Blind

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Al día siguiente, apenas abrí la puerta para dirigirme al ensayo los vi a Slash y Steven esperándome con varias cervezas recién compradas en sus manos. Se veía que necesitaban ayuda asÍ que me ofrecí a llevar algunas.

No voy a decir que no estaba asustada y que todo estaba bien. Que no me intrigaba quién era Ángela y si Izzy y ella tenían algo serio. Pero a ojos ajenos nada había pasado. Incluso Slash parecía completamente despreocupado, contaba malos chistes mientras caminábamos.

Él abrió la puerta de la casa, Steven y yo nos estábamos riendo y mantuvo un brazo alrededor de mi hombro mientras me miraba divertido.

A penas entré lo sentí, sentí la preocupación y ansiedad una vez más. Casi lo mismo que había sentido la noche anterior.

- ¡Viniste preciosa! – Exclamó Duff feliz dándome un pequeño beso en la mejilla y quitando las cervezas de mi mano.

- Sí, y hasta te quería traer Vodka, pero estos – Señalé a mis acompañantes – No me dieron tiempo. –

- Que estúpidos...- Se rió un poco.

Unos minutos después vi como Axl e Izzy bajaban las escaleras con instrumentos en la mano. Iban a preparar todo mientras los demás almorzaban para después no cenar.

- Oh, qué bueno que llegaste. – Me sonrió el pelirrojo. – ¿Nos ayudas a preparar todo? – Hoy parecía estar de buen humor. Solo asentí y sin decir una palabra los ayudé. En todo ese tiempo sabía que el pelinegro me estaba observando a detalle con un cigarro en su boca. Lo hacía ver tan bien, pero la situación me ponía nerviosa.

Mientras Axl nos contaba a todos como había sido la noche con Erin y reíamos, Stev me preguntó:

- ¿Y tú Isa? ¿Te divertiste anoche? – Me dio un pequeño golpe en el hombro.

- Auch, y no exactamente...- Respondí un poco más seria.

- ¿Cómo no? Si te vi muy pegada a un chico. –

- Estabas muy drogado como para saber lo que realmente...-

- No terminó bien. Fue un maldito imbécil. – Se interpuso Izzy mirándome a los ojos.

- ¿Le rompiste la cara? – Preguntó divertido el baterista.

- No. –

- Sí, estaba sangrando. – acoté.

Todos se fueron hacia el lugar en el que iban a ensayar. Izzy estaba a punto de irse también, al igual que yo, pero me detuvo muy cerca de él. Nuestros cuerpos se chocaban.

- Espero que tú no hayas sangrado. No diré nada. – Avisó con un poco de pena en sus ojos. No respondí porque una chica atravesó la puerta sin más.

- ¡Hola! – Saludó - ¿Mi amor? –

Izzy se dio la vuelta y me soltó inesperadamente.

- Ángela, que gusto que vinieras. – La tomó de la cintura y ella acarició su cabello. – Claro que iba a venir, cariño. – Se dieron un beso corto mientras yo veía toda la situación casi impactada. Un silbido me distrajo, era Duff.

- ¡Isa! ¡Vamos, ven! – Me llamó y me dirigí hacia una silla para verlos ensayar. Pero antes me coloqué en el pecho del rubio, bastante cerca, preguntando quién era ella.

- Su novia. Pero si te molesta mucho lo molestamos a él y listo. – Me guiñó tomándose la situación con diversión. Yo me quedé bastante mal y volví a mi silla.

La chica se sentó a mi lado y me saludó. Estaba con un simple vestido negro, pero ella le daba gracia, tenía un toque de autenticidad.

Aun así, estaba bastante descubierta, Axl vio que yo estaba abrigada a comparación suya.

- Vamos linda, descúbrete un poco. Sabes que te ves hermosa sin chaqueta. – Se me acercó y me sonrojé un poco para luego empujarlo.

- Nah. – Prendí un cigarro y los escuchamos tocar por un largo tiempo.

Tocaban precioso, la verdad cada uno de ellos se complementaban en sí, todo era tan armonioso y escandaloso a la vez que me hizo creer lo correcto. Ellos tenían un futuro muy prometedor como banda.

Vamos a fingir que no estaba mirando a nadie en específico como la mujer que tenía al lado. Pero al estar tan cerca de ella no sabía a quién en realidad Izzy miraba.

Deseaba que a mí.

Después de todo no le había tomado tanta importancia a mi asunto personal. En cierto punto lo lamentaba, en otro ya estaba acostumbrada.

Luego de un rato entre aplausos, besos y risas (en las cuales yo no había participado), decidimos salir a dar una vuelta. Una vuelta en la que Ángela nos dejaría solos porque debía irse.

- Chicos, Debo ir a estudiar. No puedo dejar todo, así como así. Además, la tienen a Isa, que no estudia. –

- ¿Qué? Claro que estudia. Va a tener un mejor futuro que todos nosotros juntos. ¿O no? – Me defendió Steven ante todos. Gracias Popcorn, pero también puedo defenderme. Tal vez no en este momento, pero la tomaré por sorpresa.

- Ah. – Respondió sin darle mucha importancia. Izzy solo sonreía con ella, no le había importado nada de lo que esta chica había dicho ni la situación. Estaba embobado.

- ¿Y si te acompaño a tu casa? – Se acercó un poco más.

- Me encantaría, mi amor, pero debo estudiar de verdad. – Afirmó con una sonrisa. Se dieron un último beso largo y ella se largó.

- Se los ruego, Axl, Slash, denme una maldita línea luego. – Me giré hacia ellos.

- ¿Qué? – Preguntaron a la vez.

- Ayer no me divertí ni tres porotos. Vamos, todos sabemos que tienen de todo en su casa. – Me acerqué más a Axl tomándolo de la nuca.

- Pidele a Izzy. Él es el que tiene, pero no de más. – Dijo un poco serio. La verdad es que se lo notaba preocupado.

- No te excedas, Isa. ¿Por qué tan repentinamente? Hace días que no consumías, incluso cuando terminaste con Brian. – Agregó el guitarrista.

- Consumí otras cosas. – Afirmé soltándome de Axl.

Ni loca le iba a pedir nada a Izzy, hallaría la manera, pero no pidiéndole a él. Tal vez podría comprarla esta noche.

Nos sentamos en el pasto de un parque, básicamente eran ellos los que reían y se divertían. Mis pensamientos solo estaban inmersos en la felicidad del pelinegro al que yo amaba con otra chica. No lo aguantaba.

- Ya me voy chicos. – Miré mi reloj y recogí mis cosas saludando a cada uno. Mientras eme despedía de Steven me preguntaron por qué.

- Debo cumplir con otras responsabilidades. –

Me acerqué a Duff. – Que mal, te voy a extrañar un poco. – Dijo, a lo que yo me acerqué a sus labios y le di un pequeño beso. Terminamos todos riendo, solo saludé a Iz con un gesto y me fui casi corriendo.

Cuando llegué a mi casa busqué una tarjeta que me había dado un chico en una fiesta.

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- ¿Quieres comprar merca? – Preguntó.

- Sí. Pero no conozco camellos. – Puso una tarjeta en mi mano, me dio una dirección y me instruyó que vaya allí al anochecer, que él tenía de todo.

Le agradecí y seguí divirtiéndome en la fiesta.

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Finalmente la había encontrado. Ya eran las siete de la tarde e iría al callejón a partir de las once, tenía bastante tiempo para de verdad cumplir con mis responsabilidades.


𝐌𝐫. 𝐁𝐫𝐨𝐰𝐧𝐬𝐭𝐨𝐧𝐞 ༄ 𝗜𝘇𝘇𝘆 𝗦𝘁𝗿𝗮𝗱𝗹𝗶𝗻 ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora