Mamma Mia

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¿Y qué es lo que haces cuando una pregunta te carcome? Investigas, investigas hasta el maldito fondo. Eso me había propuesto hacer hoy luego de la universidad.

Lamentablemente, me crucé con Brian y sus amigos.

- Mira, querida, esta vez te salvaste, pero no dejaré que las cosas queden así como así. – Me avisó y se marchó, solo lo miré mal y me despreocupé. Él era de los que amenazaban y luego los podías comprar con un poco de satisfacción. O tal vez se olvidaría en un par de días.

El día allá fue bastante tranquilo, luego, decidí ir a casa de los chicos a pasar el rato. Pero tenía un plan;

Me iría unos minutos después de que Ángela llegara, me escondería por un lugar en el que pudiera ver cuando salía, la seguiría hacia su casa y bueno, las espiaría. Estaba segura de que alguna sorpresa me llevaría.

Eso hice, y fue a la perfección.

- Bien, bombones, ya me voy. – Besé a todos en la frente.

- Otro, bonita. – Me pidió el más alto (Duff). Le di un pico en los labios. Me fui sin despedirme de la chica.

Había pasado ya una hora y media, una hora y cuarenta y cinco minutos. Una hora y cincuenta se fue, y nadie salió con ella, este era el momento. Teníamos bastante distancia. Tardó más o menos unos treinta minutos caminando hasta llegar a su hogar, el cual no era feo. Me quedé en una esquina observado mientras fumaba. Había varias ventanas y todo era bastante visible. Me estaba divirtiendo, hasta a veces reía sola.

Algo interesante sucedió, me quité los lentes de sol para ver mejor a la persona que tocó el timbre, persona a la que Ángela recibió con un beso apasionado y unas cuantas caricias. Había obtenido lo que quería, pero aun así no tenía pruebas. Cuando este chico entró decidí ir más cerca para ver cómo era. Pues sí que me había llevado una sorpresa.

Andy.

Siendo sincera, sí que podía creer lo que estaba viendo. Y al pellizcarme y darle una última calada a mi cigarro, el cual dejé en una de las escaleras de la casa de la mujer, me fui.

Ángela estaba engañando a Izzy.

El siguiente paso era entender la táctica, cada cuanto estas visitas se realizaban, definitivamente este chico sabía que Izzy salía con ella ya que el día anterior él estaba agarrado de su mano en la mesa.

El día fue bastante largo, la semana ya casi terminaba y ver a Ángela se había vuelto bastante común de mi parte. Lo disfrutaba al máximo, pero no sabía cómo era que Iz se tomaría esto, como se tomaría la forma en la que me enteré y lo que ella hacía.

- ¿Isa? ¿Qué haces aquí? – Era Stradlin, me asusté, me puse nerviosa.

- ¡AH! Dios, me asustaste. –

- ¿Qué haces aquí? –

- Solo fumaba, el día está hermoso – El día estaba gris.

- ¿Sabes que la casa de Ángela está justo enfrente? –

- ¿Eh? – Me hice la desentendida. – No, ¿por qué no la saludamos? – Esta sería la perfecta oportunidad para que se dé cuenta de que ahora su chica se la estaba pasando excelente con otro.

- Estoy muy apurado, además hoy saldré a cenar con ella. ¿Irás a la fiesta de hoy? –

- ¿Qué fiesta? ¿Dónde? –

- ¿Dónde está tu cabeza? – Preguntó.

En ti, lindo.

- No es una fiesta en sí, vamos al Rainbow hoy. – Explicó.

- Ah, sí, iré. – Lo miré un poco más de cerca. – Ahora que lo dices también estoy apurada, te veo allá. – Le di un beso en la mejilla y me largué.

Por hoy, pensé que había zafado.

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Se había hecho ya de noche y acordamos encontrarnos a las once en el bar. Fui la más puntual, la mayoría llegó y con mujeres a sus lados, media hora tarde.

- Cité a Erin hoy, tal vez arreglemos las cosas. – Comentó Axl con un aire victorioso.

- Me alegra mucho. – Pasó su brazo por mis hombros.

Pedimos nuestras bebidas, Duff y yo tomamos Vodka, yo casi una botella y él todo el resto, estaba muerto y yo ya había alcanzado a estar borracha. Todos estaban divirtiéndose, bailando y todo eso. Sabía que el alcohol no me duraría mucho en sangre, pero mientras lo hacía podía llegar a decir cualquier cosa.

Axl y yo no nos habíamos movido de nuestro lugar, casi me quedo dormida en su pecho. Él empezó a tomar porque se estresó, Erin no llegaba y me contuve de decirle que era un imbécil por haberla engañado, en cambio dije otra cosa....

- Ángela engaña a Izzy – Me reí. – Y me duele que no se dé cuenta. – Saqué un paquete de cigarros.

- ¿Cómo dices? – Él todavía no estaba completamente ebrio.

- La he estado viendo de cerca, se ve con otro chico. El mozo del lugar al que fuimos a almorzar todos juntos. – Lo miré más seria y él soltó una carcajada.

- Estás más loca de lo que pensé, cariño, ¿la espiaste? –

- Sí...-

- ¿Y por qué te duele que Iz no lo sepa? – Mantuve silencio. – lo amas ¿No es así? –

- Sabes que me odiaría si le digo lo que pasa en verdad, pero...- Lo miré junto a la chica. – A veces lo detesto a él por ser tan...tan él. – Se notaba admiración en mis ojos. Axl me miró por un rato más con una sonrisa en su rostro.

- No dirás nada de lo que te dije ¿Cierto? –

- Se lo dirás tú. –

Erin había llegado y me sorprendí de que lo hubiera hecho. – Mucha suerte – Le deseé. Sacó su brazo por alrededor mío y me dejó sola. Mi vista se fijó en Slash, quien estaba con dos chicas, una a cada lado, pero no se le veía bien, se lo veía peor que todos nosotros juntos. Me acerqué y les pregunté a las chicas si le pasaba algo. Me dijeron que no respondía y me preocupé.

- Pueden irse. – Les sonreí con amabilidad y ellas siguieron su camino. Intenté reanimar a Slash pero estaba realmente mal, vi un paquete vacío con restos de polvo blanco, no solo uno, dos, tres, vi cuatro. Llamé a Izzy para que me ayudara y eso hizo. Dejó a Ángela "divirtiéndose" con Steven y Duff. Los saludé a todos y ambos cargamos con Slash hasta un taxi.

- Deberá dormir cincuenta años para que se le pase la resaca que tendrá mañana. – Bromeó.

- Supongo. – El de rulos estaba acostado en mis piernas. Reaccionó unos minutos.

- Isa...- Puso sus manos en mi cintura – ¿Dónde están las chicas? – Me reí con fuerza y justo llegamos a la casa. Dejamos al guitarrista en su cuarto.

- Sinceramente no quiero volver. – Comentó Izzy tirándose al sofá, hice lo mismo. – Yo tampoco. Pero te debería decir algo Iz...-

Me quedé pensando en todo lo que Axl me había dicho, y si de verdad quería a este chico debía decirle la verdad sobre su mala novia.

- Escucha...- Comencé.

- Dime lo que de verdad hacías parada justo enfrente de la casa de Ángela. – Me quedé helada con su mirada.


𝐌𝐫. 𝐁𝐫𝐨𝐰𝐧𝐬𝐭𝐨𝐧𝐞 ༄ 𝗜𝘇𝘇𝘆 𝗦𝘁𝗿𝗮𝗱𝗹𝗶𝗻 ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora