visiones... No pelearé en ningún momento. —acaricié su bulto con mi entrepierna.
—No vas a convencerme, ______. —me separó de él molesto y salió de la piscina.
—Pero, Toya... —fui tras él.
—Me llamó Dabi —comenzó a vestirse rápidamente—. Y estoy harto de que me uses.
—¿Usarte? No te estaba usando.
—Entonces ve tú sola con Shigaraki. Yo me largo de aquí.
La palabra "sola" resonó en mi cabeza y me dolió como una puñalada en el pecho.
—Lo siento, no quería decirlo así, no me dejes sola —le abracé por la espalda mientras contenía las lágrimas—. No me siento cómoda en la U.A., quiero encontrar mi lugar.
—Así que solo me usas para no estar sola. —me miró de reojo con seriedad.
—¡No! Tú eres la única persona con la que me siento realmente cómoda —mi cuerpo temblaba a la vez que mi voz se quebraba—. No me dejes tú también, por favor.
Toya se giró y vio aparecer las cicatrices en mi cuerpo.
—______, vuelve a la U. A. y habla con Bakugo.

Regresé a los dormitorios empapada, caminando por los pasillos hasta encontrar la habitación de Katsuki. Llamé y me apoyé sobre la puerta, no tenía fuerzas apenas. Cuando el rubio abrió y me vio parecía muy molesto, pero me dejó entrar.
—¿Qué coño haces aquí?
—Lo siento mucho.
—¿Eso es todo lo que tienes que decir?
—Es lo único que puedo decir, no pienso tratar de justificar nada. —me tapé mejor con la toalla que me había prestado.
—Así que pensabas escaparte con el "Llamas Azules" y unirte a la Liga de Villanos —asentí—. ¿Por qué?
—Porque tú te acostaste con otra chica.
—¿Qué? No lo hice, la última chica con la que me acosté fue contigo. Justo la noche antes al día en el que me dejaste de hablar.
—No, esa noche me acosté con Dabi.
—Yo no me acosté con ninguna otra chica.
—¡Lo vi en mis visiones!
—¡Pues tus visiones se equivocan! ¡Eres la única chica que me ha atraído en mucho tiempo, ¿por qué no puedes creerme?! —se acercó a mí y besó mis labios—. Eres una idiota, no quiero...
Usé mi don y me di cuenta de que en la noche que nos retuvieron una chica rubia me robó sangre mientras dormía.
—No te acostaste conmigo, era esa chica loca de la Liga de Villanos. Su don se basa en trasformarse en gente de la cual ha ingerido sangre.
—¿Y cómo lo sabes?
—Porque cuando robó mi sangre yo aún no tenia la cicatriz, pero ella se hirió para tenerla. La cicatriz era diferente. Dabi lo mencionó.
—¿En serio? Vaya mierda. Pero a ti no te engañaron de ninguna forma.
—Lo sé y lo siento. —estornudé.
—Yo te quiero, ______, pero no pienso pasar por alto estas cosas. Seguiremos juntos, pero si algo así vuelve a suceder no volverás a tener nada que ver conmigo.
Me levanté del suelo y nos abrazamos con fuerza.
—Pero, ¿por qué querría esa chica acostarse conmigo?
—No lo se, está loca. —acaricié su espalda bajo la ropa.
—Ni se te ocurra —tomó mi mano—. Ahora vete de mi habitación, que te haya perdonado no significa que esté de acuerdo con lo que has hecho.
—Lo sé. Sabes que me gusta abrazarte así. —le devolví la toalla y salí de allí.

No sé qué nombre ponerle (Katsuki x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora