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Fátima;—ya veo, me doy cuenta
que tienes muchas heridas que no pueden cicatrizar—
—y Mientras esas heridas
intentan cicatrizar, otras nuevas
se hablen—
Fátima;—y por lo visto las nuevas son más grandes que las viejas—
—si, y la verdad no sé que hacer
para que dejen de doler tanto—
Fátima;—a ver mi niña, yo creo
que desde la muerte de tu papá te debiste a ver dado cuenta, que en la vida siempre vas a encontrar
altas y bajas, y es natural es
una balanza que no se puede
ver y no sabes, para que lado
terminará cayendo, y aunque no
sepas, tendrás que estar siempre
preparada, y con la mente muy
abierta, en cuanto al cariño hacia
alguien, creo haberte dicho antes
que,
"la vida no vale un amor ni el
tiempo un mal corazón"
—si lo se, esa frase la llevo
tatuada en la mente-
Fátima;-pero creo que nunca te dije un punto vital—
—¿Un punto vital?— 
—¿Cuál es?—
Fátima;—de nada sirve decir que
no amas, cuando toda tu vida has
amado—
La señora Fátima me miró, y
señaló el relicario que llevaba en
el cuello
-no-no entiendo-
Fátima;—me dijiste que juraste no amar, pero hace años tu corazón latió por alguien,—
—si pero esa persona era muy
diferente a esta—
Fátima;—creo que todavía no te
has dado cuenta—
—¿Cuenta de que?—
Fátima;—cuando llegué su
momento lo entenderás—
Quería saber a qué se refería,
¡hay no me siento más
confundida que antes! Que
complicado es todo esto, ya hasta
se vuelve molestó, me despedí de Fátima y le di las gracias por los momentos que paso conmigo, por escucharme, y sobré todo por confundirme más de lo que ya lo estaba
— adiós Fátima cuidate, no comas tanta comida chatarra la vejez tarde o templado vendrá por ti—
Fátima:— y aquí estaré esperando la más, contenta que nunca, pero si no viene mucho, pero mucho mejor, Ey recuerda lo que te dije piensa las cosas, no hagas una locura, y si me necesitas sabes que tienes a una vieja amiga aquí, que te va a oír a cuidar y a darte dos golpes por la cabeza si lo necesitas—
Las dos nos echamos a reír terminamos la conversación y yo regrese al apartamento, al llegar Vidal me preguntó en donde había estado, le dije que salí a caminar un poco, como siempre no me creyó, pero no iba a estar dándole explicación tras explicación solo para convencerlo, no estaba haciendo nada malo, así que no se porque se comportaba así, no le preste atención y me fui a mi habitación, cuando me dirigía a mi cuarto mi teléfono empezó a sonar, al  ver medi cuenta que era Tomas,
¡Carajo! Se me había olvidado
que le dije que yo lo llamaría,
no pudimos terminar la charla
la última vez, tome el teléfono y
respondí
Tomas;—hola princesa, por lo visto no pensabas en llamarme, si yo no lo hago—
—Hay tomas perdón si pensaba llamarte solo que… la verdad e tenido varios problemas y bueno —
Tomas;—si ya veo se te oye la voz triste, pero Ey, Oye princesa tengo una idea te invito a salir ¿Te parece?
Me quedé pensando lo, unos momentos Vidal es súper celoso si me ve con tomas así sea, hablando no se lo que sea capaz de hacer, pero por otro lado recuerdo que el se beso con Caterin y aunque allá sido un accidente a el parecía gustarle, sería buena manera de desquitarme
Tomas;—holaa Ey todavía sigues hay—
—ay Tomas disculpa si, me hará bien distraerme un rato a ¿dónde me vas a llevar?—
Tomas;—te quieres distraer¿Verdad?—
—si—
Tomas;—entonces será sorpresa—
Una parte de mi, quería distraerme sin pensar las consecuencias, y la otra parte estaba muy consiente que a la aceptar le, la invitación a tomas le estaba dando, alas y esperanza de que entre nosotros pudiera existir algo, porque era obvio que todavía le seguía gustando aunque esperaba que el no lo malinterpretara
Acordamos en vernos mañana a las 8, después de colgar la llamada me empecé a desvestir, al quitarme el sostén sentí unas manos sobré mi, tocando mi espalda, cuando vi era Vidal iba a decir algo, cuando puso su pulga sobre mis labios, los movió de un lado a otro, paso su mano, por mi cuello, luego bajo y apretó mi ceno, gemi un poco, y cuando me di cuenta ya su labios estaban, sobre los míos, me tomo por el cabello, para profundizar el beso su lengua se mete y a la vez vuelve a entrar, dentro de mi boca, cerré los ojos quería disfrutar esto que pasaba, empezó a meter las manos la bata que traía puesta, me llevo hasta la cama y me arecosto, por un momento iba a dejar que el entrara a mí y hiciera lo que quisiera, yo también quería con el, las ansias me mataban, el beso se ponía casa vez más ardiente y más salvaje arrebatado, pero a la vez tierno, pero a mí mente termino llegando el juramento que hice al casarme, desgraciadamente tuve que parar le di un empujón y así que lo aleje de mi,
— vidal no, soy tu esposa no tu mujer—
Vidal;—por dios Eliza es lo mismo eres mi esposa y mi mujer y además a ti también te estaba gustando—
—no, no lo es, aparte todavía no te perdono el haberme amenazado para que me casará contigo—
Vidal:— nunca vas a olvidar eso, o es que te gusta otra persona—
—¿Que locuras dices a mí no me gusta nadien, por favor no seas ridículo y infantil—
Vidal:— ¿yo soy ridículo y infantil? ¿Enserio Eliza yo? Te recuerdo quién es la que está diciendo que ser mujer y esposa no es lo mismo—
Vidal se molestó y se fue del cuarto, se que tal vez le duele el rechazo, pero debe entender que el no hizo muchas cosas bien, tome una bata y me la coloque y antes de meterme a bañar baje a buscar algo de comer quería chocolate y vino

Maldito Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora