28

12 7 0
                                    

Caterin;—perdoname por ser tan indiscreta, no debí preguntar, no es mi vida—
— Caterin por dios no seas tonta, sabes que nos conocemos de años además en estos momentos necesito un desahogo—
Ni siquiera sabía lo que decía, de enserio me encontraba tan desesperado
Caterin;—y puedes contar conmigo siempre para ser tu desahogo—
Caterin me tomo por las manos y yo la verdad lo necesitaba, Elizabeth no quería nada conmigo, pero con otro si era capaz de salir y sabrá Dios que más hará, Caterin me dió un masaje en los hombros para relajarme, después de hacerme el masaje me miró y me besó al principio no quería corresponde al beso pero el solo imaginarme a Elizabeth con el idiota ese de Tomas me enfurece la sangre hacia que tome a Caterin por el peló y la bese salvajemente metía mi lengua y la sacaba de su boca la pegue contra la mesa y le subí la falda la manoseaba sin parar cuando iba a quitar su ropa interior entre benjamín a la oficina
Benjamín;—vidal aquí están…  lo lo siento pensé que estabas solo—
Yo me aparte rápido de Caterin y ella se bajó la falda se volteo para poder acomodarse mejor
—no, no te preocupes benjamín la señorita ya se va—
Caterin;—con su permiso—
Benjamín;—propio adelante—
Caterin salió de la oficina casi que corriendo
Benjamín;—estas loco Vidal¿y si Elizabeth se entera? Vas a mandar al demonio todo por un arrebato —
— benjamín por dios tu crees que Elizabeth no se habla acostado ya con ese imbecil, la amo pero ella no me permite acercarme por más que trato, haveces intenta de ceder y luego me recuerda que es mi esposa no mi mujer—
—soy un hombre tengo necesidades, me gusta el sexo benjamín, tu sabes antes de conocer a Elizabeth estuve con muchas mujeres y lo deje de hacer únicamente por ella—
Me senté en la mesa y si benjamín no estuviera por dios que lloraría
Benjamín;—por lo visto la señora Elizabeth te dejo como naufrago, perdido en el y buscando tierra firme—
—si, pero simplemente no la encuentro, y lo peor de todo es que la amo benjamín de verdad la amo estar con cualquier mujer es un desquite—
—un desquite por no poder tener a Elizabeth, desquite por saber que prefiere al otro idiota que a mí —
Después de arreglar todo los papeles benjamín y yo nos fuimos al salir me tope con Caterin habré tanto con Benjamin que me había olvidado de ella, fue un poco incomodo hace un rato por poco tenemos relaciones y ahora simpremente nos veíamos me apresure y salí pasamos por un bar y nos tomamos unos tragos después me llevo a mi casa me despedí de el y entre ya casi se hacía de noche y por lo visto Elizabeth no había regresado en todo el día, fui a mi cuarto tome una ducha y me fuí a ver televisión a la sala, antes de sentarme eche un vistazo por la ventana a ver si Elizabeth venía ¡Ja! y para mí sorpresa si había llegado se estaba bajando del auto de Tomas ¡Maldición!

Elizabeth

Al terminar de despedirme de Tomas subí al apartamento al entrar pude ver a Vidal más que furioso estaba rojo y me veía
Vidal;—¡ME PUEDES DECIR QUE HACÍAS CON EL!—
—no me grites, estábamos hablando de un negocio—
Vidal;—de un negocio si claro como no por casualidad donde era la reunión en su cama — ¡Plass! Sonó la cachetada
—no voy a permitir que me insultes —
Vidal me tomo por los dos brazos me pego contra el
Vidal;—y yo no pienso permitir que te acuestes con el cada vez que se te venga en gana y veas la cara de idiota—
Vidal se fue a su cuarto y lanzo la puerta yo me fui al mio y hice lo mismo, al despertar Vidal ya se había ido por lo visto no se encontraba en la casa, ni se quería encontrar conmigo, es demasiado tóxico y celoso, y al momento de querer hablar con el esos sentimientos lo poseen por completo, tome mis cosas, me vestí y fui a ver a tomas, tal vez no era lo más prudente, por la discusión que había tenido con vidal, pero no estaba haciendo nada malo, al llegar al apartamento de tomas toque la puerta, el me abrió al verlo estaba únicamente con una toalla se veía su abdomen marcado, y gotas de agua que correrían por por todo su cuerpo, desde el cabello hasta las puntas de sus pies, se veía apuesto de repente me sonroje mire a otro lado  para que no se diera cuenta y después lo vi a el fijamente sin apartar la mirada
Tomas;—¿Que te pasa preciosa?—
—na-na-nada perdón no sabía que estabas ocupado—
Tomas;— jajaja. ¿Por-por-porque tartamudeas—
—imbecil porque me da pena—
Tomas;—jajaja bueno no mires entonces, dime para que viniste, me leíste la mente  y sabías que me iba a bañar, o deseabas verme—
—deja de ser tan creído no, no vine a ver si te encontrabas desnudo, vine a decirte que aceptó la propuesta que me hiciste—
Tomas;—¡¿En serio?! Pasa, pasa—
—yo creo que estoy mejor aquí—
Tomas;—no seas infantil, si me hubieras dicho que no ibas a aceptar la propuesta te dejaría allí para—
—aja pero como te dije que la voy a aceptar me dejas entrar, de verdad eres un idiota—
Tomas;—no te molestes preciosa,—

Vidal

Me fui al trabajo muy temprano no quería toparme con Elizabeth, la pelea del día anterior nos dejó muy distante. ¡Se que no me quiere, pero al otro por lo visto si, y no entiendo el porque! Me hierve la sangre nada más de pensar en que ellos esten juntos haciendo el amor, el tocándola y besándola, no,  tengo que pensar en otra cosa, me enfermo nada más de pensar en eso, Mandé a Benjamín que estuviera al pendiente de Elizabeth

Maldito Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora